Princesa Guerrera

Desde la ciudad, al príncipe le llego la carta, donde dice que día serán ejecutadas las criminales y que debe asistir, incluso el emperador estará presente, ya que es la máxima autoridad en el lugar y además, la víctima fue la concubina de su hijo, para Jiro, que el emperador este presente, es solo una excusa para ganarse a la gente, esta seguro que no le interesa para nada si Sumi hubiera muerto, después de todo, no proviene de una familia tan importante; Sumi que ya estaba recuperada casi por completo, pidió que la llevaran también, desea ver con sus propios ojos, la muerte de esas malas mujeres, aunque ella nunca intento nada contra Keiko, esta siempre fue envidiosa y siempre trato de ganarse el lugar de la princesa.

Mei por su parte, estaba reacia a asistir, pero, como esposa del príncipe debía hacerlo, ya que no puede ofender al emperador, porque si planea liberarse de ese matrimonio y unirse al ejército imperial, entonces debe tener al emperador de su lado.

El día llego, la condena para ambas criminales, era ser decapitadas en la plaza principal de la ciudad, mucha gente se ha reunido para ver la ejecución, el emperador, tomo su lugar en un palco situado en lo alto de un edificio, ahí fue colocada su silla, tras el estaban las concubinas de menor rango y a su lado, las de primer rango, así como la princesa real, la hija única que tuvo con la emperatriz. En un palco abajo del emperador, estaba el segundo príncipe, Mei y Sumi estaban a su lado y en los asientos de atrás, estaban las otras concubinas; el oficial subió primero y tras el dos guardias traían a ambas mujeres, Keiko se veía toda sucia y despeinada, llorando al igual que su sirvienta, el oficial, hablo.

- la concubina Keiko y su sirvienta, hoy reciben la pena de muerte, por el intento de asesinato de la primera concubina del segundo príncipe, así como intentar inculpar a la segunda princesa por el crimen, por eso hoy, en muestra de que su majestad el emperador no tolerar estos actos. Que comience la ejecución.

Primero pasaron a la sirvienta, quien aun en sus últimos segundos, lloraba y gritaba que no ella solo hacía su trabajo; finalmente, el oficial encargado de la ejecución, saco su espada y procedió a la ejecución, Sumi enseguida cerro los ojos y oculto su rostro tras Mei, quería ver todo, pero aun así, es sensible ante esos actos, muy diferente a Mei, quien mantuvo la vista fijamente, Jiro la observo, parecía tan sería en ese momento, la siguiente ejecución dio inicio y en ningún momento Mei quito la vista, el general, quien estaba ahí, desde su lugar, pudo ver la resistencia de Mei al observar una ejecución, era la única chica que no apartaba la vista o cerraba los ojos, a diferencia de las otras presentes, ahora entiende porque habla tan en serio sobre volverse unirse al ejército; el general se extraña al ver que Mei se pone de pié y sube rápido al barandal del palco, Sumi se asusta por ello y Jiro le grita que se baje, pero Mei, salta hasta el palco del emperador y se lanza sobre él, las concubinas gritan y todos los oficiales presentes se movilizan, pero pronto un grito más desgarrador se escucha, al ver que llueven flechas, todos corren mientras que Mei mantiene al emperador sobre el piso, moviendo de un lado a otro su espada para desviar las flechas, los guardias se movilizan buscando el origen de las flechas, pero la gente corriendo por todos lados, les complica el trabajo; Jiro se lleva a Sumi rápidamente dentro del edificio. Las flechas dejan de caer y los guardias se acercan al emperador para ayudarlo, cubriendo a este y a Mei con escudos para sacarlos de ahí.

- princesa! Usted.

El emperador señala la pierna de Mei, una flecha había acertado, aunque no se había fijado de ello.

- traigan un médico, la princesa esta herida. Tranquila princesa, pronto estará bi...

El emperador se sorprende de ver como Mei se quita la flecha por si misma y quita la cinta de su cabello para atar con fuerza cerca de la herida, eso evitará que siga sangrando.

- alcohol ¿quien tiene?

- ya escucharon.

Ordena el emperador, rápidamente le entregan una botella de licor, eso servirá, así que Mei derrama el líquido en la herida, para evitar alguna infección, aunque parece que va necesitar una sutura; el médico llega y es el emperador mismo quien la carga para llevarla a una sala con menos gente, donde pueda ser atendida.

- lo escucharon, la segunda princesa resultó herida por proteger al emperador.

- lo escuche fue tan valiente.

El general quien ya estaba en ese edificio, escucha todo, así que pide le digan donde se han llevado a la princesa, Jiro por su parte, esta en otra sala, procurando que Sumi este bien, así como sus otras concubinas, quienes aun lloran por el susto que han pasado. Una de las concubinas que había salido regresa rápidamente.

- alteza, dicen que la princesa resultó herida, su majestad el emperador la cargo en sus brazos para llevarla con el médico.

- ¿que? No digas tonterías...

Sumi solo escucho eso y salió corriendo, preguntando a todos en su camino para saber donde esta.

Por otro lado, en una sala privada, mientras otro médico revisa al emperador y cura el raspón que tenía en la cabeza, el otro sutura la herida de Mei, quien aprieta los labios sin quejarse, el emperador esta maravillado con la valentía de la chica, si no fuese por ella, estaría muerto, porque pudo ver que dos de esa flechas, acertaron perfectamente en el asiento donde el estaba.