Mi nombre, consideró que mi nombre no tiene relevancia, porque mi vida nunca fue relevante para nadie, todos me utilizaron según su conveniencia, mi padre me comprometió con Álvaro Duque de Frost, un hombre que me ignoró y trajo una concubina quien en realidad era el amor de su vida, esa mujer con sus intrigas y acusaciones falsas, casi logra matarme, pero voy a luchar por obtener mi final feliz.
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Locura
Paula y Guillen salen del Ducado sin ser vistos, luego de unos minutos Vanesa reacciona y sale histérica a pedir ayuda, cuando se encuentra con Álvaro le cuenta lo sucedido, él no cree en sus palabras porque ningún guardia vio algo extraño esa noche, y Paula no podría ingresar al Ducado sin ser reconocida, además de que debe seguir recuperándose de los golpes que tenía, por lo que, asumen que todo es un invento de Vanesa, o tuvo una pesadilla, así que, no le toman importancia.
Por su parte, Vanesa pensando que la habían envenenado paso toda la noche inquieta y no logro dormir, en la mañana le rogo a Álvaro que la dejara acompañarlo porque tenía miedo, al verla histérica lo permitió, angustiada intento no quedarse dormida, pero el sueño la venció, así que, Álvaro la llevo a su habitación en cuanto se levantó vio a los antiguos Duques allí, por lo que, se asustó y grito por ayuda, enseguida algunos empleados ingresaron al lugar.
- Empleada: ¿Qué le sucede?
- Vanesa: no los pueden ver, los antiguos Duques están parados ahí.
- Empleada: concubina ahí no hay nadie, por favor cálmense,
- Vanesa: ahí están, acaso eres ciega.
- Tomás: ¿Qué sucede?
- Empleada: la concubina dice que los antiguos Duques están ahí, no es posible, si fallecieron hace años.
- Vanesa: estaban parados en mi habitación.
- Tomás: por favor tranquilícese y mire, no hay nadie ahí.
- Vanesa: ustedes mienten.
- Tomás: ayer dijo que vio a la Duquesa y hoy a los antiguos Duques, creo que estar encerrada la afecto, apenas fueron unos días.
- Vanesa: no miento.
- Tomás: no digo que mienta, esta alterada, mire de nuevo en su habitación no hay nadie.
Vanesa con cuidado observa de nuevo el lugar y ya no puede observarlos, con vergüenza admite que tienen razón, así que, la empleada y Tomás se van de la habitación, enseguida la empleada que vio lo sucedido esparce el rumor que la concubina está haciendo esto para que el Duque le levante el castigo.
Los rumores no solo se esparcen en el Ducado, entre las damas de la sociedad ya se habla de cómo la concubina había atacado a la Duquesa Paula y que su esposo no la había defendido, por lo que, el padre de ella tuvo que ayudarla, no conforme con eso la concubina había hecho un berrinche para salir impune de cualquier castigo al parecer le había funcionado, todos lamentaban la situación de Paula y criticaban la indiferencia del Duque.
Con el paso de los días Vanesa seguía viendo a los antiguos Duques, sus encuentros duraban más tiempo, incluso ella menciona que ellos la perseguían, Álvaro al verla cada día más demacrada llamo a un médico quien le dio algunas pociones para tranquilizarla y que pueda dormir.
Paula escucho los rumores y decidió intervenir de nuevo, cuando ingreso a la mansión del Duque encontró a Vanesa dormida, por lo que, decidió cambiar las pociones, cuando estaba por retirarse ella despertó.
- Querida me enteré que estabas delicada y vine a verte, ya me voy, no quiero que piensen que estás loca, si sigues diciendo que me viste aquí lo creerán, o en realidad solo es tu imaginación…
- No, yo no estoy loca, tú eres la culpable de todo.
- Como puedo dañarte si solo soy parte de tu imaginación.
- No, no, no, no puede ser.
Vanesa desesperada toma una de las pociones de manera rápida, enseguida siente su cuerpo pesado y le da sueño, Paula ve como se queda dormida y decide marcharse, unos minutos después Vanesa comienza a gritar despertando a la mayoría del Ducado, los primeros en llegar a su habitación son Álvaro y Tomás, quienes ven como ella con desesperación se rasguña el rostro intentando lastimarse los ojos.
- No puedo más, no quiero verlos, yo no los mate, no los mate – grita Vanesa, Álvaro de inmediato toma sus manos para evitar que se siga lastimando.
- Tomás trae la poción que dejó el médico para tranquilizarla – Tomas ve los frascos en la mesa, enseguida toma uno y se lo dan a beber a Vanesa, quien parece tranquilizarse.
Álvaro se queda a su lado un momento, cuando parece que ya se calmó, de nuevo comienza hablar entre sueños.
- Váyanse, no me dejaron opciones, merecía ser la Duquesa y ustedes no lo permitieron.
Antes de que Álvaro pueda entender las palabras que Vanesa había dicho, ella vuelve a despertar gritando y enseguida la ayuda, para que no vuelva a lastimarse, algunas semanas después su condición parecía haber mejorado, por lo que, cuando Álvaro fue llamado al palacio ella insistió en acompañarlo, él accedió para que pueda distraerse, juntos fueron al lugar, al llegar se sorprende al ver el carruaje del Baronía, Álvaro intuye para que lo habían citado.
Cuando se presenta no dejan ingresar a su concubina a la sale del trono, por lo que, ella tiene que esperar afuera, al ingresar se da cuenta de que se encuentran los emperadores, príncipes herederos, el Barón y Paula, enseguida todos se saludan de forma apropiada.
- Alan (Emperador): mi hijo y su esposa nos han solicitado esta audiencia, entiendo que la implicada la Duquesa Paula es su amiga, por ello les preocupa su bienestar.
- Adamaris (Emperatriz): ya que todos los involucrados se encuentran en el lugar, es mejor empezar.
- Alan: adelante príncipes.
- Gael: padres hemos pedido su presencia porque como saben la Duquesa Paula es nuestra amiga cercana y su padre nos ha pedido que intervengamos en el asunto de su divorcio, en el Ducado fue maltratada por la concubina y su esposo fue indiferente con respecto al asunto, solicitamos que se les conceda de forma breve la anulación de su matrimonio.
- Adamaris: ya había escuchado algunos rumores, Duquesa siendo usted quien lo solicita, debo preguntarle si está segura de su decisión y si sabe las consecuencias que le traerá en el futuro.
- Paula: Majestades, Altezas agradezco su rápida respuesta, no es una decisión que haya tomado de un momento a otro, no es la primera vez que la concubina me agrede y el Duque no hace nada al respecto, incluso en ocasiones me ha culpado por las acciones de dicha mujer, tengo miedo que en el futuro esto pueda escalar, conozco la historia del Duque con la concubina Vanesa, ellos se aman, por lo que, considero que no debo involucrarme más en dicha relación. Sé lo que me espera al ser una mujer divorciada, conozco las consecuencias, considero que eso es mejor que seguir a lado del Duque.
- Alan: quiero que sepan que si se separan no pueden cambiar de decisión después, esto no es un juego. Duque no hemos escuchado su opinión.
- Álvaro: no estoy de acuerdo con el divorcio, es verdad que, no he actuado de forma correcta y justa con Ingrid, es algo que podemos resolver.
- William: cómo podrían resolverlo..., cuando estoy enterado que su concubina vino con usted al palacio, ese le parece un castigo justo después de golpear a mi hija, no fue una cachetada, lastimó su rostro, por eso, no confió en sus palabras, lo único que busca al tratar de mantener el matrimonio es salvar su reputación…, porque si en este momento se separan la gente le dará la razón a mi hija.
Además, tenemos que informarle a sus Majestades que el matrimonio nunca se consumó, pueden llamar a la partera que deseen y lo pueden verificar.
- Adamaris: en 2 años no consumaron su matrimonio…, entonces los rumores que había al respecto de que la Duquesa era una mujer incompleta son falsos…
prefiero verla con Guillem
no me gustaría que pase como en la anterior novela tantos insultos y maltratos que le daba ese duque y terminó quedándose con el después que perdió la memoria
no me gustaría que pase algo similar con Paula
ella merece a un hombre que la ame y la valore y le de su lugar