Celeste busca cambiar su trágico final.
A los casi nueve años ella poseyó un cuerpo de otro mundo y bajo un sueño ve su futuro, Celeste busca la forma de no cumplir ese destino a toda cuenta para poder vivir tranquilamente.
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Magia
Al llegar al ducado el duque llevo a su hija a su habitación tan lentamente.
Los dos iban caminando lo más lento posible.
Sabrá de que hablaban pero ella seguía con sus lágrimas en sus ojos.
Los guardias del palacio que revisarían el cumplimiento de la condena se veían con rostro incrédulo y me voltearon a ver.
Solo levanté mis hombros como diciendo, ¿qué les digo?.
Marina tomó mi maleta y las dos caminamos hacia mi habitación.
"Escuché que le fue bien, joven maestra".
"Si, fue divertido".
Le dije con una sonrisa, había sido un buen día.
Apartir de hoy y hasta dos meses después Marisol se quedaría en encarcelamiento domiciliario y el vicecapitan que fue el responsable del problema también quedó en arresto pero en los calabozos del ducado.
"Escuché que el maestro pronto eligirá un nuevo vicecapitan".
"El capitán del ducado estaba molesto y también dijo que habrán cambios en los rangos del ejército".
Asentí con mi cabeza recordando al capitán que lo había visto el día que llegue.
Después de eso ya no lo había visto tan cerca.
"¿Qué tipo de persona es el capitán del ducado?".
Pregunté a Marina y ella respondió con facilidad.
"Es un hombre fiel al ducado".
Esas fueron sus palabras.
"Él se hizo capitán hace pocos años, es una persona que solo piensa seguir en su trabajo".
"..."
"Es confiable, se lo aseguro".
Marina lo dijo con una pequeña sonrisa mientras acomodaba la ropa.
"Debería de aprovechar para ir a cenar con el maestro, joven maestra".
"..."
Marina dijo con voz baja una sugerencia.
"...¿Debería?".
No entendía al duque, ¿es bipolar?.
Era posible.
"Si".
Ella sonrió esperando mi respuesta y asenti, también tenía que preguntarle si me enseñaría magia o me buscaría un tutor.
Me acomode mi ropa y empecé mi búsqueda a buscar al duque.
Camine yendo a su oficina donde estaba trabajando.
"..."
Al entrar el hizo un silencio frío, volteo a verme y solo suspiro.
"¿Padre?".
"¿Qué pasa Aylen?".
"..."
Su voz fue solo fría.
"¿Gustas cenar conmigo?".
Le pregunté casualmente y el frunció el ceño y se negó con la cabeza.
"Lo siento, iré a cenar con Marisol".
"..."
Su mirada regreso a los documentos que veía.
"¿Pasa algo?".
Pregunté al ver su actitud, una vez más el me miró con ojos fríos.
"Te pedí un favor ayer, por desgracia pensé que serías una buena niña y ayudarías a tu hermana".
Miré con ojos sorprendidos al duque y negué.
"¿Me culpas?".
"..."
"Entonces es mi culpa".
"Aylen, Marisol está ansiosa por tu presencia".
El duque lo dijo suspirando de cansancio.
"Yo no te encontraba y creí que nunca te encontraría, no tienes la idea de lo sólo que estaba, lo ansioso, ella cuando apareció frente a mi simplemente calmó un poco mi dolor por haberte perdido y haber perdido a tu madre".
Él busco que entendiera su dolor.
¿Pero mi dolor?.
¿El dolor de Celeste?.
Negué con la cabeza.
"..."
"Mi padre es un hombre egoísta".
Respondí, el se quedó atónito.
"¿Que debí haber hecho?".
Él pregunto.
"...No lo sé, no soy usted para entenderlo".
"Solo se que si tú estabas mal, ¿qué hay de mi?".
"..."
"¿Entenderte?".
"Entonces, ¿quien me entiende?".
"La consuelas, la consientes con la excusa de que se siente celosa de mi, pero deberia de ser al revés, yo aún no tengo el cariño de mi padre".
"¿Cómo puede estar celosa de mi cuándo ella tiene todo el aprecio de ti?".
El duque me miró con ojos sorprendidos.
"Solo me ilusionaste diciendo que te tengo y despues solo me evadiste".
"Te molestas por no ayudarte, ¿cómo planeas que te ayudaría?".
"Apenas estoy conociendo a mi familia, pero puedo decir que mi padre solo es complicado de entenderlo".
"..."
Mi mirada de decepción la vio, sólo para cerrar sus ojos con pesar.
El silencio se hizo en la oficina y suspiró para decir.
"El nuevo vicecapitan será tu maestro de magia, yo tampoco sé cómo entenderte Aylen".
"..."
Con eso hizo señal para que me retirará del lugar.
"Tampoco pareciera que quisiera que nos conozcamos para entendernos".
Con eso me di media vuelta para salir.
"¿Realmente amaste a mi madre?".
En voz baja le dije en lo que salía de la oficina.
No sabía que pasaba con su actitud pero negué con mi cabeza.
Regrese a mi habitación sin entender mucho lo que había pasado en esa oficina y su indiferencia.
¿Dije algo mal?.
Bueno al menos supe que el estaba a lado de ella y no esperar nada de él.
Al parecer el tampoco esperaba que llegará, antes de regresar el tiempo me imagino que ella heredó el ducado con todo el apoyo del duque, la existencia de una esposa e hija muerta solo quedó en el pasado con esa mocosa en este lugar.
"Tráeme la cena Marina, por favor".
"Si joven maestra".
Marina solo me vio triste y se alejó para traer la cena, todo había salido mal.
......................
Al otro día me levanté para ir a conocer una vez más a un tutor.
"Saludos a la joven maestra".
Se presentó el nuevo vicecapitan.
"Soy Julio, el nuevo vicecapitan".
"Un placer Julio,".
"Seré encargado de enseñarle desde cero todo de magia".
"Estaré a su cuidado".
Julio empezó a explicarme paso por paso los principios de la magia, como las clases de etiqueta habían acabado por parte de la condesa Andy ahora me quedaba aprender magia, clases de tutor de la academia y clases de la espada con el conde.
"Para conjurar un hechizo debe de usar sus propias palabras clave".
Julio lo dijo en lo que decía flama y una bola de fuego se presentó frente a mi.
"Fuego".
Dije pero no se generó una bola de fuego.
"Intenté con otra palabra".
Propias palabras.
"Lumbre".
El fuego apareció.
"...Bien".
El vicecapitan miro la flama azulada viendo que estaba bien, solo que la palabra no la había escuchado.
"Veamos, como la tormenta nocturna abarca dos elementos, el fuego y el trueno".
"Eso por eso que hace que sea una habilidad rara ya que abarca dos elementos".
Las clases de magia siguieron cada vez que tenía tiempo.
Todo fue cuando llegó la carta del tío diciendo que vaya al palacio imperial.
Ya habían pasado días de ese día que me enfrente al duque, el duque rara vez se mostraba frente a mi.
me encantó
muy buena narrativa