Esta es la historia de Elena y Aarón.
Ambos ya enfrentan una dura situación, en donde una hija y su amor serán los motivos por los que ellos pelearan.
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Viernes, 20 de Abril:
- Papi, ¿te gusto mi legalo? ~dice mientras me abraza~
- Por supuesto que sí, los tuyos siempre son los mejores ~beso su frente~
Sus regalos se basan en dibujos raros de nosotros, que aunque me hacen reír, tienen un valor sentimental muy importante para mí. Incluso los enmarco y los dejo sobre el estante en mi despacho que mandé a hacer solo para sus dibujos. Son un tipo de trofeos para mí y eso parece gustarle a ella.
- Ella, ya debemos ir a la cama ~dice Valerie cruzándose de brazos~
- Pero hoy pumpe años papi, quielo estar con él ~enreda sus brazos en mi cuello y esconde su bonito rostro haciéndome reír~
- Pero desde que llegó de la empresa has estado con él, incluso le cantamos el feliz cumpleaños frente a la torta ~le dice y Ella niega~
- Princesa, debo irme porque otras personas también me cantarán el cumpleaños ~acaricio su pelo~ ¿Qué tal si está noche duermes con nosotros?
Digo y esta se pone feliz, la dejo en el suelo y corre hacia Valerie quien se despide de nosotros.
- ¿Estás lista? ~le pregunto a Kristen~
- Sí, pero está noche planeaba... ~deja la frase al vuelo~
- Podemos celebrar tú y yo mañana ~rodeo su cintura y la atraigo hacía a mí dejando pequeños besos en su cuello~ O cualquier día ~le doy un azote en su bonito trasero~ A demás, esto se ve genial.
Alzo mi mano dejando a la vista el Patek Philippe que me regaló, sonríe y le correspondo el beso que me da.
Salimos de casa y en cuanto llegamos al salón, todos mis trabajadores e invitados me felicitan, llego hasta donde mis amigos y mis padres, quienes se regan en felicitaciones exageradas.
Después de unos minutos, digo mis palabras de agradecimiento y el resto de la noche la dedico a mis padres, mis mejores amigos, mi chica y uno que otro invitado importante.
Tres horas después mis padres se marchan advirtiéndome de no olvidar ir mañana con ellos, Kristen se siente algo cansada así que procedo a despedirme de casi todos.
- Obviamente no vas a irte sin antes escaparte con nosotros ~dice Morgan~
- Bueno, debo regresar a casa con Kristen...
- Iremos a un bar antes ~me corta~
- No la dejaré regresar sola, chicos ~tomo su mano~
- Oh, estoy seguro que a Kristen no le importa, ¿verdad? ~dice Harry jalándome hacia él~
- Bueno... ~dice ella~
- A demás, no te ves como que hayas bebido mucho, seguro puedes conducir de regreso ~ambos le sonríen~
Ella se queda perpleja mientras Harry me quita las llaves del auto y se las entrega, puedo ver su cara de desconcierto. Me libero de Harry y tomo su rostro entre mis manos para besarla.
- Sí quieres, regresaré contigo ~no puedo hacerle otro desplante~
- No... No te preocupes ~mira a mis amigos de reojo~ Ellos han venido de Londres a celebrar contigo así que ve con ellos, a mí me tienes todos los días aquí.
¿Lo ven?, por eso me gusta, por eso la quiero, por eso intento dejar el pasado en dónde pertenece. No es justo para ella que después de un año entendiéndome y aceptándome con todos mis demonios internos, yo solo la haga a un lado para ir por una ex que aparece después de déjarme.
Vuelvo a besarla y la acompaño al auto, le agradezco por entender y nos despedimos con ella diciéndome que no beba mucho. Ella nunca me pide, nunca me exige, nunca me prohíbe... No puedo pagarle de la misma forma en la que Elena me pago a mí. No puedo convertirme en ella.
Veo como desaparece en mi auto y unos segundos después mis amigos llegan hasta donde estoy.
- No diré nada solo porque aún me cae mal tu mujer ~le digo a Harry~
- Kristen no me cae mal, de hecho, es una mujer maravillosa, lo ha demostrado; pero soy team Elena ~lo miro y se alza de hombros~
- Me ire con Morgan ~digo y ambos ríen~
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
Al día siguiente:
Hemos venido casa de mis padres como lo planeamos. En este momento, Kristen, Ella y mamá estan en el jardín trasero mientras que yo estoy con mi padre en el salón.
Hace un momento que salió y regreso con unos papeles en su mano, siento que me mira de una forma extraña. Suspiro y me cruzo de brazos.
- Creo que me quieres decir algo ~aprieta sus labios en una gina línea y mira a detrás de mí~
- Quiero hablarte de Elena ~dice por lo bajo~ Nosotros... Hemos estado en contacto todo este tiempo ~frunzo el ceño~ Hijo, nunca nos hemos metido en tu vida personal e íntima y no quiero hacerlo ahora. Kristen es una excelente mujer y me alegra que hayas encontrado a alguien como ella después de todo el sufrimiento que pasaste, pero... Es momento de que sepas la verdad, no puedes seguir creyendo que la madre de tu hija los abandonó porque quiso.
- Papá... ~paso mis manos por mi rostro~ No me digas que tú también vas con eso.
- He estudiado en contacto con Elena desde el primer momento, un mes después de lo que pasó, ell me buscó ~dice y me miro~ Me busco para explicarme todo ~suspira~ No podía decírtelo, ella solo los estaba protegiendo.
- ¿Por qué todos dicen eso? ~digo molesto~ "Protegernos", ¿por qué apareció ahora si supuestamente solo quiere eso?
- Porque ya no puedo aguantar más, por eso se acerco a Ella ~me extiende los papeles y yo los tomo~ Me dijo que Cedric le diagnosticaron leucemia y que está débil, es el momento para tomar el control de sus propias condiciones, a demás, está haciendo lo posible por separarse de ese hombre. Hijo, Elena ha estado soportando demasiado por ti y la hija que tienen, no te alcanzas a imaginar.
- ¿Y qué se supone que es esto? ~digo mirando los papeles~
- Me pidió ayuda para descubrir que su esposo está cometiendo fraude no tanto en su empresa sino también en la farmacéutica, ya que Cedric lo puso como el encargado de tomar las decisiones importantes aún cuando la compañía se la heredero a su hija. Elena no puede concentrarse en revisar todo y a la misma vez intentar no ser descubierta, así que me ha estado mandando copias de los archivos que encuentra ~lo miro sin entender nada~ El joven Benedict no tiene ningún tipo fe comunicación con su padre y muy poco con su madre, Elena tampoco le dice nada para evitar problemas. Hijo, no digo que tengas que regresar con ella, pero si tienes que quitar esa orden de restricción y hablarle a Ella sobre quién es su verdadera madre... No estaría mal si tienes una charla con tu amigo.
- Pero... ~no sé como reaccionar~
- Solo ella puede aclarar todas tus dudas, hijo ~se sienta a mi lado y palmea mi hombro~ Mañana quieras esa orden y luego piensas en como decirle a mi nieta que ha estado hablando los últimos días con su verdadera madre.
Dejo los papeles sobre la mesa frente a nosotros y tapo mi rostro con mis manos. Esto es tan confuso, no entiendo a que sufrimiento se refieren si yo la veo feliz en fotos junto a su esposo, a demás, ¿cómo se tomará ese hombre la noticia de Elena teniendo una hija con otro hombre?
- Papá... ¿Crees que puedes hacerte cargo de la compañía unos días?, tú sabes todos mis proyectos y como funciona cada cosa.
- ¿Por qué? ~frunce el ceño~
- Creo que iré a New York... Necesito hablar con Benedict antes.