Alison Borgui, trabaja en un periódico de prestigio, pero, últimamente las ideas se le han ido de la cabeza. A tal grado que es obligada a investigar un caso de una mujer condenada a 30 años de prisión por el asesinato de su padre y madre y después los despedazó y los tiró a la basura en bolsas negras. Sin embargo, Sofía Morin se ha declarado culpable. Esta mujer, gorda, fodonga, sin una gota de maquillaje, experta en dibujar rostros humanos, es, verdaderamente insoportable.
Alison Borgui sospecha que esta mujer es inocente, y si así fuera, ¿a quién protege esta mujer?
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¿Qué es esto?
El abogado y el investigador que había contratado Alison fueron a buscarla al día siguiente del viaje de Igor.
Señora, hemos investigado por todos los medios, pero no hay nada que nos indique que Sofía no mató a sus padres. Todas las pruebas que hemos recaudado apuntan directamente hacia ella no hay de otra, ella es la verdadera asesina de sus padres. Y si quiere escuchar un consejo, por favor, deje las cosas así como están puede ser perjudicial para usted.
¿Usted cree que Sofía va a salir de la cárcel para matarme por andar investigando su caso?
No precisamente Sofía, pero sí, cualquier otra persona que esté cerca de ella.
Déjeme adivinar, ¿su abogado Rafael Rivera?
Bueno, no es un hecho, simplemente son suposiciones y un consejo que le quiero dar, pero hasta aquí mi trabajo ha terminado no le cobraré ni un cinco, con su permiso nosotros nos vamos.
Está bien, gracias por su información y su ayuda adiós.
¿Pues que sabrá que he creído este licenciado?, sí Sofía no tenía amigos. No hay nadie que vea por ella salvo su hermana, pero ella está desaparecida. Entonces, ¿quién podría hacerme daño?
Allison no era mujer que se dejaba amedrentar por nada y siguió con su objetivo de seguir investigando el caso de Sofía.
Ella dice que no se acuerda de haber hecho lo que hizo solamente les pegó con una sartén, pero eso no es como para matarlos.
Además, con el peso desproporcionado que tiene Sofía dudo mucho que haya tenido la fuerza necesaria para matarlos y destasarlos. Más bien eso pudo haberlo hecho un hombre, eran los pensamientos de Alison.
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Víctor Lara se encontraba leyendo unos reportes que tenía para la defensa de un reo que llevaba varios meses en la cárcel. En eso alguien tocó a la puerta.
Fue a abrir...
Buen día, me llamo Alison Borgui, ¿me permitiría unas palabras?
¿Sobre qué tema? Porque estoy muy ocupado en este momento.
Se trata de Sofía Morin.
Víctor arqueó las cejas. ¿Por qué quiere hablar de ella?
Tengo entendido que después de Rafael Rivera usted era el otro abogado que iba a defender el caso de Sofía.
Viene muy decidida, ¿eh? De acuerdo, hablemos.
Voy a grabar esta conversación si no le molesta.
Como guste no tengo nada que esconder.
Muy bien, ¿por qué no siguió el caso de Sofía?
Es muy fácil, ella tuvo dos opciones o declararse loca o cumplir una condena, es obvio lo que ella decidió. En caso de que ella se hubiera declarado loca estaría en un hospital psiquiátrico.
A lo que voy yo es por qué no siguió su caso, en su expediente hay muchas irregularidades.
No sé de cuáles irregularidades habla. Todo está en perfecto orden, ella cometió un delito y ahora está pagando por eso. Ya no hay nada que hacer ella misma se declaró culpable y por eso el caso está cerrado. Y si quiere un consejo deje las cosas así como están no se vaya a meter en problemas.
¿Acaso me está amenazando, señor Víctor?
Por supuesto que no, pero ella ya se declaró culpable y no hay nada que la pueda librar de la cárcel. Ahí pagará su condena de por vida.
Según tengo entendido le dieron 30 años.
Si leyó bien el informe dice 30 años más los que se acumulen, eso queda a consideración del juez. Nos ha dicho a todos que ella se quedará ahí por siempre. Además, ella rechazó la defensa por eso mejor aléjese de ella antes de que le ocurra una tragedia.
Me voy pero no se le olvide que tengo todo grabado para cualquier cosa.
Víctor Lara ya no le dijo nada la dejó que se fuera tranquilamente.
En cuanto la vio a alejarse se comunicó con Rafael Rivera.
Oye, hiciste mal en haberle dado mi nombre a esa señorita, la vi muy deseosa de llegar hasta el fondo de la verdad.
No te preocupes, nunca sabrá la verdad. El caso ya está cerrado y nadie tiene deseo de volver a abrirlo.
Esto ya no me está gustando nada lo mejor será que pongamos tierra de por medio y largarnos a otra parte.
El tal Víctor era un hombre chaparro y obeso la cabeza completamente calva. Sabía perfectamente bien que si Alison se lo proponía llegaría hasta toda la verdad, y no le convenía.
Por eso esa misma noche preparó sus maletas y se largó de ahí ante la incertidumbre de Rafael Rivera, que fue a buscarlo y ya no lo encontró.
"¿Qué has hecho, imbécil?"... "Ahora sí la policía andará atrás de nosotros, si a Alison se le ocurría hablar de eso".
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Mientras que Alison tenía sus propias conclusiones.
"¿Por qué noté cierta amenaza en la voz de Victor Lara? ¿Estarán coludidos los dos abogados?, ¿y qué tiene que ver Alexa en todo esto?".
Todas estas preguntas quedaron en el aire porque nadie se las respondía.
Había algo en la mente de Alison que no podía dejar de lado a pesar de sus deseos.
Estoy segura que esos dos abogados ocultan algo y es muy grave.
Aprovechando que Igor andaba de viaje decidió ir a la casa donde vivía Sofía antes de matar a sus padres.
Debía de haber algo importante, para que no la hayan querido vender.
Empezó a checarla palmo a palmo hasta el último rincón de la casa, se llevaría por lo menos todo el día en encontrar algo, si es que había algo.
De pronto, algo llamó su atención.
En la pared atrás de la cama donde estaba el respaldo había un cuadro que cubría gran parte de la pared.
Los nervios se apoderaron de ella. No sabía lo que iba a encontrar ahí.
Lentamente retiró el cuadro. Era un cuadro muy hermoso con un paisaje, una casita al fondo y un lago lleno de árboles. Mirar ese cuadro transmitía paz a cualquiera que lo viera, menos a ella que estaba al borde de un colapso.
Dio un gran suspiro cuando retiró el cuadro y vio un pequeño hueco en la pared con una puerta que tenía un candado.
"Dios, y, ahora, ¿cómo abro esto, dónde estará la llave?", se dijo Alison.
Empezó a buscar minuciosamente.
"Sé que la llave debe de estar por ahí".
No había absolutamente nada, siguió buscando, y encontró un desarmador que podría servir para abrir el candado.
El candado no quería abrir, pero intentó abrir la puerta aunque se rompiera tenía que ver qué había dentro.
La puerta cedió. Allison, con todo cuidado sacó los papeles que había dentro.
Antes de revisar los papeles acomodó otra vez el cuadro donde estaba. "Cómo es posible que nadie se haya fijado en este cuadro?", pensó.
Revisó los papeles muy bien y lo que leyó la llenó de un asombro total.
¡Dios mío!, pero, ¿qué es esto?