Nacida en una familia adinerada y siendo la única hija, no garantizó la felicidad de Sabira Rajendra.
Al contrario, la hermosa joven de 18 años era profundamente odiada por su propia familia.
Antes de que Sabira naciera, la familia Rajendra ya tenía una hija adoptiva, una muchacha muy hábil para ganarse el cariño y apoyo de todos en la casa.
Sabira fue expulsada de su hogar por un delito que jamás cometió.
¿Tienes curiosidad por conocer la historia de Sabira? Pues ven… y síguela. 😁😁😁
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Capítulo 3
"Bira..." llamó Tari, la amiga de Sabira.
Sabira sonrió dulcemente mirando a su buena amiga, desde siempre solo Tari no se había dejado influenciar por Aura.
"¿Estás bien, Bir?" preguntó Tari.
"Siempre estoy bien, Ri, no te preocupes." rió Sabira, su amiga ya sabía cómo la trataba su familia, incluso sabía que Aura era quien instigaba a la gente a odiar a Sabira.
"Eres una mujer fuerte, Bir, eres genial." dijo Tari levantando sus dos pulgares.
"Por supuesto, no quiero ser débil por ellos, y más después de leer la carta de la abuela, me da aún más ánimo." rió Sabira.
"¡Bien! muéstrales a tus detractores que puedes sin ellos." dijo Tari animando a Sabira.
Sabira solo asintió levemente, aunque en su corazón siempre guardaba dolor, pero Sabira no quería que nadie lo supiera, siempre aparentaba estar bien.
"Bir, ¿vas a participar en la competencia?" preguntó Tari.
"Sí." asintió Sabira sin dudar.
"Pero volverás tarde, Bir. Te van a regañar de nuevo." se preocupó Tari.
"No te preocupes, no me van a pillar llegando tarde, esta amiga tuya tiene el poder de desaparecer." rió Sabira.
"Tú..." criticó Tari.
Sabira se rió al ver la cara de disgusto de Tari.
"Venga ya... por qué estamos charlando en el aparcamiento." rió Sabira tirando de la mano de Tari.
Las dos chicas guapas caminaban por el pasillo de la escuela, riendo a veces, con sus bromas aleatorias.
Cualquiera que viera la risa alegre de Sabira quedaría fascinado.
"Dios mío, me siento insegura al caminar con Sabira y Tari." se quejó una estudiante.
"Sí, eso que Bira y Tari nunca se maquillan llamativamente, solo se maquillan con lo justo, no como nosotras, que ya hemos probado todo tipo de productos para el cuidado de la piel, y seguimos siendo feas." se quejó otra estudiante.
"Hala, seguro que usan un amuleto de atracción." criticó una de las estudiantes que envidiaba a Sabira y Tari.
"Tch, celosa, dilo sin más..." criticó otra estudiante.
"Qué hay que envidiar de ellas, yo también soy guapa, mira, muchos ojos me miran." presumió esa estudiante.
"Jaja... la gente te mira no porque te envidien, sino porque pareces una muñeca." se burló otra estudiante.
Jajaja...
Estallaron las risas de los estudiantes allí, porque el maquillaje de esa alumna era un poco exagerado, además de que la cara y el cuello tenían diferentes tonos.
"Agggkkkk... ¡Malditos!" gritó esa estudiante sin aceptarlo.
"Sí... enfadada, por eso no debes criticar a la gente, no te gusta que te critiquen a ti." le criticaron sus amigas.
La estudiante se fue refunfuñando enfadada.
"¡Bir, Bira..." llamó un estudiante.
"Sí, ¿qué pasa?" preguntó Sabira extrañada.
"Te piden que vayas al despacho del director." dijo el estudiante.
"Oh... sí, gracias." respondió Sabira sonriendo suavemente.
"De nada." respondió el estudiante que llamó a Sabira con cara de desconcierto, porque recibió una dulce sonrisa de Sabira.
"Tar, te encargo la mochila, el portátil." dijo Sabira, si fuera primero a su clase, tardaría mucho, porque el despacho del director y la clase de Sabira estaban en direcciones opuestas.
"Con mucho gusto, señorita guapa." rió Tari.
Sabira caminó con sus largas piernas sin dudarlo, hacia el despacho del director.
Toc...
Toc...
Toc...
Sabira llamó a la puerta del despacho del director.
"Adelante." respondió una voz desde dentro.
Chirrido...
Sabira abrió la puerta del despacho del director y entró en la habitación.
"Con permiso, señor." dijo Sabira con respeto.
"Ehhh... Bira, ya has llegado, hija. Siéntate, por favor." ordenó el director, al ver llegar a Sabira.
"Gracias, señor." dijo Sabira y se sentó en la silla de invitados.
El director, que antes estaba sentado en su escritorio, se levantó y se sentó frente a Sabira, separados por una mesa de invitados.
"Bira, tengo buenas noticias para ti." dijo el director sonriendo suavemente a Sabira.
"¿Qué noticias, señor?" dijo Sabira con curiosidad.
El director respiró hondo y luego exhaló lentamente.
"Has conseguido una beca para estudiar en una universidad extranjera."
"¿En serio, señor?" dijo Sabira sonriendo ampliamente, porque ese era su deseo.
El director asintió con la cabeza y sonrió al ver la cara feliz de Sabira.
El director conocía un poco la situación de Sabira, lamentaba la actitud de la familia de Sabira.
"¿Estás lista para ir al extranjero?" preguntó el director.
"Sí, señor." respondió Sabira sin dudarlo.
"Bien, entonces te ayudaré a gestionar todo lo necesario para esa universidad, y espero que tu familia también se alegre al escuchar esta noticia." dijo el director en voz baja.
La cara de Sabira cambió al instante a una expresión triste.
"Eso es imposible, señor." dijo Sabira en voz baja.
"Ten paciencia, hija." al instante el director lamentó haber dicho palabras que entristecieron a Sabira.
Sabira asintió con la cabeza y sonrió sinceramente al director.
"Entonces me voy primero, señor, gracias por ayudarme, señor." dijo Sabira sinceramente.
"De nada, hija, te mereces todo eso, eres inteligente y tienes muchos logros, así que el director y los demás profesores también quieren verte progresar." dijo el director.
Sabira asintió y sonrió sinceramente, estaba agradecida de haber elegido estudiar en esta escuela, como el nombre de la escuela, tenía grandes esperanzas de convertirse en una persona exitosa y enorgullecer a su país en el extranjero, y quería ver el arrepentimiento de su familia por haberla desperdiciado.
Sabira salió del despacho del director con una cara radiante, y volvió a caminar hacia su clase.
En el camino, se encontró con su ex mejor amigo, Mahesa. Antes eran muy unidos, pero debido a las calumnias que Aura había creado, Mahesa odiaba mucho a Sabira.
Sabira pasó junto a Mahesa sin más, no le guardaba rencor ni odio a Mahesa, porque no era culpa de Mahesa, solo que el chico confiaba demasiado en las calumnias de Aura, qué podía hacer Sabira, se alejó cuando Mahesa le dijo que se alejara.
Mahesa, al ver que Sabira lo pasaba de largo, hizo que gruñera enfadado, porque sinceramente quería ver la dulce sonrisa de Sabira, y que Sabira volviera a ser la buena amiga que siempre lo hacía reír alegremente todo el día.
Pero todo ahora se sentía difícil, desde que dijo palabras groseras delante de mucha gente, y admitió que le daba asco estar cerca de ella, y le dijo a Sabira que se alejara de su vida.
Sin muchas palabras, y sin defenderse, la hermosa chica realmente se alejó de él, todos sus accesos a las redes sociales fueron bloqueados por Sabira, y ahora la hermosa chica nunca quería saludarlo.
"Bira, ¿hasta cuándo estaremos así, echo de menos a mi antigua Bira?" dijo Mahesa en voz baja mirando la espalda de Sabira que ya se alejaba de él.
"Jajaja... Te arrepientes, hermano, de haber desechado a un amigo tan bueno como Sabira, de confiar en una serpiente." se burló un amigo de Mahesa.
"Cállate, idiota." maldijo Mahesa.
"Desde el principio te dije que averiguaras primero la verdad, tú te dejaste llevar por la emoción y empezaste a insultar a Sabira en público y a decirle que se alejara de ti, cuando ya te había dicho que esa chica se hacía la víctima, no me creíste, te engañó su cara inocente, resulta que esa chica es astuta, te jodiste por perder a un buen amigo y tan guapa como Sabira." se burló un amigo de Mahesa antes de irse dejando a Mahesa arrepintiéndose de sus actos.
"Soy un tonto, Ra, confié tan fácilmente en tu hermana, ahora te he perdido Ra, lo siento." murmuró Mahesa en su corazón.
Continuará....
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