¿Sueño o fue real?

"Haa".

No pude evitar suspirar mientras despertaba con lágrimas en mis ojos, estaba acostada en mi cama en el orfanato.

¿Sueño?.

¿Fue real?.

La pesadilla comenzó cuando fui adoptada los 9 años, por un noble marqués.

"Bienvenida a la familia Couoh, ahora eres Celeste Couoh”.

Esas fueron sus primeras palabras oficiales.

Asentí con mi cabeza pero ese no fue el problema a primera vista, la mansión se me hizo terrorífica y el marqués empezó a caminar como si nada para su mansión.

Sentía que si entraba no volvería a salir del lugar, al menos no con vida.

Cuando entré a la mansión del marquesado el mayordomo me dio ropa, un uniforme de sirvienta.

"..."

Las palabras del marqués sonaron de repente, con tanto cariño gritó hacia las escaleras.

“Cariño, te he traído un regalo”.

No pude evitar estremecerme.

¿Qué dijo?.

El hombre me había adoptado, me adoptó para ser un regalo no fue difícil saber que terminaría siendo en esta casa.

Estaba para ser la sirvienta para la mujer que baja las escaleras.

La chica de cabello rosa y ojos azules bajo las escaleras y me observa para decirle a su padre.

“Es perfecta para ser mi sirvienta, gracias padre”.

“...”

La mirada traviesa de esa mujer hizo que me erizara hasta el último de mis cabellos.

¿Dónde había venido a parar?.

'¿Puedo regresar al orfanato?'.

Mi mente me decía huye, solo huye de este lugar pero por alguna razón sentí que no podía salir o moriría.

La razón por la que me había adoptado este hombre fue para ser sirvienta de su hija.

‘Me hubiera quedado en el orfanato’.

Eso fue lo que pensé.

Aferrarme para no salir de ese lugar que se veía seguro pero esos tipos ni siquiera me pidieron mi aprobación para venir con esta gente.

"Celeste, ven te enseñaré que es lo que quiero que hagas".

"..."

Asentí con mi cabeza y vi al marqués que solo caminaba sin decir nada.

“¡Apúrate!”.

De repente escuché el grito de la chica que hablaba en la mitad de la escalera.

Con un suspiro de resignación empecé a caminar.

Subí las escaleras detrás de ella.

La hija del marqués, Angela Couoh, es la princesa heredera de este imperio, el imperio Catzim.

"Esta es mi habitación, aprende rápidamente tus obligaciones".

"Un error y puede salirte demasiado caro".

La mirada de esa mujer se hizo terrorífica.

No pude evitar tragar saliva.

A simple vista una niña mimada por su padre por fuera pero es una maldita bruja con un rostro adorable.

"¡Celeste!".

“..."

Los días empezaron en esta casa.

Un día estaba subiendo las escaleras con la olla de agua caliente para su baño.

"He tardado, me disculpo".

Ella negó con la cabeza.

Entré corriendo a vaciar el agua en la tina pero ese no fue el problema.

"Te dije a la perfección".

"..."

"Apúrate, en poco tiempo vendrá mi príncipe, después de que regrese tendrás tu castigo".

Sentí miedo instintivamente.

‘Esperar a ser grande y vete del lugar’.

Eso es lo que diario pasaba en mi mente.

“Mi novio, el príncipe heredero Xion Catzim, vendrá pronto”.

"No veo la hora en que te apures".

Ella reprocho y me apure en arreglarla.

‘Espero que cuando salgas te caigas en el lodo y hagas el ridículo’.

Por dentro la maldije.

Terminé de peinar a la mocosa de 16 años y ella salió de su habitación como toda una niña pomposa, esperando el carruaje en el que venía con el príncipe.

“...”

Suspire al ver qué no se había caído y termine de arreglar la habitación para salir del lugar e irme a hacer otros pendientes.

Cuando regresó de su cita llegaba de peor humor con el que había ido.

'Si no se cayó, ¿Por qué está así?'.

Pero no pude evitar estremecerme, de repente uno de los soldados del marquesado me llevó a rastras a no se dónde.

Fue cuando entendí a lo que se refería con castigo.

Soporta, soporta todo, hasta que puedas huir del lugar.

llore del coraje y fue cuando escuché la voz de la mujer que estaba ayudandome.

"¿Estás bien?".

Una de las sirvientas, mi compañera de trabajo Marcela dijo mientras me ayudaba a limpiarme las heridas.

Negué con mi cabeza, este lugar simplemente no debería de existir.

La impotencia y la debilidad.

Marcela me abrazó mientras seguía limpiando las heridas con agua.

"Todo estará bien".

"Algún día saldremos de aquí".

Ella había venido a trabajar para ayudar a su familia pero se encontró con un horror.

Tampoco pudo volver a salir.

Así pasaron tres años en un horror que no veía fin.

El año que cumplía doce años el marqués llegó con un brazalete y lo coloco en mi tobillo con unas palabras aterradoras.

"Si te lo quitas, desearás nunca haber nacido".

Ni siquiera sabía cómo había sobrevivido en estos años.

El colocó el brazalete ajustado y guardo la llave en su bolsillo.

"Lo que hizo fue bloquear tu mana, Celeste".

"..."

Marcela lo dijo mientras miraba el brazalete ansiosamente.

A los 12 años un niño despierta su magia si es que posee pero a diferencia de los que vivíamos aquí yo era la única que tenía esta cosa.

¿Qué es?.

Me sentí encadenada a este lugar.

Lo que me puso fue un bloqueo de mana para que ni siquiera despertara como maga si es que poseía magia.

‘Yo quiero irme de aquí’.

Pero era cierto lo que dijo, una vez que intente quitarme el brazalete el marqués entró donde dormía y me dio una tunda que jamás olvidaré.

“...”

Terminé en lágrimas y con heridas por todos lados.

“No quiero esto”.

No pude evitar gritar del dolor ese día.

Después de ese día simplemente había perdido toda esperanza.

Tenía 16 años cuando la hija del marqués se casó con el príncipe heredero.

"Por fin un poco de tranquilidad".

Marcela lo dijo mientras tenía un plato con un pedazo de pan, se había ido la persona más peligrosa de la casa por el momento.

“Intentemoslo”.

De repente Marcela dijo algo extraño.

“¿Qué?”.

“Salir”.

Ella murmuró.

“...”

Pero no estaba segura de que funcionara, el maldito brazalete que tenía le decía al marqués donde estaba.

Pero si no salíamos íbamos a morir aquí encerradas

Fue cuando Marcela sonrió al ver mi pesar.

"Podemos hacerlo, mira lo que encontré en lo que limpie la oficina del marqués".

"..."

Una llave.

"Vamos Celeste".

Con esas palabras preparamos el escape.

Aprovechando la oportunidad de que el marqués no estaba las dos nos preparamos para huir al día siguiente.

Ese día terminamos corriendo siendo perseguidas por los caballeros del marquesado.

Corríamos sin parar pero cuando me di cuenta Marcela ya no estaba.

'Marcela'.

Quería gritar su nombre pero si lo hacía iba a terminar siendo encontrada, así que me aguante y busque mi propia libertad.

No sabía a dónde corría pero todo era mejor que nada.

Soy libre, libertad.

Las lágrimas salían de mis ojos y seguí corriendo sin detenerme, esperaba después encontrarme con Marcela pero no sabía por dónde buscar.

Ese día por fin había sido libre gracias a ella.

Dos años después de salir de ese lugar inició la guerra del imperio Catzim contra el imperio Canek.

"De todos lados tengo que huir".

Corría por las calles de la capital mientras escuchaba a lo lejos las batallas de la guerra.

Morí siendo apuñalada por alguien de repente, ni siquiera vi quien fue quien me apuñaló.

"Así es mejor".

Eso fue lo único que escuche.

Tenía 18 años que pasó eso.

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