Mestiza

Amelia estaba nerviosa por conocer la verdad. Quería saber más de sus padres. Lía en su mente también estaba atenta y curiosa.

-Querida Amelia, lo que vamos a conversar debe quedarse en secreto, entre las dos, bueno las tres con Lía. Por lo menos por un tiempo, mientras las cosas toman lugar.

-Esta bien Calanta, Lía confía en ti por lo tanto yo también, además te debo mi vida.

-Bien, primero quiero que me digas si recuerdas a tu madre, ¿Sabes que era Elfa verdad? - Calanta la observa atentamente.

Amelia baja la mirada y responde tristemente -No lo sé, tengo un recuerdo borroso en mi mente. Tenía el cabello como el mío, pero sus ojos eran verdes pero no recuerdo más, algo... su voz y su aroma, pero no puedo recordar con claridad. Sin embargo, Lucrecia, mi primera señora, me decía que mi madre debió ser una humana que fue tomada por un Elfo. Pero esas palabras como que no terminaban de tener sentido para mí, sonaban a mentira.

-Bien, me lo imaginaba ¿recuerdas tal vez su nombre?

-Su...¿ Su nombre?... Yo no lo recuerdo- responde Amelia frustrada.

-Tranquila, parece que tu madre selló tu memoria, pero te contaré lo que sé y lo demás lo averiguaremos juntas.

-Bien, cuéntame Calanta. Estoy lista, bueno estamos, Lía también quiere saber.

-Estoy segura que tú madre es o fue la princesa Caeli, heredera al trono de Elvanar. La única heredera y prometida del Rey Thalion, aunque luego...

Amelia abrió los ojos, e interrumpió -pero... ¿entonces mi madre traicionó al rey Thalion? Y ¿Qué hay de Orión? ... - Miles de preguntas se agolpaban en su mente y en la de Lía, la dragona también tenía preguntas.

-Calma, calma vamos despacio. A ver jaja - sonrió y respondió mentalmente a una pregunta de Lía. - No Lía, Orión y Amelia no son hermanos. Déjenme contar la historia sobre los reinos de los Elfos. No es una muy conocida pero esto ayudará a despejar un poco las dudas.

-Esta bien Calanta lo siento- sonrió con timidez Amelia mientras tomaba el pan que la hechicera le había traído.

-Bien, empecemos. Había cuatro grandes reinos Élficos: El de los páramos al norte, El reino guardian del Bosque Sagrado al Sur; El de las montañas Heladas al oeste y el reino Del Mar Infinito al Este.

Poco a poco con el aparecimiento del poder oscuro cayó el Reino de las montañas Heladas, ahí ya no hay elfos de Luz, sino Elfos oscuros y ahora son parte del mal que azota este mundo. Un tiempo después cayó el Reino del norte de dónde es originario el rey Thalion, pero él y su gente prefirieron huir al Sur a Elvanar antes que unirse a los elfos Oscuros. ¿Me sigues?

- Si Calanta, prosigue. - Dijeron Amelia y Lía a la vez en palabras y en su mente.

-El rey Thalion estaba casado y su esposa esperaba trillizos. Verás la fertilidad es algo complicado con los Elfos, son casi inmortales y por ello concebir es muy difícil, es por eso que el nacimiento de trillizos era algo sumamente extraño y celebrado. Pero atacaron el reino del Norte y mientras la batalla se daba a cabo la reina Ariadna dió a luz a sus bebés y los nombró así: Alnitak, Alnilam y Mintaka. Dos varones y una niña. El verdadero nombre de Orión es Alnitak. Lastimosamente Ariadna no resistió y murió al cabo de unas pocas horas

-¿Pero por qué cambió...? - interrumpe Amelia

- Esa es historia para otro momento querida, prosigamos. Cuando todo parecía perdido en el Norte: el rey Thalion había perdido su reino y a su esposa, llegó ayuda del reino del Sur, de Elvanar, pero no lo suficientemente poderosa para salvar el reino del Norte, pero si para ayudar a escapar a su gente. Lastimosamente, en el escape el rey Kael, soberano de estas tierras del Sur fue gravemente herido con el veneno negro.

Cuando llegaron al sur, ambos monarcas Kael y Thalion estaban destrozados, su familia y monarquía estaban en riesgo. El rey Kael tenía a Caeli como heredera y temía dejarla sola a cargo de un reino en medio de la guerra. Por otro lado, estaba el rey Thalion quien había perdido sus tierras y a su esposa y tenia tres bebés que cuidar solo. Así que a ambos reyes se les ocurrió casar a Caeli con Thalion. Ella así sería una madre para los trillizos. Y de esa manera ambos podrían gobernar y proteger Elvanar. No obstante, el trono sería para los hijos que Caeli tuviera con Thalion y no para los trillizos. Aún así el rey Thalion aceptó. Él tenía la esperanza de recuperar el reino del Norte de dónde sus hijos serían los únicos herederos.

Pasaron algunas semanas pero Caeli no aceptaba el matrimonio y el rey Kael cada vez se debilitaba más. No obstante, su padre no le insistía porque Caeli era aún muy joven así que desistió de casarla de inmediato, pero la hizo su prometida. Sin embargo, la vida da muchas vueltas y hubo un nuevo ataque en el que el rey Thalion salió gravemente herido y condenado por una maldición, lo que implicaba que ya no podría casarse con Caeli, porque no lograrían consumar el matrimonio y no existiría ni una remota posibilidad de concebir un heredero verdadero del linaje del rey Kael. Así que se decidió que Caeli se casaría con uno de los trillizos una vez que entrarán en la madurez. Y así Alnilam se convirtió en el prometido de Caeli y Alnitak sería el heredero del trono del norte.

El rey Kael estuvo de acuerdo y Caeli también, eso implicaba libertad para ella hasta que el bebé creciera y ella podría disfrutar un poco más de su adolescencia. Así pasó el tiempo, Caeli se convirtió en una hermosa mujer y los bebés ya eran unos adolescentes bulliciosos y alocados.

Para que me entiendas, antes que me pongas esa cara Amelia, la forma en que crecen los elfos es diferente a los humanos, ellos crecen digamos que a voluntad hasta que un momento dejan de envejecer. Hay elfos que permanecen muchos años siendo niños, otros dejan la niñez muy pronto. ¿Todo entendido?

Amelia asintió, aunque sentía tristeza de que su madre haya sido obligada a prometerse tan pronto. Quería saber que pasó.

-Bueno continuemos. Las batallas eran continúas pero las alianzas no existían, los jinetes combatían por su cuenta y los hechiceros igual. No obstante, era necesario cambiar. El Escuadrón era demasiado poderoso, para enfrentarlo solos; dos reinos habían caído y el reino del Sur parecía ser el siguiente, así que se realizó la primera Alianza: hechiceros, jinetes y Elfos unidos.

Pero lastimosamente, mientras está reunión se llevaba a cabo atacaron Elvanar y falleció Alnilam y Mintaka...ella también dejó este mundo. Así, el prometido de Caeli nuevamente cambió y fue el turno de Alnitak. Pero la princesa también desapareció y el rey Kael finalmente cayó ante el veneno y la desesperación de perder a su hija y dejó el trono encargado a Thalion hasta que su hija apareciera o a alguno de sus herederos, ya que se decía que Caeli se había fugado por amor.

-Pero entonces, Alnitak... ¿Qué pasó?

-Mira el rey Kael aceptó que su hija haya roto el compromiso, por eso encargó el trono a Thalion y le hizo prometer que entregaría el trono a Caeli o a su heredero. Thalion tuvo que aceptar y se hizo un juramento de sangre cuya promesa también incluía a Alnitak. Solo si había pruebas de que realmente Caeli estuviera muerta y no existieran herederos. El linaje de Thalion asumiría el trono del sur formalmente.

Amelia se tapo la boca, Lía rugía feliz - Eres la heredera Amelia, ¡eres la heredera!

Calanta sonrió con tristeza y asintió. -Si el rey Kael estuviera vivo, tu abuelo te reconocería enseguida, el amaba demasiado a Caeli como para importarle si eres mestiza, eres su viva imagen a excepción de tus ojos. Pero Thalion es otra cosa. Para él la pureza de la sangre lo es todo. Por eso no sé aún como proceder con la información que tenemos, me da temor dar un paso en falso y ponerte en riesgo.

-El rey Thalion debería recoger sus cosas y largarse al igual que Orión, deberían arrodillarse ante ti - replica Lía eufórica.

- Calanta, ¿qué hay de mi padre?

Calanta suspiró -No conocí a tu padre, no sé quién es o si está vivo, solo sé que fue un hechicero. No eres una mestiza normal, eres hija de una Elfa y un hechicero. Tus ojos me lo confirman, esa tonalidad azul es propia de la raza de los Hechiceros. Pero si te quedan dudas déjame decirte que la princesa Caeli se puso en contacto conmigo y me pidió que hiciera un collar bajo ciertas especificaciones y lo hice. Me contó que estaba embarazada de un hechicero, eso fue realmente sorprendente. No sé había oído de un mestizo de esas características, no se creía posible porque la magia élfica y la magia de los hechiceros son muy diferentes, provienen de fuentes diferentes. Y un embarazo así, en teoría no era posible.

Por eso tu collar es especial. Y de él hablaremos después.

Amelia iba a preguntar más cosas, pero Calanta la detuvo.

-Amelia, querida, dejemos las demás preguntas para después, hay mucho que pensar y averiguar. Descansa, tendremos tiempo de conversar. La mirada de Calanta era muy triste y Amelia comprendió. Le dio las buenas noches y Calanta se retiró.

Amelia se quedó pensando en muchas cosas esa noche, conversando con Lía, hasta que ambas se durmieron agotadas.