En sus últimos momentos antes de morir en las manos del héroe del mundo, Sirius aquel que eligió ser un villano cae en conciencia de sus acciones y se arrepiente de todo el mal que ha causado en especial a los que un día fueron sus seres queridos. Solo al enfrentar la muerte entiende lo lamentable que fue el camino que eligió y con sus últimas fuerzas pidió a los cielos por que le dieran una nueva oportunidad. Sin saber que era escuchado por alguien en las alturas que le otorgó tal milagro.
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Capítulo 21: El alma de un maldito
Sirius había pasado una noche terrible, casi no pudo pegar los ojos, aquellos susurros le causaban cierto malestar. En su otra vida estos desaparecieron gradualmente como si ya no sintiera remordimiento alguno por las vidas que apagó. Pensaba que ya lo había superado, pero no era tan fácil, podría haberlos olvidado, sepultado en lo más profundo, pero su alma aún los recordaba como si estuvieran grabados en ella con fuego.
Todo se debía el encuentro con su hermana, verla de nuevo rompió un poco del hielo que cubría su corazón. Eso le molestaba, no podía dejarse arrastrar por cosas tan insignificantes, pues el camino que quería seguir era solitario y difícil, necesitaba tener una mente clara.
De todas formas Nanabel moriría pronto, su vida no significaba nada, incluso después de muerta no habría gran impacto en la familia. Ella solo era un ave enjaulada qué sería vendida al mejor postor.
Bajo este razonamiento Sirius intentó sacarla de su mente, pero al hacerlo un nuevo dolor creció.
(¿Y si intentará salvarla?) - Se encontró cuestionándose
Pero sabía que era una idea estúpida y de poco provecho, no sacaría nada haciéndolo, incluso si lo lograba, ella ya padecía de un alma rota y hasta ahora no había cura para tal condición.
(Tengo que liberarme de esta atadura, liberarme, liberarme)-Se repetía
Sin darse cuenta termino escupiendo sangre, el daño que le producía a su alma el tratar de ser cruel se transmitía en su cuerpo. Pero solo así logró volver a ser como antes, tener sangre fría.
Camino por los pasillos de la escuela buscando el aula donde sería llevado a cabo el examen. Se sentía abatido e inútil, intentó quemar en su mente la imagen de Nanabel.
Aquel examen también le parecía inútil y una pérdida de tiempo, sabía que podía aprobarlo con la mejor nota obtener los 10 puntos, por lo que ya lo daba por sentado. Lo que le preocupaba era el extraño presentimiento que lo recorría, algo sin duda iba a pasar, algo fuera de sus cálculos. La inquietud no lo abandonaba y no ayudaba la presencia qué lo seguía a unos pasos de distancia.
-No me sigas - Dijo cansado por fin
Se trataba de Rebecca, la cual había llegado antes a la academia para esperar a Sirius y andar con él, incluso había abandonado a Anton para que no hubiera problemas de juntar a los dos.
-Pe, pero - Musito la joven
Sirius suspiró, era como ver un cachorro asustando. Debía tranquilizarse, ella era importante, ayudarla a desarrollar sus habilidades de curandera le sería de gran apoyo, así que no debía solo apartarla; es solo que aquella mañana había despertado gruñón.
-Sí vienés conmigo tendrás mala reputación, ya sabes lo que dicen de mí - Le aconsejo, Sirius no podía ocultar su temperamento solitario
-Yo no creo en nada de lo que dicen - Dijo
-Pues deberías - Murmuró
-Pero yo... - Decía Rebecca dudosa
Sirius siguió caminando, esa necesidad de compañía no era algo que quisiera, él no era débil podía valerse por sí mismo. Escuchó los pasos de Rebecca aún detrás, volteo a mirarla alzando la ceja, la chica se quedó quieta como si fuera de hielo. Sirius no pudo evitar reír con una mueca.
-Solo camina - Susurro
Rebecca era como una niña solitaria buscando un poco de afecto. Ella andaba con un paso suave pero confiado bajo la sombra de Sirius. No se daba cuenta de que a lo lejos, el ojo receloso de la gente la miraba con desagrado, susurrando desprecio por verla junto a aquel infame hombre.
Al llegar al salón de clases Sirius eligió el asiento más cercas de la entrada y Rebecca el de a lado, momentos después todo se llenó de más aspirantes, la mayoría con caras preocupadas, solo 7 de ellos confiados del examen.
Sirius apenas noto a sus compañeros estaba resuelto a terminar todo lo antes posible, ni siquiera se dio cuenta de que los 3 con los que se había peleado en la primera prueba, también estaban ahí, incluso Julián Dusy con quien había apostado con abandonar la escuela, se había presentado aunque con miedo, un joven de familia baja no podría abandonar la oportunidad de entrar a la Academia Soles y mejorar su vida.
Bueno Sirius realmente nunca lo había tomado en serio.
Antes de iniciar el examen, Rebecca le susurro a Sirius con valor:
-Pasaré este examen con la nota más alta - Decía mientras asentía con la cabeza de forma torpe
Sirius la ignoró y se puso en marcha, no recordaba como lo había hecho la primera vez, pero al ver las preguntas le parecieron demasiado fáciles. Todas eran cuestiones acercas del desarrollo de alma de un portador, todo eso se le hacía tan básico que terminó de responder tan rápido que no iban ni 10 minutos desde el inicio de la prueba cuando el ya la estaba entregando de nuevo el examen al instructor. Los otros aspirantes se rieron pues creyeron que Sirius no había podido con el examen y se había rendido sin responder nada. Esto el villano no le importó, anduvo como un fantasma.
Lo único que lo sorprendió fue la persona a cargo del examen, Sonia Riler la experta en runas y matrices. Sirius la recordaba por ser su mentora y la única persona que lo trataba con decencia, ella realmente quería corregir la personalidad retorcida de su alumno. Otra cosa por la que la recordaba era porque fue a Sonia la primera persona que mató en su primera vida.
Sirius salió del salón sin decirle una sola cosa, apenas y quiso verla.
Rebecca lo miró preocupada poniéndose sería en acabar el examen para alcanzarlo.
Una vez fuera, camino cómodamente liberado de aquella prueba tan tonta, pero entonces algo le hizo quedarse detenido.
-Espiar es trabajo de asesinos o de cobardes, muéstrate - Dijo con voz aguda
-Una legua afilada, el joven realmente sigue siendo joven e inexperto - Dijo una figura misteriosa apareciendo frente a Sirius
El villano abrió los ojos con asombro, sus instintos de peligro se activaron, ahora entendía por qué desde que llegó a la academia había tenido un mal presentimiento.
El encuentro temprano con Virgilio Greys era toda una calamidad .