NovelToon NovelToon
Renaci Para Morir En Este Apocalipsis...

Renaci Para Morir En Este Apocalipsis...

Status: Terminada
Genre:Magia / Traiciones y engaños / Apoyo mutuo / Reencarnación / Mundo de fantasía / Salvando al mundo / Completas
Popularitas:190.2k
Nilai: 4.9
nombre de autor: abbylu

En un mundo donde zombis, monstruos y poderes sobrenaturales son el pan de cada día... Martina... o Sasha como se llamaba en su anterior vida es enviada a un mundo Apocaliptico para sobrevivir...

NovelToon tiene autorización de abbylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 21

El silencio tras las palabras de Martina se extendió como una manta pesada. Nadie se atrevía a hablar. Los recién llegados se miraban entre ellos, evaluando lo que acababan de presenciar. Algunos sentían vergüenza, otros desconfianza, pero la mayoría comenzaba a comprender que ese lugar no era una democracia, ni tampoco una dictadura. Era un refugio gobernado por la lógica de la supervivencia… y por una niña con cicatrices más profundas que la herida en su pierna.

Martina respiró con dificultad. Le dolía el cuerpo, pero más le dolía el alma. Estaba cansada de ver cómo cada vez que ofrecían ayuda, las personas respondían con desconfianza y traición. Se apoyó en Mike, que aún tenía la mandíbula tensa por la ira. Steven permanecía al costado, con los ojos fijos en Karl y los demás, evaluando sus reacciones.

—Tienen hasta mañana al amanecer para decidir —añadió Martina con la voz firme—. Si deciden quedarse, lo hacen bajo nuestras reglas. No son esclavos, pero sí parte de una comunidad. Todos tienen un rol. Y si deciden irse... les daremos lo necesario para el viaje. Sin rencores.

Giró sobre su talón y comenzó a subir las escaleras. Mike y Steven la siguieron en silencio.

Una vez fuera del sótano, la tensión entre los recién llegados estalló como una olla a presión.

—¡Esto es una locura! ¡Nos están vigilando! —gritó una mujer de mediana edad.

—¡Nos amenazaron con matarnos si intentamos tomar comida! —añadió otro.

—No fue una amenaza —intervino Karl, frunciendo el ceño—. Fue una advertencia. Nos están mostrando hasta dónde están dispuestos a llegar para proteger lo que han construido. Y no los culpo...

Las miradas se centraron en él.

—¿De qué lado estás? —le preguntaron algunos, indignados.

Karl los miró uno por uno, y luego suspiró.

—Estoy del lado de mis hijos. De su seguridad. Y, sinceramente, estos chicos... han logrado algo que ninguno de nosotros pudo en los últimos meses. Sobrevivir organizados. No con fuerza, sino con estrategia.

Nadie respondió de inmediato, pero la semilla de la duda quedó sembrada. ¿Sería este el lugar seguro que tanto habían buscado, o solo otro infierno disfrazado?

---

Martina se dejó caer en el sillón del área común. Diego, su mano derecha, la esperaba con una taza de té caliente.

—¿Te sientes mejor? —preguntó él, sentándose a su lado.

—No —respondió ella con franqueza—. Estoy agotada. De la pierna, de la gente... de tener que demostrar todo el tiempo que no somos una amenaza.

—Te ganaste su respeto hoy.

—¿A qué precio? —susurró—. Me siento como si tuviera treinta años.

—Tal vez porque esta situación nos ha envejecido a todos más rápido.

Martina cerró los ojos por un momento. Le dolía el cuerpo, pero más le dolía el peso del liderazgo. A veces deseaba ser solo una adolescente más, preocuparse por exámenes y fiestas, no por decisiones de vida o muerte.

—¿Crees que se quedarán? —preguntó finalmente.

—Algunos sí. Otros no. Y quizás sea lo mejor.

---

Al amanecer, una parte del grupo decidió marcharse. Lo hicieron sin escándalo, aunque no sin resentimiento. Martina les entregó mochilas con provisiones y agua, una despedida sobria y silenciosa. No les deseó suerte. En el mundo actual, la suerte era un bien escaso, y no tenía sentido desperdiciarla con palabras vacías.

El resto se quedó.

Karl fue uno de ellos.

—Quiero que mis hijos estén seguros —le dijo a Mike—. Y si eso significa confiar en ustedes, lo haré.

Mike lo miró largo rato antes de extenderle la mano. Aún le dolía pensar que su hermana casi muere por salvarlos, pero sabía que la comunidad debía fortalecerse, no dividirse.

---

Durante los siguientes días, los recién llegados fueron asignados a tareas según sus habilidades. Algunos eran ingenieros, otros sabían cocinar, uno incluso era enfermero. Todos eran útiles, pero todos debían seguir las reglas.

Las jornadas eran intensas, organizadas con horarios estrictos. Se cultivaban hortalizas en invernaderos adaptados, se limpiaban filtros de agua y se mantenía la vigilancia activa en las torres perimetrales. A los niños se les enseñaba lo básico: matemáticas, lectura, primeros auxilios y hasta reparación de maquinaria. Martina lo había llamado *el programa de supervivencia juvenil*.

—No hay futuro si los niños no saben cómo sostenerse solos —solía decir—. Porque llegará el día en que nosotros ya no estemos.

---

Una noche, mientras el refugio dormía, Martina subió al techo. Su pierna aún dolía, pero se obligaba a moverla. No podía permitirse debilidades.

Desde lo alto, observó el horizonte oscuro. Allá afuera, el mundo seguía desmoronándose. A veces se oían rugidos lejanos o explosiones, ecos de vidas que no sobrevivieron.

Diego apareció a su lado en silencio, como siempre.

—¿Sabes lo que me da miedo? —dijo ella.

—Dímelo.

—Que lo perdamos todo por confiar en la gente equivocada.

Diego asintió.

—Entonces seguiremos vigilando. Observando. Haciendo lo necesario.

Martina lo miró.

—¿Incluso cosas que otros no entenderían?

Él le sostuvo la mirada.

—Especialmente esas.

---

En otra parte del complejo, Karl caminaba por el pasillo oscuro. Aún no se acostumbraba a que todo fuera tan ordenado. Demasiado perfecto. A veces esa perfección le resultaba sospechosa.

Pasó junto a una de las salas y escuchó a lo lejos el sonido de una radio. Al acercarse más, notó que provenía del cuarto de vigilancia y comenzó a buscar el origen con desesperación. Justo entonces, Martina, que había bajado del techo junto a Diego, al ver la puerta de la oficina de seguridad abierta, entró y al encontrar a Karl dentro, lo llamó:

—¿Se le perdió algo?

—Shhh... shhh... oí ruidos —respondió él, sin apartar la vista del interior.

Diego y Martina intercambiaron una mirada. A punto estaban de descartar la idea cuando el sonido del radio los alertó.

—¿Me oyen...? ¿Hay alguien ahí?

Sin perder tiempo, Martina entró en la habitación, buscando el dispositivo con ansiedad.

—Sigue hablando... te oímos —murmuró, como si la persona al otro lado pudiera escucharla también.

Rebeca, que realizaba sus rondas nocturnas, llegó al ver la luz de la oficina encendida y se encontró con los tres revisando el lugar.

—¿Qué sucede?

—Escucha —dijo Martina.

Rebeca afinó el oído y también percibió el murmullo débil del radio. Se acercó, tratando de precisar su ubicación.

—Qué extraño... parece venir de detrás de ese mueble, pero no logro atravesarlo...

Se arrodilló y tanteó alrededor, sin éxito. Entonces, se giró hacia los demás.

—Ayúdenme a moverlo.

El librero era inamovible. Parecía estar pegado a la pared. Karl lo examinó con atención y murmuró:

—Esta parece ser una casa muy antigua... Tal vez sea un librero secreto. Debe haber algún botón, alguna palanca, tal vez un libro especial que lo active...

Los tres comenzaron a revisar meticulosamente el estante, sin saber que estaban a punto de descubrir algo que cambiaría el rumbo de su refugio para siempre.

1
Ryan 😁😁
ESO YA LO ESCUCHE ANTES 🤭🤭🤭🤭
Ryan 😁😁
es verdad dios cuantos ya vas en llevarlos a mundo para que sufran al principio
Nan Nancy quinones
Excelente novela una historia de zombis muy humana retrasando las bajesaa y lo mejor de cada persona. Felicitaciones.🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰💘💘💘💞💞💞💞💞❤️❤️❤️❤️❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹
Nan Nancy quinones
Sus novelas son un disfruté para el corazón ya he leido sus novelas varias veces, me encanta Abigail y su charla con Dios y Amenadiel (ese par se las trae) y ahora esta nueva historia de zombis fue muy entretenida y como supiste retratar como el ser humano saca lo peor o lo mejor de sí en esos momentos, sobrevivir es importante pero no a costa de nuestra humanidad. FELICITACIONES NUNCA ME CANSO DE TU OBRA.🥰🥰🥰🥰🥰🥰❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
Dayana Fuchs
Excelente novela autora, algo diferente relacionado al fin de la humanidad como la conocemos para algo nuevo y menos conrropido..

Me encanto la fortaleza de Martina para mantener con vida a toda aquellos que querían vivir, llore bastante en el capitulo donde martina tuvo que acabar con la vida de sus padres para poder salvar a los que como ella luxgaban por un mundo nuevo, una desicion difícil si me po go en sus zapatos pero sumamente importante para sobre vivir.

😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳😳

Gracias por compartir con nosotros esta historia

👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏

💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖

🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷
Marlucha💋
Excelente y Emocionante historia.
Marlucha💋
Si Claro!, bastante que lo disfrutaste!
/Facepalm//Facepalm/
Marlucha💋
Sospecho que ese galán es Mike!
Marlucha💋
Toda una agonía ese viaje!!!
Marlucha💋
Sabias palabras Steven!
Marlucha💋
Desgraciada mentirosa!
Marlucha💋
Si fue un arma de doble filo
Marlucha💋
Después que se fue, vuelve a joder
Marlucha💋
Mala decisión!, luego terminan diciéndole a quien no deben sobre el refugio de Martina y Mike.
Marlucha💋
Aja! Karl después que alborotas el avispero!, no pretendas detenerlo con un dedo!.
Marlucha💋
Que bruta esta tipa
Marlucha💋
Así se habla Martina
Alejandra García aserradero
waaa
Marlucha💋
Carajito terco
ismeira ferrebus
chismosita la Rebeca/Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play