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Una chica hermosa, genial y talentosa llamada Kara Danvers trabajaba como agente doble, hasta que fue traicionada por su compañero… y murió.
Sin embargo, en lugar de ir al más allá, Kara transmigra al cuerpo de una niña adorable de 3 años, justo cuando la familia de la pequeña se encuentra al borde del colapso por culpa de una amante que llegó con su hija.
—¿Transmigré al cuerpo de una mocosa? —Kara Danvers no lo podía creer.
—¡Vaya, una rompehogares! Creo que merece una lección… —dijo Kara con una sonrisa maliciosa, desde el cuerpo de la niña.
¿Qué hará la agente doble dentro del cuerpo de esta pequeña tan tierna? ¡Vamos a descubrirlo!
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Capítulo 9
A la mañana siguiente, Vara ya se había bañado sola y luego se puso un bonito vestido azul de su talla de niña pequeña.
Al principio, la niñera Asih quiso ayudar a la hermosa niña a bañarse. Pero Vara se negó rotundamente.
Por supuesto, no quería que la ayudaran, aunque su cuerpo fuera el de una niña pequeña. Su alma seguía siendo adulta, estaba acostumbrada a hacer las cosas sola.
Aquí estaba Vara ahora, sentada en el sofá pensando seriamente. Su largo cabello, atado en una coleta con flequillo, la hacía parecer adorable.
¿Hasta cuándo estaré atrapada así? ¿Tendré que repetir mi vida otra vez?, se preguntó Vara en su interior.
La hermosa niña de 3 años seguía pensando. Se la veía fruncir el ceño, extrañada al ver el comportamiento de Lunaira y su madre, Amara.
¡Pero bueno! ¡¿Qué demonios hacen esta Kunti enana y la reencarnación de Kunti?! ¡Llevan un rato retorciéndose como gusanos usados de cebo!, refunfuñó Vara.
"¡Cariño! ¿Qué haces aquí? ¡Vamos afuera a recibir a tu amigo!", la suave voz de Selvira llegó a los oídos de la niña.
Vara se giró hacia su madre. "Vala se queda aquí, Mamá, además, no es como si viniela el plecidente", respondió la niña con inocencia.
Selvira hizo una mueca al escuchar la respuesta de su hija; a veces, las palabras de su pequeña estaban fuera de su alcance.
"Está bien, cariño. ¡Quédate aquí!", respondió Selvira, tocándole juguetonamente la barbilla a su hija.
Poco después, las voces de Lunaira y su madre sonaron entusiasmadas. Incluso se arreglaron la apariencia. Mientras tanto, Arvin y Selvira permanecieron en silencio.
Un hombre de la edad de Arvin, vestido con ropa informal, junto a su esposa y su hijo, apareció por la puerta.
"¡Bienvenidos Brian, Tania y Dominic!", dijo Arvin con una sonrisa amable.
Justo cuando Arvin se disponía a estrechar la mano extendida de su amigo, de repente un puñetazo le alcanzó la mandíbula.
¡PUM!
¡PLAF!
El cuerpo de Arvin cayó repentinamente al suelo, mientras se sujetaba la cara. Selvira, Amara y Lunaira gritaron sorprendidas al ver la escena.
Los ojos de Vara brillaron intensamente al ver a Arvin ser golpeado por un hombre de su misma edad.
¡Ahora sí que sí! ¡Desde ayer quería golpear la cara de ese lagarto de pantano, por fin alguien me representa!, pensó Vara, sintiéndose muy contenta.
"¡Mas Arvin!", exclamaron Amara y Selvira mientras ayudaban al hombre a levantarse, lo que hizo que Vara chasqueara la lengua con fastidio.
"¿Pero qué demonios te pasa? ¡Llegas y te pones a golpear sin más!", dijo Arvin, limpiándose la sangre de la comisura de los labios mientras se levantaba.
Sin embargo, no obtuvo respuesta. En lugar de eso, otro puñetazo volvió a derribar a Arvin al suelo.
¡PUM!
"¡Genial!", dijo Vara, cada vez más animada viendo el espectáculo.
"¡Mas Brian, basta!", dijo una mujer elegante, sujetando a su esposo.
"¡Suéltame!", le dijo Brian suavemente a su esposa, y luego caminó hacia Arvin.
Brian agarró con fuerza el cuello de la camisa de Arvin, con el rostro frío. "¿Pero qué demonios te pasa a ti, eh? ¡¿Cómo te atreves a engañar a Selvira?!", gritó el apuesto hombre con voz potente.
Arvin enmudeció al instante, mientras que Amara ya tenía una expresión agria. Resulta que es por el problema de Selvira, pensó Amara.
Vara se animó aún más; en su interior, vitoreaba al apuesto hombre que estaba golpeando a Arvin.
De repente, su vista fue bloqueada por alguien, haciendo que la niña chasqueara la lengua con fastidio. Sus ojos se encontraron con los de un apuesto niño de seis años.
"¡Apáttate!", dijo Vara, molesta.
El apuesto niño permaneció inmóvil en su sitio, con el rostro frío, lo que irritó a Vara.
¡Ay, por favor! ¿Y este mocoso quién es?, pensó Vara, sintiéndose furiosa.
"¡Te he dicho que te apáttates! ¿Tú quién eles, eh?!", dijo Vara bruscamente.
"¡No puedes ver esa pelea, todavía eres pequeña, Vara!", dijo el apuesto niño con voz suave.
¡Bah! ¡Si ya soy grande!, maldijo Vara para sus adentros, molesta.
"¡Ya toy gande, ¿sabes?!", replicó Vara, haciendo que el apuesto niño soltara una risita.
¡Bah! ¿Qué tiene de gracioso? ¡Este tipo es rarísimo!, maldijo Vara en su interior.
"¡Te traje un regalo! ¡Será mejor que lo veas, seguro que te alegras!", dijo el apuesto niño, ignorando la expresión de fastidio de la hermosa niña.
Cuando el apuesto niño le ofreció una bolsa de papel a Vara, de repente Lunaira se acercó y se la arrebató.
"Esto es para mí, ¿verdad, Dominic?", el rostro de Lunaira se iluminó y se lo presumió a Vara.
¡Bah! ¡Otra vez esta reencarnación de Kunti, que viene a estorbar la vista!, refunfuñó Vara en su interior.
El apuesto niño llamado Dominic recuperó rápidamente la bolsa de papel, haciendo que la sonrisa de Lunaira se desvaneciera.
¡Toma ya! ¡Se la quitó de nuevo!, pensó Vara, riéndose por lo bajo.
"¡Esto no es para ti! Es especialmente para Vara", replicó Dominic con voz fría.
¡Guau! Parece que este niño es frío, pero ¿por qué con Vara es tan tierno? ¡¿No será que le gusta Vara?!, conjeturó Vara en su interior.
"Entonces, ¿dónde está mi regalo?", preguntó Lunaira con cara de vergüenza.
"¡No hay!"
"Pff..." Vara intentó contener la risa; le encantaba la expresión fea que puso Lunaira.
De repente, Vara se levantó de su asiento y luego miró hacia los adultos; resultó que la pelea a puñetazos había terminado.
Tsk, ¡ya se acabó la pelea! ¡No me he quedado satisfecha viendo cómo golpeaban a ese lagarto de pantano! ¡Pero bueno, al menos hubo espectáculo!, pensó Vara.
El rostro de Brian todavía se veía frío. "¿Acaso sabes cómo se sintió Selvira cuando te casaste con tu exnovia?", dijo el apuesto hombre.
Arvin permaneció en silencio, mientras Selvira y la esposa de Brian intentaban separarlos.
"¡Mas Brian, basta!", dijeron Selvira y Tania al unísono.
Brian todavía no quería soltar el cuello de la camisa de Arvin. El hombre estaba realmente decepcionado con su amigo por haber engañado a Selvira y haberse casado con la mujer que una vez abandonó a Arvin solo por riqueza.
"¡Mas, recuerda! Hay niños aquí, especialmente Vara. Se asustará al verte así", intervino Tania suavemente.
Al escuchar el nombre de Vara, Brian soltó bruscamente el cuerpo de Arvin, haciendo que el hombre retrocediera un poco.
"¡Estoy realmente decepcionado contigo, Arvin!", dijo Brian con una mirada de decepción.
"¡Ya está, Mas!", Tania frotó el hombro de su esposo; en realidad, ella también se sentía decepcionada por la actitud de Arvin.
Selvira era su amiga, y tampoco quería que su amiga fuera herida por el hombre que tenía delante. Mientras tanto, Vara ahora estaba confundida por el comportamiento del apuesto niño frente a ella.
"¿Y tú quién eles, eh?", preguntó Vara, molesta.
"¿Te has olvidado de mí?", preguntó Dominic, sintiéndose triste.
¡No es que me haya olvidado, tío! ¡Es que no te conozco, mocoso!, pensó Vara, molesta.
"¡Vara, cariño! ¿Cómo estás?", la voz de una hermosa mujer saludó los oídos de Vara.
La hermosa mujer pasó de largo junto a Lunaira y Amara sin más, lo que las molestó aún más.
Tania se puso a la altura de Vara. "¿No te acuerdas de Mami?", dijo Tania suavemente.
¿Mami, qué? ¡Si ya tengo una, y ahora aparece otra Mami más!, pensó Vara.
"¡No te conoce, Tan! ¡Vara tiene amnesia!", intervino Selvira.
¡Plaf!
