La Terrible Obsesión De Jeremy Luar

Luego de finalizar sus compras, Jeremy salió de la Deep Web y apagó su portátil guardándolo en su cuarto, después de eso se quedó sentado sobre su sofá con los brazos cruzados, pensando en como llevar a cabo el asesinato de Josh, Tenía claro que fungirá un suicidio, pero exploraba detalles de cómo lo iba a hacer, también pensaba en como acercársele, Jeremy ni siquiera sabía dónde vive Josh, pero con la ayuda de Ryan puede resolver ese problema.

Con el pasar de las horas, Jeremy seguía pensando en la ejecución de su malévolo plan, anotaba en una pequeña libreta todos los pasos a seguir, todos perfectamente bien detallados y que serían llevados al pie de la letra, tanto así que no se dio cuenta de la hora —¡Mierda! Es verdad que quedé con Scott en el Punto Coín— Exclamó Jeremy mientras salía corriendo hacia su cuarto a toda velocidad para cambiarse. Mientras se acomodaba los pantalones, su celular que estaba encima de su cama empezó a vibrar y sonar, Jeremy lo tomó y vio que el que lo llamaba era Scott por lo que le atiende.

—Alo Jeremy ¿Donde estas?—

—Coño Scott discúlpame, pero me quedé ocupado haciendo unas cosas y me retrasé un poquito, espérame que ya voy— Dijo Jeremy mientras se colocaba una camisa manga larga.

—La puntualidad es algo que no conoces ¿Verdad Jem?— Respondió Scott antes de colgarle la llamada.

Jeremy se apuró para terminarse de vestir, y tomó las llaves de su apartamento, para posteriormente salir de él. Cuándo ya se encontraba en la recepción, saco su teléfono y pidió un Ubert para llegar a su destino lo más rápido posible, eran las 7:10 PM, y se suponía que debería estar ya 10 minutos antes en el Punto Coín.

El Ubert se tardó en llegar 9 minutos, y llevó a Jeremy a su destino en 16 minutos, por lo que tardo 25 minutos en llegar a su destino, eran aproximadamente las 7:35 PM, Scott se encontraba a las afueras del local, estaba de pie recostándose de un poste de luz, con los brazos cruzados y estaba un poco molesto por la impuntualidad de Jeremy.

Jeremy salió del Ubert despidiéndose del Chofer y caminando hacia el poste donde estaba Scott.

—Bonita hora que llegas cabrón— Dijo Scott con un tono molesto y serio.

—Por favor Scott lo siento, te dije que se me hizo tarde porque me encontraba ocupado—

—Carajo Jeremy está no es la primera vez que pasa, siempre que salimos tardas en llegar más de lo normal, fíjate ya son las 7:35 PM y quedamos a las 7, para la próxima trata de hacer tus cosas más temprano, para que así te dé tiempo— Respondió Scott

—Si Scott si, lo que tú digas, mira mejor deja de llorar y entremos de una vez—

—Ok Jeremy, pero ya por favor que no vuelva a ocurrir, deja de ser tan impuntual la puta madre—

Los muchachos dejaron de discutir, y caminaron hacia la puerta de entrada del lugar. El punto Coín era un mediano local donde vendían alimentos y bebidas alcohólicas, aparte de eso tenía un área de juegos, donde había mesas de billar, mesas de mini fútbol y mesas de Air Hockey, las cuales era el lugar favorito dónde Jeremy y Scott se la solían pasar en todo el lugar.

Al entrar a local, fueron recibidos por el portero del local, el cual conocía a los chicos, ya que estos iban varias veces al lugar y ya los conocía y les tenía confianza. Adentró del local, habían adultos, niños, adolescentes y Universitarios que también fueron a pasar un buen rato en el sitio, había parejas y chicos bebiendo en la barra del bar, Jeremy y Scott se pusieron un poco nerviosos, por el hecho de que no contaban con que iba a ver tanta gente en la zona.

—¡Scott! Me dijiste que no vendría tanta gente carajo— reclamó Jeremy todo nervioso.

—Perdóname Jem, yo pensé que no vendría tanta gente, pero bueno ya estamos aquí sigamos adelante.

Jeremy y Scott se dirigieron hacia el área de juegos, y empezaron a jugar billar con dos sujetos alcoholizados, hasta que uno de ellos debido al alcohol vómito sobre la mesa de billar, manchándola con todo y canicas, los muchachos se fueron de allí para dirigirse a la mesa de Air Hockey y empezaron a jugar ellos dos ahí, pasaban las horas y los muchachos seguían jugando en la mesa de Aire Hockey, hasta que se aburrieron y caminaron hacia la barra del bar para pedir un par de tragos.

—¡Oiga! Dos margaritas por favor— Le dijo Jeremy al Bar tender

El Bartender saco las herramientas con las que preparaba los tragos y eso un pequeño espectáculo visual para los chicos mientras les servía sus tragos.

—Salen dos de Margarita— Dijo el Bartender mientras le daba los cócteles a los chicos.

Siguieron bebiendo y charlando con total normalidad, hasta que escucharon una voz muy conocida al lado de ellos, era Víctor, que se encontraba en el lugar medio ebrio y ya con varias botellas de whisky tomadas.