Entre Tazas De Café .

... En la casa se siente la tristeza que ha dejado la ausencia de vida del señor Bernardo, sé que era un hombre de suma importancia en la visa de Santiago. Mi corazón se estruja al oír los lamentos que provienen de una de las habitaciones, me acerco sigilosamente y veo a un Santiago tirado en su cama abrazando un cuadro, veo a un Santiago vulnerable, me acerco despacio y me siento a un lado de su cama acariciando su cabello, sé que la perdida de un ser tan querido no es fácil, lo he vivido y dos veces.

No puedo modular palabras solo acaricio su cabello tratando de darle tranquilidad, no puedo hacer baja para remediar el dolor que esta sintiendo en este momento. Santiago se gira y me abraza dejando salir todo su dolor.

(Beatriz) Llora todo lo que sea necesario, deja salir tu dolor.

(Santiago) No solo era mi abuelo si no era un padre para mi, no creí que lo viera partir... Dime que estoy en una pesadilla y que el esta vivo, que esta sentado en el jardín bebiendo café junto a su libro de siempre, mientras Pilar corre por los rosales.

(Beatriz) Cuando me gustaría afirmar todo lo que me dices, pero la realidad es otra. El señor Bernardo esta tranquilo descansando y sabemos que para los que quedamos no será fácil seguir aquí con su ausencia. Santiago te prepararé la tina y así te calmas aunque no puedo evitar tu dolor. Te entiendo totalmente.

... Camino hacia el baño y veo que todo esta regado por el piso y los espejos rotos... Creo que descargo su impotencia aquí. Camino nuevamente hacia él y observo detenidamente sus manos, cuando se gira veo un corte en su brazo derecho y la sábana con una mancha de sangre en crecimiento.

Esto fue antes de que subiera...

Saco del clóset un pañuelo y lo envuelvo en su brazo. El corte es pequeño, regreso al baño y empiezo a llenar la tina, mientras tanto voy recogiendo las cosas que están regadas por el piso.

Sé que su abuelo era un pilar para él.

(Beatriz) Quieres que te acompañe en silencio... O prefieres estar solo.

... Se acomoda en la cama y yo me coloco a sus espaldas y se echa sobre mis piernas, mientras yo acomodo su cabello. Ada me trae un vaso de agua y yo le doy a Santiago, poco a poco se va quedando dormido, salgo con cuidado y lo acomodo en la almohada, se ve tan indefenso que mi corazón se estruja de verlo así. Regreso al baño y cierro la llave del baño.

Bajo al salón y ya señor Bernardo esta en su ataúd, gracias al amigo policía de Santiago, Rodrigo Palermo se ha movilizado con todo el trámite.

Hay algunas personas en la sala. Me siento en una de las sillas y doy un suspiro por la pena que siento al ya no ver su cálida sonrisa. Era una persona muy linda y amorosa.

Lástima que las persona de buen corazón se tengan que marchar de nuestro lado... Cuando me estoy marchando hacia la cocina por una taza de tilo para Santiago, veo un alboroto en la puerta principal, una mujer grita que quiere hablar con su padre. Se ve alterada, no logro ver su rostro, ya que trae un enorme sombrero negro junto a unas gafas del mismo color.

¡Tenía una hija el señor Bernardo! Santiago no quería hablar de su madre, en el pasado de su niñez no tuvo una buena relación con ella y bueno yo acepté no preguntar sobre ella.

Debe ser ella, su madre, no puedo intervenir. Veo que Palermo y otro hombre le impiden el paso, mientras ella grita...

Papá...

Papá...

Santiago aún duerme, dejo la taza en la mesita y voy a su clóset por alguna ropa adecuada para este inoportuno día...

Cuando estoy saliendo del clóset lo veo sentado mirando la nada. Me mira con sus ojos tristes e hinchados por tantas lágrimas.

(Beatriz) Té ayudo a darte un baño amor, ven por favor.

Es como un zombi andante, no hay vida en sus ojos. Todo de él está vacío. Me llena de tristeza y lo peor que es imposible cambiar el destino.

Le ayudo con su ropa, entra a la bañera y yo me siento sobre la misma, se recuesta sobre mis piernas, y lavo su cabello, mientras él mantiene sus ojos cerrados, ya no hay lágrimas. Nos quedamos en silencio, y sigo tallando sus brazos y cuello.

Salimos de la bañera y me sacudo el agua de mis piernas, lo ayudo a vestirse y veo que el corte esta cicatrizado, le doy algunas pastillas para la infección e inflamación. Me toma de la mano y me da un beso en mis labios, yo lo abrazo con fuerza.

(Beatriz) Amor estaré contigo de ahora en adelante, Caminaré contigo siempre y no dejaré tu mano al vacío.

Me abraza fuertemente y besa mis labios...

(Santiago) Eres lo único valioso en mi vida que me queda. Quédate conmigo siempre amor.

(Beatriz) Santiago estaré a cada paso que des. Seré tu fortaleza y refugio cuando lo necesites.

... Bajamos juntos tomados de la mano. Las personas se acercan a darle el pésame a Santiago. Personas que no he visto jamás.

La mujer que estaba en la puerta principal ya no está. Será una larga noche.

Rebeca me llama y habla también con Santiago.

No me separo de Santiago, no quiero dejarlo solo en estos momentos tan difíciles para él.

Va acercándose un hombre de mediana edad y saluda a Santiago.

(Eduardo Campo manes)

Querido Santiago, sabes el inmenso aprecio y respeto que tenemos hacia tu abuelo, al partir don Bernardo nos dejó muy claro si testamento y sé que no es el momento adecuado, pero te tienes que acercar mañana a primera hora a mi oficina, no podemos dejar pasar más tiempo.

(Santiago) ¿Es necesaria mi presencia?

(Eduardo Campo manes)

Sabes que sí. No quiero dejar pasar tiempo, quiero cumplir su voluntad y fue tajante al decirme que cuando él no este a tu lado, agilice sus papeles lo más rápido posible. Y eso haré, así que no hay manera de que faltes, te estaré esperando en mi oficina alas ocho de la mañana y que ti novia, la señorita Beatriz Cárter Molina te acompañe, también fue una petición muy clara del señor Bernardo.

(Beatriz) ¿Yo?

(Santiago) Estaremos a la hora que nos has indicado.