¿Te imaginas lo extraño que es para una chica nerd convertirse en una marimacho? Simplemente sigue la historia....
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Capítulo 11
Key se estiró lentamente, sintió un dolor agudo en la articulación de su hombro. "Cállate un momento. Déjame explicarte", dijo.
Mike soltó su agarre. "¡Explícate! ¿Sabes que casi nos volvemos locos al oír que moriste por culpa de tu padre? Estábamos deprimidos porque, como amigos tuyos, no sabíamos que habías estado enferma todo este tiempo. No solo enferma del cuerpo, ¡sino también del corazón...! Sabemos que tu físico fuerte era un reflejo de tu frágil corazón todo este tiempo, Key. ¿Por qué nunca nos contaste? Para que lo sepas, si hubiéramos sabido que tu vida era tan cruel, ¡habría acabado con tu familia hace mucho tiempo!", espetó extensamente.
"¿Eres realmente Key? Pero, ¿por qué tus mejillas están tan regordetas? Y tus ojos redondos, eres tan adorable", dijo Boy mientras pellizcaba con ternura la mejilla de Key.
Key apartó la mano de Boy. "No me pellizques, ahhh", dijo Key con pereza.
Los ojos de Boy se agrandaron. "Realmente eres nuestra Key. Ninguna chica se sentiría avergonzada si le hiciera eso. Eres nuestra Key", dijo alegremente. Sí, Boy era uno de los chicos más guapos allí. Por eso nadie lo rechazaba debido a su encanto, ¡nadie...! excepto Key.
"Explícanos, Key", decidió Andes. Él era el más maduro de todos. Tomó la mano de Key para que se sentara en la calle, mientras los demás rodeaban a Key. En realidad, tenían docenas de miembros, solo que los que estaban cerca de Key ahora eran 4 personas. Precisamente, los hombres más respetados entre los otros miembros.
Key se sentó frente a Mike. Exhaló. "Soy Keyna, en efecto. Pero mi cuerpo no lo es", respondió con resignación.
Todos los miembros fruncieron el ceño. "¿Qué quieres decir? ¿Te operaste?", replicó Andes.
Key negó con la cabeza. "Si se los digo, dirán que estoy loca. No sé, cuando desperté, mi cuerpo de repente estaba en este cuerpo. También me confunde explicarlo", explicó.
Mike rio con desdén. "Solo di que te operaste para alejarte de tu familia. No quieres que te reconozcan, ¿verdad?"
Key se encogió de hombros con indiferencia. "Si no me crees, pues bueno... pero esta es la realidad".
"Pero, ¿en qué grado estás, Key? ¿Por qué eres tan adorable? No como la Key salvaje de antes", dijo Boy mientras pellizcaba con ternura la mejilla de Key, incluso la sacudía.
Key chasqueó la lengua, molesta. "Esta es una mejilla. No un globo, ah... Además, no soy una niña, ya estoy en la universidad".
Sus rostros mostraron sorpresa. "¿En serio? Pero, ¿por qué tu cuerpo parece el de una chica de secundaria? Estás desnutrida", pió Alex.
Key los miró con pereza. "No lo sé, pero también me fastidia este cuerpo, ¡resulta que soy tan delgada y de figura delicada!", dijo molesta.
Ellos rieron entre dientes mientras golpeaban el hombro de Key. "Sí, es verdad. Pero me gustas así. Tan adorable. Dan ganas de morderte esas mejillas", replicó Mike con ternura, incluso mostrando los dientes con ternura mientras miraba las mejillas de Key.
Key chasqueó la lengua molesta. "Bah, olvídalo."
Pero unos momentos después abrazaron a Key. "Estamos contentos de que no nos hayas dejado, Key. Ya eres parte de nosotros. Te queremos mucho", dijo Andes en representación de los demás.
Una leve sonrisa apareció en el rostro de Key. "¿Olvidaron que no me gustan los abrazos?"
De inmediato, todos ellos se relajaron. Miraron la sonrisa maliciosa de Key, que les pareció aterradora. "Resulta que sí eres Key", dijo Boy tragando saliva con dificultad.
Pero sus ojos se fijaron en un hombre que de repente tiró de la mano de Key con fuerza. "A casa", dijo con voz monótona.
"¿Qué demonios haces? ¿Quién eres tú?", Mike apartó bruscamente la mano de Riko de la de Key. Incluso empujó el hombro de Riko, haciéndolo caer.
Riko miró a Key y a los demás con rabia, mientras Key se mostraba indiferente, aunque en el fondo de su corazón se sentía un poco culpable y quería ayudarlo.
Riko se levantó y golpeó directamente a Mike. "¡Maldito seas!", gritó.
"¡Oye, estás buscando la muerte!", gritaron los otros. Empezaron a atacar a Riko en grupo. Por alguna razón, el corazón de Key no soportaba ver el cuerpo de Riko ser golpeado brutalmente por Andes. Corrección, precisamente solo Andes, mientras los demás solo miraban. ¡La pandilla Galaksi no eran cobardes a los que les gustara atacar en grupo...! ¡Recuerden eso...!
Llegaron golpes sucesivos, pero se volvió más caótico cuando llegaron los amigos de Riko.
"¿Qué le están haciendo a Riko, cabrones?", gritó Lie.
"¡Malditos!", gritó Gilang.
Rápidamente atacaron a Boy, Alex y también a Mike. Por supuesto, Riko y compañía perdieron.
Los amigos de Key no eran chicos de la calle comunes, eran salvajes y no temían a la muerte. Ya se ha dicho que eran salvajes. Incluso uno de ellos era un jefe de la mafia.
Todos los que miraban hicieron una mueca. Sabían que esta pandilla era muy temida por su ferocidad. Por cierto, no olviden que esta pandilla pertenecía al padre de Mike, el líder de la pandilla Galaksi.
Mientras tanto, Key simplemente observaba en silencio cómo su hermano y sus amigos peleaban con sus amigos. Cuando Riko y compañía ya habían caído con moretones azules en sus rostros, mientras que los amigos de Key no tenían ni un solo moretón, excepto Mike porque fue golpeado por Riko de repente, Key finalmente habló con voz monótona.
"Déjenlos ya, no es nada divertido ver a sus oponentes como unos maricas. Un pequeño puñetazo y caen enseguida".
Riko miró a Key sorprendido. Se apoyó con su mano derecha. Su cuerpo estaba muy débil en ese momento, pero sintió como si su corazón fuera pinchado por una aguja al oír que Key no lo ayudaba. Incluso lo llamó 'marica'.
"Totalmente cierto", replicó Boy riendo entre dientes. Volvieron a rodear a Key, mientras Key miraba a Riko y compañía con expresión impasible, cruzando los brazos sobre el estómago. "Vámonos", dijo mientras se iba sin mirar a Riko, quien la observaba alejarse con molestia.
"Qué mala suerte...", replicó Lie.
"Esos tipos son unos cabrones", pió Ednan con ferocidad.
"Pero, ¿quién era esa chica de antes? También era genial", pió Gio.
Mientras tanto, Riko seguía en silencio, sin poder creer que Key hubiera cambiado tan drásticamente. Incluso ese rostro inocente ahora había sido reemplazado por un rostro que ya no reconocía. Su hermana torpe e inocente, la chica miedosa que siempre lloraba, ahora se había convertido en una chica tomboy y fría. ¿Ese cambio hacía que Key pareciera una extraña para él? Y por alguna razón odiaba admitir que no le gustaba eso.
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Key regresó del lugar de las carreras después de intercambiar números de WhatsApp con Mike y compañía. Estacionó el coche en el garaje y entró por el poste por el que había trepado antes. Ahora el reloj marcaba las 02:09 de la madrugada. Se apresuró a quitarse la chaqueta y decidió dormir. La costumbre de Key era dormir boca abajo, porque desde pequeña tuvo que ocultar sus lágrimas tras la almohada, y esa costumbre todavía la mantenía hasta ese momento.
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Key abrió los ojos lentamente, lo primero que vio fue un jardín muy hermoso. Sí, el jardín estaba adornado con muchas rosas negras que le gustaban, además de mariposas revoloteando. Una sonrisa fugaz se dibujó en el rostro de Key. "¿Esto es el paraíso? ¿Ha desaparecido ya la carga de mi vida?", murmuró con los ojos brillantes.
"Todavía no. Tu vida aún es larga...", respondió una voz detrás de Key.
De inmediato, Key se dio la vuelta. Frunció el ceño al mirar a la chica frente a ella. Esta chica era la dueña original del cuerpo que ahora ocupaba. Sí, era la verdadera Keyla. "¿Eres Keyla, verdad?", preguntó Keyna con duda.
Keyla sonrió levemente. Tomó la mano de Key con suavidad. "¿Quieres ayudarme?", preguntó con fragilidad.
Keyna miró a Keyla con expresión interrogante. "¿Ayudarte con qué?", respondió con voz monótona.
Keyla miró a Keyna llena de esperanza. "Cuida de mi familia, ¿sí? Están en peligro, pero tengo que dejar este mundo. No soy tan fuerte como tú, soy frágil", respondió.
Keyna miró a Keyla llena de preguntas. "¿Qué quieres decir? Ya estoy muerta. ¿Cómo podría proteger a tu familia? Y yo también soy frágil", pió con cinismo.