La Villana Falló (Segunda Parte)

Elian no estaba interesado en los rumores que se estaban difundiendo, y Alexandra deliberadamente guardo silencio para que la gente los creyera.

Además, esos pequeños rumores la hacían volver una mujer intocable.

Al principio, los dos querían protegerse en caso de una situación inesperada.

Pero antes de darse cuenta, el poder que habían logrado obtener todos estos años, era lo suficientemente fuerte cómo para protegerse y destruir a otros. Cuando la codicia de Alexandra creció y trato de volverse una mujer dominante, no había nadie que pudiera detenerla.

Incluso los ancianos de alto poder consideraban a Alexandra como un peligro.

Y tene a Elian a tu lado, los hacia volver poderosos ante la sociedad.

Todo el mundo sabía que la familia Prada cambió gracias a Alexandra.

Al principio esperaban que Alexandra fuera una buena herramienta cómoda para usarla a su gusto.

De hecho, Alexandra solo representó un títere en la novela original.

Ella se había enamorado perdidamente de Elian y se movía como los demás le decian, creyendo en las promesas de los ancianos que le ayudarían.

Pero ella estando en el cuerpo de la Alexandra original era todo lo contrario.

Desde que se enteró de la existencia de los ancianos en dónde se entrometian en la familia, ella y los ancianos no se habían llevado bien hasta ahora.

Ellos querían controlar a Elian, pero Alexandra luchó para que no sucediera eso.

Hubo varios conflictos en el paso, pero al final fue Alexandra quién ganó.

Y ahora

Había un archivo marcado en rojo frente a Alexandra.

En el se informaban lo que estaban haciendo los ancianos.

Cómo era de esperar, los ancianos que no pudo atrapar se estaban escondiendo.

En particular, hubo un informe de que los ancianos estaban husmeando en proyectos que se les había quitado. "Pensé que ellos correrían hacia aquí al enterarse del divorcio... Pero es sorprendentemente silencioso."

Alexandra estaba segura de que ellos estaban planeando como estaba marchando su divorcio con Elian.

Los ojos de Alexandra se afinaron.

No entendía porque los ancianos no estaban aquí. Pero en caso de que intervinieran, Alexandra estaba lista para confrontar a los ancianos y hacerles ver qué nunca habría un divorcio.

Quizá ellos estaban esperando la confirmación de su divorcio para atacarlos nuevamente.

Alexandra estaba segura de que ellos pensaban que una vez estén divorciados, ellos vendrían a ayudar al Duque desconsolado y manejarlo como lo hicieron en el pasado. "Quizás antes podrían hacerlo, pero ahora incluso sin mi, no podrán fácilmente manejar a Elian" Pero Alexandra sabía que los ancianos acudirían a Elian con la excusa de lo que pasó en la fiesta del té.

Seguramente ya lo escucharon y le dirán que fue un comportamiento inapropiado y le instalarán a qué se divorcie lo antes posible.

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Elian, naturalmente, había estado de buen humor desde aquel día.

Alexandra estaba celosa.

Antes tenía miedo y celos de perderla ante cualquier hombre. Pero con lo que pasó en la fiesta del té, tenía una sensación de satisfacción y plenitud.

Las comisuras de la boca de Elian que subieron no pensaron en bajar.

A Elian le gustaba como Alexandra revelaba sus verdaderos sentimientos hacia él.

Pero lo que no le gustaba es que aún no tenía confianza.

Quería que Alexandra luciera más confiada.

Deseaba que se quede a su lado como lo hizo todos estos años. "Es tan bueno vivir para ver esto."

Entonces los ojos de Elian se abrieron como platos. "¿No estaría celosa nuevamente si una situación como la última vez volviera a suceder?" pensar en eso fue fascinante.

Había un deseo desbordante de que quería ver una vez más esos celos que tenía hacia él.

La mera imaginación le hizo cosquillas en todo el cuerpo. Pero tenía que borrar esa imaginación por completo. "No me gusta eso"

La ilusión de Elian se detuvo de repente.

No importa cuánto quisiera ver celosa a Alexandra, no quería involucrarse con nadie más solo para mirar eso.

Es más, ¿Qué tal si Alexandra realmente lo malinterpretaria? No, no quería ver a Alexandra así.

Odiaba cuando Alexandra estaba lastimada incluso un poco.

Era algo que nunca debería hacer mientras hubiera una pequeña posibilidad de ver eso. "Pero quiero ver qué Alexandra esté celosa..." Elian chasqueó los labios con pesar.

Los labios de Elian, que habían estado reflexionando durante mucho tiempo, de repente se levantaron.

Pensó que, al ver que Alexandra estaba celosa, podría seducirla cómo para que ella finalmente viniera a él.

La mente de Elian era un campo de flores.

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Elian entró en el palacio imperial. El emperador Arturo lo había llamado para verlo. Tan pronto como el emperador vio a Elian, entrecerro los ojos.

Arturo: ¿Sabes por qué pedí verte?

Elian: No, su majestad.

Elian no se adelantó a especular. Si él tenía algo que decir, era mejor que se lo dijera directamente y sin rodeos.

Arturo: Un rumor sobre la familia Prada llegó a mis oídos.

Elian: Ya veo.

Aunque el emperador habló como si fuera escéptico, Elian respondió con una actitud indiferente.

Significaba que los rumores eran ciertos.

Arturo: Recientemente, vinieron personas a visitarme y se han quejado de ese hecho.

Incluso sin mencionar quién era, era fácil adivinar quién era la persona que expresó la insatisfacción de la que estaba hablando.

Probablemente fue la familia Guzmán quien tuvo una discusión con Alexandra.

Elian soltó un ligero resoplido y hablo cortésmente al emperador.

Elian: Han molestado a su majestad con pequeñas cosas. Le aseguro que no pasará eso en el futuro.

El emperador se quedó estupefacto. Elian respondió cortésmente, fingiendo hablar desde su corazón.

Su boca se curvo cómo si no tuviera intención de ocultar sus emociones.

Era una cara que ridiculizaba a los nobles que habían venido a visitar al emperador solo para quejarse de lo que no les debería importar.

Arturo: Si el comportamiento de la Duquesa es arbitrario, inevitablemente afectará al Duque negativamente.

El emperador estaba señalando el comportamiento de Elian, cómo si estuviera a Merced de su esposa.

Arturo: Quiero decir, pareces un hombre que no puede moverse sin su esposa.

El emperador le estaba dando una advertencia a Elian con un consejo, sin embargo, contrariamente a las intenciones del emperador, no había signos de conmoción en el rostro de Elian.

Elian: No está tan mal.

Dijo Elian sonriendo suavemente.

Parecía como si se estuviera muriendo de alegría. Él emperador se quedó estupefacto aún más.

Arturo: Esta no es una pregunta para tomarse a la ligera. ¿Sabes que cuánto más hagas, más se verá sacudida tu posición?

El emperador le advirtió.

Para la nobleza, la autoridad en la familia era importante.

No importa cuan grande sea la reputación de Elian o de cualquier otra familia, si su reputación o influencia hablaban mal, nadie lo tomaría en cuenta.

Sin embargo, Elian no escuchó los consejos del emperador ni siquiera con sus oídos. Lo miró directamente y abrió la boca.

Elian: No necesito el permiso de mi esposa para hacer lo que quiera.

Contesto Elian con firmeza.

Elian: Yo siempre estuve a merced de mi esposa. Esto no sucedió ese día no hoy. No puedo creer que las personas se hayan dado cuenta hasta ahora. Qué preocupación más ridícula.

Al final, el emperador se quedó sin palabras. Se dió cuenta de que sus consejos no funcionarían para nada.

Elian todavía tenía un rostro tranquilo y relajado. Él emperador se trago todas las palabras que estaba a punto de decir.

Pero en cambio, abrió la boca para decir la única palabra que le quedaba.

Arturo: Bien, entonces, ¿Qué pasó con el rumor de tu divorcio? No hay nadie que no haya escuchado hablar del rumor de que los dos se van a divorciar, entonces, ¿por qué no expresas tu opinión acerca de esto todavía?

Él emperador le estaba señalando a Elian.

Le habló que tenía que lidiar con el enfrentamiento actual sobre su divorcio.

Le recalcó que no estaba manejando está situación como debía.

De hecho, el emperador quería resolver su curiosidad en lugar de reprender a Elian. Los labios del emperador se abrieron lentamente.

Arturo: ¿Realmente te vas a divorciar?

Al verlo sonreír felizmente al ser influenciado por su esposa, el emperador se preguntó cómo surgió la historia del divorcio cuando Elian la amaba tanto.

El emperador le miró fijamente, esperando la respuesta de Elian.

Elian: El divorcio nunca sucederá.

Elian habló con fuerza, cómo si se lo confirmara a sí mismo.

Para Elian, esa era la única verdad. Él período de gracia de dos semanas que le había propuesto a Alexandra iba a ser su última esperanza de conquistarla.

Por otro lado esas dos semanas era una especie de distracción para Alexandra.

Los ojos del emperador se entrecerraron. Luego abrió lentamente la boca.

Arturo: No sé que diablo pasó, pero confiaré en tu palabra.

El emperador asintió, aunque dudaba de las palabras de Elian.

Arturo: Además, a aquellos que acudieron a mí con este problema, puedo decirles lo que escuché hoy de ti.

Elian: Por supuesto.

Elian respondió sin dudarlo.

Además, no fue tan malo para sacar este asunto. No, en realidad le gustó bastante. La respuesta de Elian frente al emperador hoy se dará a conocer como una posición oficial.

Desde un principio cuando comenzaron a circular los rumores sobre el divorcio, Elian quiso hacerles saber a las personas que no habría tal Divorcio y hacer sellar todas esas especulaciones.