La Luz De Mis Ojos

Mi madre se sentó en la cama, con una expresión triste y preocupada. Pero no era la tristeza y la preocupación que uno esperaría de una madre que se preocupa por su hija. Era algo más profundo, algo más oscuro.

___ Aurora, no entiendo por qué tienes que irte dijo, con una voz que sonaba más como un lamento que como una pregunta.

___ ya te lo expliqué, mama , le respondí, tratando de mantener la calma. Necesito empezar una nueva vida, encontrar mi propio camino.

___ Pero ¿por qué tienes que irte tan lejos?, insistió. ¿Por qué no puedes quedarte aquí, con tus hermanos ?

Me sentí un poco confundida por su reacción. Mi madre nunca había sido muy afectuosa conmigo, nunca había mostrado mucho interés en mi vida. De hecho, siempre había sentido que me consideraba más como una carga que como una hija.

__ ¿Mamá? , le pregunté, tratando de entender. ¿Por qué te importa tanto que me vaya? Nunca hemos sido muy cercanas.

Mi madre se levantó de la cama y se acercó a la ventana. Se quedó allí durante un momento, mirando hacia fuera su rostro estaba lleno de ira y resentimiento.

___ Es que... comenzó a decir, pero se detuvo. Se volvió hacia mí, con una expresión dura. No te preocupes por mí, Aurora. Haz lo que quieras. Pero no esperes que te apoye.

Me sentí un poco herida por su respuesta, pero también aliviada. Al menos ahora sabía dónde me encontraba con mi madre.

___ Entendido, mamá , le dije, asintiendo. Me dormire

Mi madre se volvió hacia la ventana de nuevo, sin decir nada más. Salió de la habitación cerrando la puerta tras de ella , las palabras de mi madre resonaban en mi cabeza como un eco persistente. "No esperes que te apoye". Me sentía como si me hubieran golpeado en el estómago.

No podía dormir. Me levanté de la cama y comencé a caminar por la habitación. Mi mente estaba llena de pensamientos y emociones. Me sentía herida, confundida y enojada al mismo tiempo.

De repente, me detuve frente a la ventana. Miré hacia fuera, hacia la oscuridad de la noche. Me sentía como si estuviera mirando hacia mi propio futuro, hacia la incertidumbre y entonces, algo dentro de mí cambió. Me di cuenta de que no necesitaba el apoyo de mi madre para seguir adelante. Me di cuenta de que tenía que encontrar mi propia fuerza y mi propia determinación.

Me volví hacia la cama y me senté en el borde. Saqué un papel y un bolígrafo de la mesa de noche y comencé a escribir. Escribí sobre mis sueños, mis miedos y mis esperanzas. Escribí sobre la persona que era y la vida que queria vivir.

Cuando terminé de escribir, me senti liberada . Después de un rato, finalmente logré dormirme. Mi mente estaba agotada por los pensamientos y emociones que había experimentado durante la noche.

A La Mañana siguiente , los rayos del sol pegaban a mi ventana, iluminando la habitación con una luz cálida y acogedora. Me desperté con una sensación de renovación y esperanza.

Me levanté de la cama y me acerqué a la ventana. Miré hacia fuera, hacia el día que se despertaba. El sol estaba saliendo sobre el horizonte, pintando el cielo con colores cálidos y vibrantes. Me sentí inspirada por la belleza del momento. Me di cuenta de que cada nuevo día era una oportunidad para empezar de nuevo, para dejar atrás los errores y las heridas del pasado.

Me volví hacia la habitación y me dirigí al baño para darme una corta ducha. El agua caliente me relajó y me ayudó a despejar mi mente. Me sentí renovada y lista para enfrentar el nuevo día despues de unos largos minutos en la ducha sali rapidamente y mientras me secaba, me miré en el espejo. Me vi a mí misma con nuevos ojos. Vi a una persona fuerte y determinada, lista para enfrentar los desafíos que se avecinaban.

Me vestí rápidamente y salí del baño. Me dirigí a la cocina para preparar un desayuno ligero antes de irme. Mientras comía, pensé en todo lo que había pasado y en todo lo que estaba por venir