El Secreto Del CEO

Capítulo 3

Viridiana pasaba contando los días, esperando la respuesta de la academia en Roma, cada día le hacía crecer su desesperanza. Tal vez nunca llegaría esa respuesta, no podía seguir esperando.

—¿Puedo pasar?—

—Si papá adelante.—

—Ya tengo días observándote, me preocupas. Si no te aceptaron en esa dichosa academia no es el fin del mundo mi vida.—

—Lo sé papá, pero era mi sueño. Y me siento triste, ya se me pasará. Ahora debo ver que voy hacer de mi.—

—Tengo una nueva telenovela y necesito encontrar la música adecuada para los créditos. Sabias que la mayoría se hacen famosas por su música o por la canción con la que comienzan. Es una oportunidad para que hagas magia, y comiences tus sueños.—

—Está bien te ayudaré, pero no quiero conformarme. Quiero lograrlo por mí misma, eres muy importante al igual que mi madre. No quiero que todos rumoren que lo logre por mi apellido y tu influencia.—

—Orgullosa hasta la médula, ayúdame ¿si?.—

—Está bien papá, pero si me aceptan en la academia me iré. ¿Tenemos un trato?—

—Está bien mi pequeña Viridiana, es un trato.—

Durante esos días Viridiana comenzó a ver los primeros diez capítulos de la telenovela, al mismo tiempo se sentó a comenzar a crear la melodía adecuada. Estaba llena de situaciones amargas para la protagonista, así que debía transmitir las intrigas, el dolor y el sufrimiento en cada nota.

—Que concentrada estas.—decía Marcelo que acababa de llegar de los ensayos

—Estoy ayudando a mi papá con la música de la nueva novela en la que está trabajando.—

—¿Cuál?—

—Más allá del sol, es muy trágica. La protagonista se enamora del hijo del enemigo de su padre, así que hay mucho sufrimiento para ella. En la vida real no hay quien soporte tanta amargura.—

—En la vida real hay situaciones peores hermana, tú no lo sabes porque nunca has tenido una relación. Y tu relación ficticia con Meléndez no cuenta, es un cantante y al igual que tú hay miles de mujeres que comparten la misma idolatría.—

—Nunca he conocido a alguien que llame mi atención, solo he sentido mucha devoción y amor por la música.—

—Cuando te enamores, todas tus canciones cobrarán sentido.—

—Yo quiero un hombre como mi papá, feminista, leal y cariñoso con su esposa, que está a su lado en cada paso que da. Cambiando de tema, ya tengo mucho tiempo que no veo a tu novia.—

—Ha tenido mucho trabajo, aunque Lucero a diario me hace saber cuánto me ama, mensajes, llamadas y regalos sin ser un día especial, claro yo no me quedo atrás, también le hago saber cuánto le amo, es la única manera de sentirnos cerca.—

—Ella me agrada, me gusta verte feliz y enamorado. Bien debo ir a la televisora, tengo reunión con el director musical de la telenovela. Espero que le gusten mis creaciones.—

—Quieres tocarlas y que te de mi opinión.—

—No, debo tener confianza en mí. Sé que les va a agradar, deséame suerte.—

—¿Quieres que te lleve?—

—No gracias, me iré en mi camioneta. Nos vemos para la cena.—dijo Viridiana a su hermano y se despidió de él con un beso en la mejilla

Marcelo era cuatro años mayor que ella, era un bajista muy popular. Había tocado con grandes cantantes del país, y trabajo nunca le faltaba. Tenía una carrera independiente y en ascenso, sin usar el prestigio de sus padres.

Viridiana conducía por la caótica ciudad, minutos después llegaba hasta la fábrica de sueños, así es como le llamaban en donde filmaban las telenovelas.

—Director, lo busca su hija.—le decía su asistente

—Hazla pasar por favor, la estamos esperando.—

Viridiana entró al set, su papá estaba por terminar la escena para enviar a todos a un descanso.

—¡Corte! Estuvo perfecto, ahora vayan a descansar los veré en dos horas.—Una de las actrices del cine de oro se acercó para saludar a Viridiana.

—Viridiana tan bella que estás hija.—

—Gracias, usted también está bellísima.—

—De pronto dejaste de venir con tus padres al set, con esa belleza serías una actriz famosa o cantante.—

—Me halaga en verdad, y quien no lo haría cuando Miroslava Jurado te dice cosas tan positivas.—

—¿Estás triste por la falta de respuesta de la academia en Roma verdad? Tu padre me lo contó, ya sabes que somos grandes amigos.—

—La verdad si, tal vez es el momento de comenzar mis sueños aquí en mi país. Aunque yo quería estudiar al lado de Franco Beccu.—

—Ellos se pierden de tu talento, nunca dudes de ti misma. Bien antes de irte ven a despedirte de acuerdo, me alegra verte.—Miroslava la abrazaba con mucho afecto, todos los que trabajaban con su padre o que trabajaron le tenían cariño.

—¿Dónde estabas Viridiana?—preguntó su padre

—Con la gran actriz Miroslava Jurado, lo siento maestro Vargas por hacerlo esperar.—

—No hay problema Viridiana, tenemos el tiempo.—

—Bien comenzaré a tocar.—

Viridiana se sentó al piano, colocó sus partituras para comenzar a tocar la canción para la telenovela, la escuchaba su padre y el productor musical con mucha atención, al terminar Vargas no dudó en aplaudir.

—Es perfecta, eso es lo que necesitábamos. Tienes mucho talento Viridiana, ¿por qué querías seguir estudiando?—

—Quería estudiar hombro a hombro con el maestro Franco Beccu.—

—Me pasó lo mismo cuando conocí al maestro Cantoral, aprendí mucho de él. Tienes un gran talento, y si no hay respuesta de la academia me gustaría que formaras parte de mi equipo.—

—Gracias, ¿entonces aparecerá mi canción en la telenovela?—

—Por supuesto que sí, al comienzo y al final. También entre escenas, y no solo eso aparecerá tu nombre en los créditos, bienvenida a la fábrica de sueños Viridiana Escalante.—ella se sentía feliz, se quedaron a solas Viridiana y su padre.

—Felicidades hija, tramitaré tu cheque. Me siento orgulloso de ti.—

—Gracias papá por confiar en mi.—

—Siempre confío en ti. Bien tengo que volver al trabajo, ¿me esperas?—

—No papá, solo me despido de Miroslava y me voy.—

—Está bien, ten paciencia porque el tráfico de san ángel es pesado.—

Viridiana se sentía feliz, su canción aparecería en una telenovela. Su papá tenía mucho prestigio, así que sería una piedra fuerte en su cimiento para edificar su carrera. Se despidió de Miroslava y también pasó a saludar a su mamá, minutos más tarde llegaba a su casa.

—Ahí estás hermana, te esperaba con ansias.—decía Marcelo emocionado

—¿para qué?—

—Mira lo que llego para ti.—Marcelo le mostraba el Mail

—¿Ya lo leíste?—

—Aunque me moría de curiosidad no lo abrí, así que leamos juntos su respuesta.—

—Tu no sabes italiano.—

—Pero tú sí, anda ábrelo.—ambos sentían su pulso al millón. Viridiana no podía creerlo.

—¡Si, lo logré! Me voy a Roma.—

—Felicidades.—ambos brincaban de felicidad

—Soy tan feliz hermano.—

Viridiana no podía creerlo, pero estaba lista para aprender de uno de los mejores compositores del mundo. Algún día su música se escucharía a nivel internacional, era el comienzo de algo totalmente nuevo.