Elizabeth es una mujer de veinte años con condiciones de vida precarias, luchando por sugir en una sociedad empeñada a darle la cara difícil de la moneda, trabaja y estudia en la universidad, tiene ua familia numerosa, su madre y sus hermanos, su padre los abandono cuando eran pequeños, por ende su madre siempre fue su apoyo.
Las cosas comienzan a ponerse mas difíciles para Elizabeth cuando una tarde normal de su dia a dia es secuestrada por unos traficantes, luego es llevada a una gran subasta realizada solo para los grandes magnates de la alta sociedad, con ella siendo la pieza principal de dicho evento. Su comprador resulta ser un hombre alto, de cuerpo fornido, quien promete liberarla luego de que esta le pague el costo de su compra con intereses incluidos, mientras el será su dueño.
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CAPITULO 10
En un lugar lleno de silencio, solo los golpes de los puños de Frederick impactando contra el rostro del hombre y sus quejidos se lograban escuchar, con sus hombres observando cómo se desfiguraba cada vez más.
- Limpien este desastre – dice al terminar de interrogar al hombre y este contara todo el plan y quien estaba detrás de todo.
- ¿Qué quiere que hagamos con este? – señala al de la silla
- Ya saben qué hacemos con ese tipo de basura, encárguense de eso – Ustedes, vengan conmigo – le dice a un grupo de sus hombres saliendo del departamento sin siquiera tomarse la molestia de limpiar sus manos llenas de sangre – debemos apurarnos – se quita las mancuernas cubiertas de la sangre del hombre y las lanza en el piso del pasillo hacia el ascensor – maldito viejo asqueroso, debí matarlo en cuanto tuve la oportunidad – bajaban por el ascensor.
- Señor, si me permite la pregunta – dice uno de los hombres - ¿Cómo supo que Estefan era un traidor? – no entendía, todas las pruebas apuntaban a que la mujer había atacado al hombre y escapo por su propio pie - no, no tiene que responder, disculpe mi insolencia – dice asustado de la mirada de Frederick al verlo luego de la pregunta, agacha la cabeza.
- Fue muy fácil – le responde calmado – Elizabeth es una mujer muy inocente, hasta llegar al punto de no defenderse o atacar a alguien – el mayor ejemplo de todos era él mismo – si ella fuera capaz de apuñalar a una persona, ¿Por qué no lo ha hecho conmigo?, soy quien la compro, capturo y humillo – mira hacia abajo – si pudiera herir a alguien lo habría hecho conmigo desde el inicio – todas las noches dormía con la puerta de su habitación abierta, esperando algún tipo de venganza de la mujer por mantenerla allí, pero nunca sucedía – por eso supe que el hombre mentía.
- Tiene mucha lógica – le responde el hombre, llegaron al estacionamiento
- Nos dividiremos, debemos buscar en todos los almacenes y propiedades que tiene ese malnacido – les dice a sus hombres – el primero en localizarlo debe llamarme antes de actuar- suben en los autos.
- Señor, donde comenzamos nosotros – le dice el chofer a Frederick
- Nosotros iremos primero a recoger un paquete – sonríe de forma maliciosa – obviamente debo agradecerle a Gregory Novikov de la misma forma, ¿no es así? – sin decir más le da la dirección al hombre y se ponen en marcha.
Ya había transcurrido una hora desde la desaparición de Elizabeth, con cada minuto que transcurría Frederick perdías el control, sabía muy bien lo sádico y asqueroso que podía ser ese malnacido, mas con Elizabeth sabiendo que con ella podía alterarlo, al cabo de cinco minutos recibe una llamada.
- Jefe, ya lo encontramos – le dice uno de sus hombres – le enviare la Ubicación en este momento, informare a los demás.
- Muy bien, buen trabajo – cuelga la llamada – ya tenemos la Ubicación y el regalo para nuestro amigo – falta poco Elizabeth, por favor resiste un poco más - ve lo más rápido posible- le dice al chofer - en el camino planearemos el ataque – le envía un mensaje de voz a sus hombres.
Llegando al sitio comenzaron el ataque, primero eliminaron a dos hombres que vigilaban la entrada, lanzaron granadas de humo y explosivas para comenzar la pelea en el interior del lugar, luego de escuchar explotar las granadas comenzaron a entrar disparando a todos, algunos se encontraban aturdidos, mientras otros disparaban, pero era inútil, avanzaron rápidamente matándolos a todos, luego llegaron a un pasillo, los esperaban armados, allí hubo un enfrentamiento, alguno de los hombres de Frederick salió herido, incluido el mismo, aunque su herida fue superficial, siguieron de esa forma hasta acabar con todos, excepto uno que decidió correr.
- Rápido, vamos – dijo Frederick apresurándose, camino por el pasillo y sus hombres tras él, no le imputaba ya la formación, ahora quería ver a Elizabeth lo más rápido posible, apunto y disparo, el hombre callo de inmediato que la bala atravesó su pecho, luego pudo ver al fondo, su verdadero objetivo, apunto y disparo mientras caminaba rápido - Espero, que estés preparado para lo que viene ahora – dice al entra.
- Maldito Ruttherford – dice Gregory mientras sostiene su mano del dolor – te voy a matar desgraciado – un disparo roza su mejilla, haciendo que se callara
- Más te vale que no hayas hecho lo que estoy pensado – dice Frederick, mientras veía a Elizabeth desnuda, siendo usada de rehén, en su mirada solo se reflejaba ira.
- Ja,ja,ja,ja, ¿si lo hice que harás? – dice el hombre confiado de que Frederick sabía que teniendo a la mujer de rehén no le podía hacer nada – no puedes hacer nada bastardo, un disparo más y esa mujer morirá – Frederick comienza a reír - ¿de qué te ríes imbécil? – le grita
- Gregory, siempre eres tan descuidado con todo, por eso no pasas de ser una simple basura que vive de los impuestos – chasquea los dedos y un hombre aparece cargando una gran maleta – te traje un regalo, ¿puedes adivinar qué es? – sonríe mientras observa como palidece el rostro del hombre.
- NO, mi familia está bien cuidada, solo me estas engañando – dice el hombre, aunque su rostro sudaba sin parar.
- Hablas de los dos guardaespaldas que cuidan a cada uno – le dice observándolo – son unos incompetentes, fue sumamente fácil deshacerme de ellos – apunta hacia la maleta – ahora, ¿puedes adivinar de cual de tus hijos se trata? – sonríe – te daré una pista, tienes tres, pero esta es tu favorita.
- ¡No, Natalie! - grita el hombre asustado viendo la maleta.
- Ja,ja,ja, acertaste – quita el cerrojo de la maleta y esta se abre, dejando ver a una mujer joven de unos veinte años, con cinta en su boca, esposada de pies y manos, estaba desmayada – Maldito ¿Qué le hiciste? – el hombre comienza a llorar viendo a su hija quien cayó al suelo luego de que Frederick abriera la maleta.
- Aun no le he hecho nada – le responde Frederick- aunque pienso hacerle exactamente lo que planeabas hacerle a Elizabeth, ¿Qué te parece?, necesito devolverte este favor de la mejor manera ¿no crees? – sonríe de forma maliciosa – aunque esta chica no es de mi tipo, así que hare que mis hombres se encarguen – mira al hombre con malicia – todos ellos a la vez.
- ¡No! – grita el hombre – no lo permitiré mal nacido – voltea hacia Elizabeth – Aun tenemos a tu puta de...- se escucha un disparo y luego el hombre que tenía a Elizabeth de rehén con el arma, cae al suelo dejando un charco de sangre, un segundo disparo y el último hombre de Gregory cae al suelo.
- No tienes nada – le dice Frederick directo a la cara.
- ¿Por qué llegar tan lejos? - le grita- dices que pagas con lo mismo – le comienza a decir desesperado – ella es mi hija, mi familia, en cambio esa mujer solo es una compra una puta com…- Frederick patea al hombre justo en la cara lanzándolo al suelo.
- Ya cállate, rata inmunda – le aplasta el rostro con el pie mientras que el hombre comienza a quejarse – revísenla - les dice a sus hombres, uno de ellos corrió hacia Elizabeth, la ayudo a sentarse y la examino.
- Parece que le dieron alguna sustancia – dice el hombre, la mujer parecía fuera de sí. En ese momento la hija de Gregory despierta, desorientada, asustada por las ataduras, sin saber porque su padre estaba tan herido, habían muertos en el suelo y hombres con armas.
- Oh, mira quien despertó - dice Frederick viendo a la mujer forcejando para liberarse – es mejor que estés despierta, así papi puede escuchar tus gritos – sonríe – y ver si aprende de una vez por todas a no meterse con lo que es mío, ¿no es así Gregory? – pisa más duro la cara del hombre.
- Señor – el hombre que tiene a Elizabeth le muestra el golpe en su cara, algo que le causo más furia de la que tenía.
- En serio que te la rifaste para hacerme perder los estribos – mira a la chica – bien, esto será ojo por ojo – lo siento nena – dice acercándose a la mujer – culpa a papi por lo que te va a suceder – levanto el puño hacia la mujer, antes de poder golpearla Elizabeth en un impulso se había zafado del hombre, corrió lo más rápido que pudo y ahora estaba frente a él protegiendo a la chica, Frederick se detuvo de inmediato.
- No, por favor – comenzó a llorar abrazando a la mujer – no lo hagas, no más, por favor – no paraba de llorar.
- Entiendo – se agacha y la abraza, separándola de la mujer – ya entendí, no sigas llorando – limpia sus lágrimas y la carga en sus brazos, Elizabeth lo abrazo sintiéndose protegida – agradece que ella es una buena persona y salvo tu vida – le dice a la hija de Gregory antes de salir del lugar con Elizabeth en sus brazos.
- Señor, ¿Qué quiere que hagamos ahora? – le pregunta uno de los hombres luego de que Frederick dejara a Elizabeth en el auto.
- Limpien el lugar, no dejen rastro de que estuvimos aquí – se sube al auto – oh, lo olvidaba, denle a Gregory algo con que pueda recordar este día – el chofer enciende el auto.
- Y ¿Qué hacemos con la chica? – le pregunta antes de que se machen
- Llévenla a casa – le dice y luego se marchan. Elizabeth se encontraba dormida a su lado, su cuerpo temblaba y su respiración era agitada, toma la mano de Frederick y la aprieta, este la abraza – tranquila, estas seguras.