Hace mil años, en un valle oculto de Nørhaven, se conocia una leyenda que el dragón legendario, conocido como el "Dragón Dorado", nacerá en un "receptor", el oráculo profétizo, que" una joven guerrera lo tendrá en su interior, y solo encontrando a quien su corazón anela despertara".Los clanes idearon una batalla de guerreros, fue cuando el poder de Aria despertó pero.. Su poder aun era una parte,
Aria, una hermosa Joven muy dulce, pero su gran error fue confiar en su amiga Lyra, quien astuta y ambiciosa, llena de celos al ver como los príncipes la querían, motivada por su deseo de obtener poder para sí misma y proteger sus propios intereses, comienza a planear su muerte, lleno de mentiras a los príncipes, culpando de estar aliada con el príncipe Kael, el villano , quien ni quiera la conoce, Muriendo cruelmente frente a todos.
..Pero nadie se vio venir que ese fue su final para el valle, desatando la furia de los dioses, quien dio la reencarnación de otra alma a Aria.
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Krigerprøve
Ese mismo día, en otro lugar del valle, Lyra y su madre anduvieron de reunión en reunión haciéndose las súper dolidas por la “pérdida” y el “maltrato” que Aria le había hecho a Lyra, haciendo creer a las mujeres de clase que Aria dejó de hablarle solo por darle una opinión.
Muchas mujeres mayores les creyeron y tomaron a Aria como una maleducada y caprichosa. A otras no les convenció del todo, pero un buen chisme por la mañana y a la hora del té siempre era entretenido.
Así estuvieron todo el día, pero no pudieron pasar por el pueblo porque Ester sintió que las seguían y regresaron. Sin embargo, Lyra llevaba días sin ver a las hermanas Larisa y Marisa, así que decidió ir a su casa.
—Lyra… —dijo Alba, la madre de las hermanas, con un tono de mal gusto.
—Hola, duquesa Alba… ¿Larisa y Marisa se encuentran? —preguntó sonriente.
—Sí, pero no podrán compartir nada contigo. Tampoco quieren saber de ti. Así que, por favor, retírate —respondió firme.
Lyra quedó tiesa y sin entender.
«¿Qué esas idiotas no me quieren ver? ¿Será por lo del baile? Brujas.»
—Pero… ¿por qué, duquesa? ¿Es por lo de la ceremonia? Fue un mal entendido… Aria me trató muy mal y… —sollozó— yo solo intenté ser buena. Ella es muy cruel conmigo…
—Mira, niña —dijo ya enojada al ver sus lágrimas de cocodrilo—. A mí no me engañas. No se juntarán con alguien sin clase. Sabemos muy bien que solo mientes. Retírate, y no las busques más —dijo furiosa, entrando y cerrando la puerta en su cara.
Lyra bufó en el lugar con odio. Se fue molesta, tirando maldiciones entre dientes.
«Maldita y mil veces maldita. Te maldigo, Aria… y ustedes, hermanas estúpidas.»
Llegó a su casa y se lo contó a su madre, quien solo sonrió entre dientes.
—Te dije que los rumores te definen, niña. Pero mañana se arrepentirán. Ya verás que vendrán a pedirte disculpas cuando sepan que Aria es una mocosa caprichosa, ya verás —bebió de su vino—. No me esperes… iré con el Rey —dijo Ester, poniéndose la capucha y subiendo al carruaje.
Lyra se acostó furiosa y esperaba ansiosa que mañana llegara para ver humillada a Aria en la competencia.
«Mañana serás el hazmerreír, Aria… ya verás, maldita bruja.»
La mañana llegó. El gran día de la competencia de Krigerprøve comenzó en la Gran Lona de Guerreros, una zona larga como un estadio al aire libre, con tarimas para todas las personas del valle y la imponente vista de los tronos en medio de los tres príncipes. Las tres banderas flameaban con sus colores: la Valkir roja, los Osckor negros y los Kvalir blancos, todas en lo alto del podio.
Aria llegó con su grupo después de ponerse el uniforme tradicional —siendo la única que realmente lo llevaba—, mientras otras mujeres estaban súper producidas, maquilladas y peinadas.
“Mírala, es otro hombre más.”
“Parece un ogro.”
“Seguro huele como uno de ellos.”
“Qué horror, miren esa ropa.”
Aria ignoró los comentarios; ninguna de ellas estaba allí para pelear y seguramente quedarían fuera en la primera jugada.
—¿No creés que mostrás mucho? —dijo Lucas, mirando su abdomen expuesto.
Aria suspiró, levantando una ceja y señalando a las demás, que estaban con pollera y súper escotadas, listas para que se les escapara algún pez*n por lo fina que era la tela.
—¿Es broma, verdad? No tengo problema, me visto así. —Se dio vuelta, pero él la jaló hacia el grupo, y los demás chicos negaron.
—Estás perfecta.
—Sí, sí… señorita, muy hermosa —dijo Tay. Lucas lo fulminó con la mirada.
—Gracias, Tay, sos muy dulce —le apretó los cachetes. Lucas frunció aún más el ceño y apartó su mano.
—No lo malcríes, no es un niño —dijo celoso. Aria rodó los ojos.
Llegaron afuera y la gente ya estaba en sus lugares. Vio de lejos a Ely llegar con sus padres al podio de los príncipes… y a Kael, que le sonrió. Ella correspondió.
A su lado se sentó el Oráculo, con una mirada muy interesante. A la izquierda de Kael estaba León y, junto a él, su hermano, que estaba feliz, asomado en el alto podio. Dario estaba a su costado con su madre, Rosa; su padre llegó tarde y se excusó, algo que a Rosa le causó evidente molestia.
—Espero que este año alguien muera. Si no… será un aburrimiento —agregó Dario. Los demás lo miraron molestos.
—Un poco de sangre no hace mal —rió Rosa, apoyando a su hijo.
Ely tomó a Carlota de la mano; estaba muy preocupada por Aria. Su poder era cada vez más fuerte, y sus enojos podían detonarlo y dejarla en evidencia.
—Ese… es Crow —dijo Javier, señalando a un grupo.
Aria lo miró fijo, y sus miradas se cruzaron un instante.
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Aria silbó —Fiuuuu—.
—Sí que está fuerte… se ve como un hombre normal —largó en voz alta.
—No te confíes, no durará en matarte. Su punto débil es su cabello, pero nadie puede tocarlo sin antes morir en el intento —dijo Tayron.
—¿Ves a ese de allá? —señaló al joven sin brazo y con una gran herida en el ojo—. Estuvo a punto de ganarle, pero Crow liberó su poder de centauro en el último momento y fue su fin —agregó Lucas.
—¿Poder de centauro? —Aria lo miró.
—Sí. Retiene su enojo hasta cansar a su oponente, y cuando están en lo último, lo libera. Eso le da la victoria. Aunque sin eso ya es fuerte… solo imagínatelo —dijo serio.
—Ya veo… —«Tendré que contenerme más de lo que pensé».
El cuerno sonó y los grupos quedaron frente a los príncipes, mirándolos.
—Bienvenidos, Valle de Nørhaven, al Campeonato de Krigerprøve más grande de este año —gritaba el organizador. La multitud aplaudía, emocionada—. ¡Este año el increíble y temible Crow competirá por su décima victoria!
Los aplausos retumbaron y Crow dio un paso adelante, sosteniendo su gran cinturón y levantando las manos como un victorioso.
—Será una emocionante, exquisita y… ¡temible pelea final! La más esperada… ¿quién será el valiente que gane? —rió—. O… el que sufra una terrible muerte. —Apuntó a los jóvenes—. Ya lo veremos…
La gente rió.
—Con ustedes, nuestros tres príncipes, quienes mirarán y evaluarán a los posibles nuevos guerreros que cuidarán del valle. Le doy la palabra al príncipe Kael, quien guiará la gran celebración.
La gente gritó y aplaudió aún más.
En ese momento, los padres de Aria llegaron. Estaban justo en frente del podio; la saludaron felices. Aria les devolvió el saludo. Del otro lado llegó Lyra con su madre, ambas muy coquetas, como si fueran ellas las protagonistas.
—Mira, madre, está horrenda —susurró Lyra.
—Sí, cariño, es todo un hombre… agh. Ni te preocupes, tendrás a los príncipes en tus manos —sonrieron las dos.
—Bienvenidos, Valle de Nørhaven. Que hoy nuevos guerreros ganen, y que esta competencia no sea solo un juego del más fuerte, sino del que tenga honor y valor para lo que viene… la responsabilidad de cuidar el reino y a su gente —dijo Kael. La gente aplaudía y respondía “sí” al unísono—. Que la fuerza de Zeus los lleve a una gran victoria. ¡Que comience el primer entrenamiento! —terminó con más aplausos.
Los grupos se colocaron a un costado. El grupo de Lucas quedó en medio de las jóvenes escotadas y, al lado, el grupo de Crow, que no tardaron en hablar al ver a Aria. Del otro lado estaba el grupo del valle vecino.
—Pero miren, una sola mujer con ocho hombres —dijo uno, burlón.
—Seguro son sus perros falderos —agregó otro, riendo.
—Una mujer con ese cuerpo tan pequeño no sirve para pelear —agregó Crow, mirando fijo a Aria. Ella lo miró sin importancia, sonriendo ladina, algo que lo hizo soltar un gruñido.
—No los escuches, señorita —dijo Javier.
—No me interesa. Sé de lo que soy capaz, igual que ustedes —respondió Aria, estirándose un poco.
—Aria… veo que estás sin Lyra. Dime, ¿lo de juntarse con la servidumbre te sacó la idea de ser alguien más? ¿Acaso te sientes igual que ellos? —dijo una, burlona.
Aria ni la miró.
«Solo cuenta, Aria. Cuenta… hasta un millón si es posible.»
Siguió estirándose.
—¿Ahora eres sorda o solo lo haces para que te miren? —agregó otra, molesta por la ignorancia de Aria.
Los chicos se miraron, apretando los dientes al ver cómo la molestaban, mientras ella ni se inmutaba.
—¿Se les ofrece algo? —dijo Félix, molesto.
—Ay, joven Félix, solo vinimos a darle ánimos a Aria, pero parece que solo está ignorándonos… Seguro está aquí para conseguir algo de atención, ¿no cree? —dijo con un tono provocador.
—Ch… ¿y ustedes? —dijo directo. A la joven se le borró la sonrisa—. Porque me parece que son ustedes las que vinieron de decorado.
—Sí… ni siquiera vinieron a las prácticas. No sé para qué se presentaron —agregó Tayron.
Las jóvenes chistaron con enojo. Una apretó su falda y la otra se cruzó de brazos.
—Ch, como si ella hiciera eso… ¿qué mujer delicada podría? Solo es cosa de hombres —dijo una, burlona.
—No faltó a ninguna, y es una de las mejores guerreras que tenemos —dijo Lucas, mirándola fijo.
Los chicos dieron una mirada mortal a las jóvenes, que apretaron los dientes al ver cómo la defendían.
—¿No dirás nada, Aria? —preguntó una, furiosa.
Aria la miró… y sonrió ladina.
—Gracias por preocuparse por mí. Les daré un obsequio —dijo, buscando en su pantalón. Hurgó en su bolsillo, haciendo que las miren intrigadas. Aria sacó el dedo del medio—. Uy, ese no era… —dijo burlona, repitiendo lo mismo con el otro bolsillo y mostrando su otra mano… también con el dedo del medio.
Las jóvenes se sintieron súper ofendidas, aunque ni siquiera sabían qué significaba. Se dieron vuelta, furiosas.
En lo alto, Ely vio todo. Sabía perfectamente lo que significaba y soltó una risa mientras negaba.
«Ay, Ari… eres una perversa. Se lo merecían.»
—Hija… ¿qué significa eso? —preguntó Carlota al verla.
Ely se lo susurró. Carlota abrió los ojos y empezó a reír bajito, contándoselo a César, que también estaba de chismoso.
Los chicos se rieron de lo que hizo Aria, aunque dudosos. Ella les explicó y les enseñó.
—Cuando le dé una patada en el trasero a Crow y ganemos, hagan esto a esos idiotas. Les juro que se van a sentir más que satisfechos —dijo Aria.
—Claro que sí. Ahora que sé qué significa, será mi seña favorita —rió Tay.
—Pensamos igual —rió Tayron.
—No le enseñó eso a la princesa, ¿verdad? —preguntó Javier.
—Ay, Javier… es una mini versión mía. Vive con eso —le palmeó la mejilla. Los demás reían y él negaba resignado, aceptando que la dulce Ely había aprendido cosas obscenas de Aria.
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Todos estaban en posición. La primera jugada empezó y el grupo de las mujerzuelas perdió, como era sabido. Aria las saludó burlona junto a los chicos cuando se retiraban a la banca, haciendo que la miraran mal.
El próximo juego fue pan comido. Los chicos se movieron ágilmente y ganaron a tiempo, eliminando a otro grupo. Ya solo quedaban ellos, el grupo de Crow y el del valle vecino.
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Les dejo la imagen del Oráculo
Autor/a cambia al personaje 😭😭😭😭
Lo confirmo excelente creatividad
Amo manera de ver más me agrada Kael ,lo malo es que muy tímido y de esta quedando,pero si puede tenerlo a el como Rey y los demás como concubinos sería genial jajaja 🤣😃😂