CORAZÓN EN ASCENSO

...REINO OESTE (hace un mes)...

¡Crash! Sonó la copa en la pared dejando ver varios pedazos de cristal en el suelo, cerca de la pared se encontraba una bella joven con la cabeza agachada, pequeñas lágrimas salían de sus ojos, ella no entendía por qué su esposo actuaba así, todo empezó hace dos años cuando el regreso de una inspección donde se decía que vivía una sirvienta que él amaba.

No hay un solo día que me culpe a mí por haber perdido a su amada, pero la culpa la tienen sus padres por no dejarlo ser feliz mi única culpa es haber permitido que mi padre me obligara a casarme con él, y si no fuera poco antes de la boda su madre la reina nos dio afrodisíaco para que pasáramos la noche juntos de ahí nació mi pequeño hijo que pronto cumplirá los dos años, si no fuese por mi hijo tiempos me hubiese escapado.

Cuando Jediel le dijo que se fuera, ella salió apresurada de esa habitación, cada día que pasaba odiaba más tener que verle la cara a ese príncipe inepto.

Pasaron unos minutos cuando Jediel se quedó viendo cerca de la ventana ahí se empezaba a formar pequeñas chispas de humo que salían del suelo, se frotó los ojos pensando que estaba alucinando, pero al volver en se vio como una persona se acercaba, su cabello negro así contraste con su feroz mirada, Jediel dio un paso atrás, pero cayó sentado al piso.

—Puedo ayudarte a recuperar a tu amada— su voz sonó grave casi en eco

— Y cómo lo harás, ella murió — habló despacio

—Sabes que en el Imperio Velaryon existe criaturas mágicas y seres llenos de poder, con su magia podemos hacer que tu amada regrese de entre los muertos — toma un sorbo de vino

—En serio, y no es peligroso— 

— Lo es, pero soy yo quien te ayudará, solo necesitamos, a la princesa Álora, y más ahora que se va a casar con el príncipe de las sirenas, un hijo de ellos, traerá grandes condes mágicos — menciona, desapareciendo 

Su mente procesaba todo lo que había pasado desde ver cómo salía alguien del humo y cómo desaparecía, que en un momento algo hizo clic en su cerebro, Álora podría ser ella su amada, quizás no lo era su amada no podría casarse con alguien más que no fuera, y menos con una bestia marina, por eso son para él las criaturas, bestias que no deben de existir, tomó la pluma que el sujeto dejó y la guardó en su bolsillo, hará todo lo que está en sus manos para resucitar a su amada.

...Fin Punto de vista ...

Álora cargaba un gato blanco en sus manos mientras daba un paseo por la capital en compañía de su madre y sus doncellas, todos se alegraban de ver completa a la familia real.

—madre vamos al restaurante de Zaria — tiene semanas de no ver a su adorada amiga 

Un delicioso olor a vainilla con jazmín les llegó al solo entrar al restaurante que estaba lleno de personas que al solo ver quienes habían entrado se levantaron e hicieron una reverencia profunda, Zaria salió desde la cocina, esta les hizo una reverencia y las dirigió a la segunda planta del restaurante donde están las mesas en habitaciones separadas para personas importantes.

—Veo que te va muy bien querida Zaria — habla mi madre tocando su mejilla 

— Sí majestad, todo esto no sería posible sin Álora — menciona, yo le sonrió 

— Eres mi amiga, tengo que ayudarte — le digo 

— Lo sé, iré por sus alimentos — estaba a punto de salir

— Quedate, tenemos días de no vernos — le pido

Pasaron unos minutos cuando dos doncellas nos traían nuestra comida que era lomo de res a la plancha, con arroz blanco, ensalada de verduras y puré de papa, de tomar era limonada, para esta calor que hace es perfecta.

— Escuche, que su alteza andaba en una misión — pregunta ella 

— Si, ayer llegamos de la misión, nada interesante solo que casi caigo del caballo — 

— Aún le cuesta dominarlo — 

Asiento a lo que ella dice, ya que tengo mi boca llena, mi madre solo nos observa hablar mientras sonríe, dejó escapar una risita.

Veo como un carruaje se estaciona afuera del establecimiento, por instinto me levanto, puesto que ese carruaje viene del palacio veo como el que se baja es Asher, así que si cumplió su promesa de venir por nosotras, sonrió de lado, por la puerta de la habitación entra él siguiendo a la doncella al estar cerca de nosotras hace una reverencia a mi madre y pasa a sentarse junto a mí. Ella le sirve un poco de limonada, él agradece y se la toma después comienzan a hablar de cómo les fue en la misión aunque su madre ya lo sabía aún, así disfruta escuchar sus relatos.

Al solo llegar al palacio se ve como los caballeros van en grupos para patrullar todo el palacio incluso algunos salen para asegurarse de que todos estén bien protegidos, en estos momentos no se sabe quién podría estar en peligro de ser secuestrado, el medio sacude al Imperio, pero nadie ha flaqueado aunque saben que alguien los anda cazando saben que deben de estar firmes y no dejarse doblegar.

Al entrar al salón mi padre y hermano están con la mirada perdida es como si hubiese pasado algo catastrófico, pero no sabría si eso es verdad

— Luego de que salieran, al palacio llegó una carta — explica Asher 

— ¿Qué carta?— preguntó 

— Es del reino del oeste — habla mi hermano viéndome 

—¿Y qué quieren?— me intriga saber

— Nos invitan a su carnaval de primavera que será en tres meses — Responde 

— Si no fuera, por qué tú les tuviste compasión, tiempos hubiera destruido ese imperio — habla mi padre 

Una semana después que ellos partirán la reina de ese reino mandó a incendiar la casa de campo, pero no contaba que al llegar encontraran solo cenizas en el lugar y algunos huesos humanos calcinados.

 Y como los dos soldados decidieron acompañarla, le confesaron que todos iban a morir en esa casa.