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De Sirvienta A Reina

De Sirvienta A Reina

Status: Terminada
Genre:Venganza de la protagonista / El Ascenso de la Reina / Brujas / Reencarnación / Mujer poderosa / Harén Inverso / Completas
Popularitas:92.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Libi 2

Lissa Rosette una joven doctora del siglo XXI cae en coma después de salvar a una niña de ser atropella por un camión. Sin saberlo queda atrapa en una de las mejores novelas de harén inverso y erotismo escrita por su autora favorita. Ahora Lissa es Eyra una extra que muere cuando el príncipe heredero del reino de Eldoria se aburre de ella, al fijar sus ojos en la dulce protagonista. Pero ahora Lissa siendo Eyra cambiará su destino, se vengara del príncipe que jugo con ella como si fuera un objeto y de la protagonista que no le importo arruinar las vidas de las demás para su lograr sus objetivos. Todo esto antes de que la maldición que posee el cuerpo de Eyra la mate. ¿Lograra Lissa cumplir sus objetivos?

NovelToon tiene autorización de Libi 2 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 21

Justo como lo describía la novela, Sunna Hawthorne fue la elegida para ocupar el cargo de sirvienta. La única diferencia era que esta vez, Eyra estuvo presente en las entrevistas. Y sinceramente, había jóvenes mucho más capacitadas para el puesto. Lo que le resultó más extraño fue que el ama de llaves pensaba igual que ella: había recomendado a otra candidata. Sin embargo, al momento de anunciar la decisión, mencionó a Sunna sin explicación alguna.

Tal como en la novela original, Sunna se ganó el cariño y la simpatía de todos con rapidez. Era diligente, encantadora, y sabía exactamente cómo moverse. Se encargaba de clasificar libros, limpiar estanterías y preparar espacios para estudios privados en la biblioteca. A veces acompañaba en sus sesiones de lectura a jóvenes nobles, ganándose su afecto con su dulzura y aparente humildad.

Eyra, por el momento, no pensaba intervenir. Dejaría que Sunna se diera a conocer un poco más en el palacio antes de empezar a actuar. Mientras tanto, tenía otros asuntos que atender.

Uno de ellos era el segundo príncipe.

Un sirviente de confianza la había buscado discretamente. La pelinaranja entró en la habitación indicada, encontrándose a Adryel Eldorian sentado en uno de los sillones, leyendo un libro de magia avanzada.

—No entiendo por qué el joven príncipe ha solicitado mi presencia —dijo Eyra, con voz serena.

Adryel cerró el libro con calma y la miró fijamente.

—Eyra Rosenberg. Huérfana. Se desconocen sus padres. Criada en un pueblo cerca de las fronteras. Mejor estudiante graduada este año de la Academia Real de Cryovent. Y también, aunque solo unos pocos lo saben… la creadora de la cura de la plaga.

Le indicó con un gesto que se sentara. Eyra lo hizo con elegancia, sirviéndose una taza de té sin perder la compostura.

—Me pregunto qué hace un prodigio de la magia y la alquimia como usted… jugando a ser una de las doncellas de mi madre —dijo, colocando sobre la mesa una carpeta con información detallada sobre su vida—. Fue difícil conseguir esto, pero no hay nada que yo no pueda hacer.

Eyra sonrió con calma.

—Y si es cierto lo que dice, ¿por qué no ha usado el favoritismo que siente el rey por usted para conseguir el puesto de heredero… o el matrimonio con la señorita Rosalind?

Adryel se sorprendió ante lo último. Eyra bebió de su té con tranquilidad.

—Es obvio para mí el afecto que siente por ella, aunque lo disimula muy bien. En cuanto a lo que hago en este palacio… no es su incumbencia. Solo debería interesarle lo que puedo ayudarle a alcanzar.

—¿Y eso qué sería? —preguntó, con genuino interés.

—El trono, por supuesto. Usted y yo sabemos muy bien que su hermano no tiene madera para ser rey. Y menos si vive bajo las faldas de su madre.

—¿Y qué gana usted a cambio de ayudarme a conseguirlo?

—Solo ver la cara de la reina y del príncipe Alexander cuando el hijo que consideraban el eslabón débil y obediente… consiga lo que ambos querían. Quiero ver sus planes frustrados. Quiero ver a la reina arder de coraje al ver que su hijo menos favorito logró, sin su apoyo, lo que el tonto de su primer hijo nunca pudo.

Adryel la observó con una sonrisa en los labios. Aquella joven frente a él tenía malicia, inteligencia, y una red de apoyo que le sería útil.

—Sé perfectamente, joven príncipe, que usted se mueve entre las sombras, reuniendo aliados y poder. Y eso es una estrategia inteligente. El mejor ataque es el que no se ve venir. Créame cuando le digo que la reina no se espera que usted reclame el trono.

Eyra sonrió al ver la expresión del rubio.

—No es el único que sabe conseguir buena información.

Adryel se puso de pie, y Eyra lo imitó. Ella le extendió la mano con una sonrisa maliciosa.

—Entonces, joven príncipe… tenemos un acuerdo.

—Lo tenemos, señorita Rosenberg —respondió Adryel, tomando su mano con firmeza—. Espero que logremos grandes cosas juntos.

Las semanas pasaron rápidamente. Tal como la reina Sibylla le había indicado, Rosalind ingresó al palacio, alojándose en el ala de invitados. Retomó sus clases de formación como futura princesa heredera, rodeada de tutores, protocolos y expectativas que ya no la intimidaban.

Mientras tanto, Adryel, con la ayuda de Eyra, comenzó a mover sus fichas en la corte. Participaba activamente en las reuniones, escuchaba, analizaba y proponía soluciones que beneficiaban tanto al pueblo como a los nobles. Aceptaba misiones de exploración que Alexander solía rechazar, incluso las más pequeñas. Este cambio no pasó desapercibido para el rey Leopold, quien siempre había considerado a Adryel más calificado para el trono. Nunca le agradó el favoritismo excesivo que Sibylla mostraba hacia Alexander.

Eyra, por su parte, se daba a conocer entre las damas de la corte que frecuentaban a la reina en sus fiestas de té y obras benéficas. Sibylla la presentaba como una joven prodigiosa, la responsable de curar su alergia y de mantener su piel tersa, blanca y sin arrugas. Eyra se convirtió en la alquimista de confianza de la alta sociedad, recibiendo encargos para tratamientos personalizados.

Lo que la reina no sabía era que Eyra también usaba estos encuentros para reunir información: quiénes eran fieles a Sibylla, quiénes se mantenían neutrales, y quiénes la detestaban en silencio. Porque en toda corte, la rivalidad entre nobles es tan antigua como el trono mismo.

Ese día, Eyra caminaba por los pasillos que daban al jardín, rumbo a reunirse con la reina y otras damas influyentes. Estaban organizando los detalles del próximo gran evento: la Semana de los Lazos de Valdoria, una celebración diplomática en la que se renovaban contratos de comercio y relaciones entre los reinos e imperios del continente.

Al pasar cerca de las fuentes, Eyra se detuvo. Observó a Sunna Hawthorne cargando una cesta con ropa limpia. La joven miraba discretamente hacia todos lados, hasta que fijó su vista en un punto específico. Eyra siguió su mirada… y vio al príncipe Alexander, paseando por los jardines en lugar de atender sus deberes.

Sunna, al notar que el príncipe se acercaba, fingió tropezar y cayó dentro de la fuente, soltando un pequeño grito. Alexander al escuchar el grito corrió a ver que se trataba y al llegar frente a la fuente se detuvo, embobado al ver a Sunna. No se podía negar que la chica era muy bella.

—¿Se encuentra bien, señorita? —preguntó, ofreciéndole la mano para ayudarla a salir. – ¿Cómo es que acabó dentro de la fuente?

—Es que me perdí… soy nueva en el palacio y terminé en los jardines. No vi dónde pisaba y tropecé —dijo Sunna, haciendo un gesto de dolor al apoyar el pie izquierdo—. Creo que me lastimé el tobillo.

Alexander la ayudó a sentarse en el borde de la fuente y revisó su tobillo con cuidado. Al levantar la vista, sus ojos se encontraron con los de Sunna, quien se sonrojó levemente.

—En efecto, se torció el tobillo, señorita —dijo, pensativo. Luego sonrió—. Qué tonto de mi parte no haber preguntado antes su nombre.

—No es ningún tonto. Estaba enfocado en ayudarme. Mi nombre es Sunna Hawthorne, sirvienta general del palacio —sonrió dulcemente—. ¿Y usted, joven caballero, cómo se llama?

—Sunna… qué nombre tan hermoso, justo como su dueña —respondió con una sonrisa coqueta, provocando otro sonrojo—. Alexander Eldorian. Un gusto.

Sunna abrió los ojos como platos y se puso de pie, a pesar del dolor. Hizo una reverencia apresurada y se disculpó con el príncipe por no haberlo reconocido, por tratarlo como a un simple caballero. Alexander rió por su reacción.

—No se disculpe. Una bella dama como usted no debería pedir disculpas.

Eyra observaba desde la distancia cómo Alexander la ayudaba a recoger la ropa caída en el jardín y dentro de la fuente. Luego la tomó del brazo, ayudándola a caminar. Ambos se alejaban juntos, sonriendo.

Eyra sonrió también.

Esa protagonista no era tan santa ni dulce como la describían en la novela.

Y el príncipe Alexander… tampoco era tan noble.

Se merecían.

Eran igual de falsos.

Eyra continuó su camino, pero con una sonrisa en los labios.

Dejaría que los protagonistas se enamoraran, se ilusionaran, se expusieran.

Porque bien sabía que un rumor bien iniciado podía destruir la vida social de cualquiera.

Solo tenía que esperar el momento adecuado.

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nelida ballesteros
hermosa 😘😍
Libi: Muchas gracias 😘 🥰
total 1 replies
Vero Ramírez
q buen trabajo
Libi: Gracias 🥰
total 1 replies
Josefa Villalta
Excelente
Angel Fonseca
Muy buena
Sabri Nahir Zapata Zini
Hermosa historia
Magdalena Escobar Aranda
maravilloso trabajo felicidades autora y espero poder seguir disfrutando de tus novelas
Libi: Gracias por tus palabras. Espero ver tus comentarios en la nueva novela El Renacer de la Extra Exiliada
total 1 replies
Magdalena Escobar Aranda
muy buena 👍
Magdalena Escobar Aranda
hasta que por fin se decidieron 😍
Magdalena Escobar Aranda
cuando llega el agua al cuello cuidado
Magdalena Escobar Aranda
si que hará Eyra😬
Magdalena Escobar Aranda
hay caray caray 😬
Magdalena Escobar Aranda
hay y ahora que pasará
Magdalena Escobar Aranda
ya es hora que los pongan en su lugar
Magdalena Escobar Aranda
le dieron probada de su propio chocolate
Stella
gracias
Magdalena Escobar Aranda
pues al ataque 😉
Cruz Mejia
La relación del ex emperador con Miranda la vi venir, esa lealtad qué ella daba debía tener una recompensa y que mejor que con un hombre al que ella reparo con dedicación y paciencia y que la ama.
Eyra tuvo su final feliz e hizo a dos hombres felices /Shy//Awkward//Awkward//Facepalm//Facepalm/
Me encanto de principio a fin.
Cruz Mejia
Buena jugada le hizo Silas a Rosalind 🤭 solo así se le quito lo tonta indecisa /Shy//Facepalm//Facepalm/
Una noche de pasión y lujuria desenfrenada para la parejita y el trío /Awkward//Awkward//Awkward//Awkward//Awkward/ años de abstinencia desbordada 🥵🥵🥵🥵🥵
Magdalena Escobar Aranda
así que regreso a su vida real Lisa
Magdalena Escobar Aranda
que pasará
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