Sacha, buscando una lectura emocionante, se topa con "Emperador, ¿por qué mataste a mi hermano?", una novela BL donde el emperador, obsesionado con Leo, lo mata accidentalmente al proteger a su hermana adoptiva.
Al terminar la novela, Sacha se ve transportada al mundo ficticio, convirtiéndose en la hermana adoptiva de Leo. Ahora, con el conocimiento del futuro, debe proteger a su hermano del emperador, un hombre que, aunque lo amaba, lo mató por un error trágico.
Sacha se enfrenta a un dilema: ¿puede cambiar el destino de Leo sin sacrificar su propia felicidad? ¿O se verá atrapada en un romance peligroso con el emperador, un hombre que, a pesar de su amor, es capaz de cometer actos terribles?
NovelToon tiene autorización de Yulisa Rodriguez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
El sacrificio en el jardín imperial
El sol bañaba los jardines del palacio con su luz dorada, haciendo brillar los pétalos de las flores en tonos cálidos y llenando el aire con el perfume de los cerezos. El festival en honor al emperador estaba en su punto culminante, con música, bailes y las conversaciones de la nobleza resonando en la distancia.
Sacha caminaba junto al emperador, sintiendo el peso de su presencia. Aunque mantenía una expresión serena, su mente estaba alerta. Sabía lo que estaba por suceder. Había leído esta escena en la novela antes de llegar a este mundo.
El ataque comienza aquí.
El emperador se detuvo junto a una fuente, mirando cómo el agua caía en cascada. Su expresión era inescrutable, pero había algo en su mirada que hacía que Sacha se sintiera pequeña e insignificante.
—Es un lugar hermoso —comentó el emperador, sin mirarla—. Aunque debo admitir que no vine aquí por la vista.
Sacha forzó una sonrisa.
—Espero que el festival sea de su agrado, Su Majestad. Mi familia ha puesto mucho esfuerzo en este evento.
—Ah, sí, el joven duque y su encantadora hermana adoptiva. Ambos parecen destacar más de lo que deberían.
Su tono era ligero, pero sus palabras llevaban un filo que hizo que Sacha se tensara.
—Solo intentamos cumplir con nuestras responsabilidades, Su Majestad.
Antes de que el emperador pudiera responder, un crujido rompió la calma. Sacha giró la cabeza hacia los arbustos cercanos, sus sentidos en alerta máxima.
El emperador también notó el ruido y se enderezó, su expresión transformándose en una máscara de frialdad.
—Quédate detrás de mí —ordenó con voz firme.
Pero Sacha no podía obedecer. Sabía lo que venía: un grupo de bandidos contratados por un noble resentido iba a atacar al emperador. En la novela, era Leo quien intervenía para salvarlo, ganándose la admiración del emperador pero también su peligrosa obsesión.
(asesinos) Contratados por Lean Fin. Noble, actual mente de bajo rango por orden del emperador.
No puedo permitir que la historia se repita.
Una figura encapuchada emergió de los arbustos, su daga brillando bajo el sol. Sacha sintió el pulso acelerársele mientras recordaba cada detalle de la escena descrita en la novela. El asesino alzó el arma, apuntando directamente al emperador.
(Asesino) Contratado por Lean Fin. Noble, actual mente de bajo rango por orden del emperador
actualmenteemperador! —gritó, lanzándose hacia adelante.
La daga se hundió en su pecho. El impacto la hizo tambalearse, pero mantuvo la compostura, permitiendo que el dolor imaginario se reflejara en su rostro.
El emperador reaccionó con rapidez, desenvainando su espada y enfrentándose al atacante con movimientos precisos. Otros bandidos surgieron de los arbustos, pero los guardias llegaron al instante, convirtiendo el jardín en un campo de batalla improvisado.
Sacha cayó al suelo, jadeando de manera convincente mientras apretaba el lugar donde la daga había "herido" su cuerpo.
Sacha Lin
Esto es por ti, Leo. Ahora todo será diferente.
Los gritos en el jardín atrajeron la atención de los invitados. Uno a uno, comenzaron a llegar al lugar, algunos armados con curiosidad y otros con auténtica preocupación. Entre ellos estaba Leo.
—¡Sacha! —gritó, su voz quebrándose al verla en el suelo.
Corrió hacia ella, cayendo de rodillas a su lado. Al verla cubierta de sangre, su rostro se llenó de desesperación.
—¿Qué pasó? ¿Quién te hizo esto?
Sacha le dedicó una débil sonrisa, esforzándose por mantener la fachada.
—Estoy bien... Leo... no te preocupes...
—¡No hables! Todo estará bien. —Leo la levantó en sus brazos, ignorando los murmullos de los nobles que se habían reunido alrededor.
El emperador los observó desde la distancia, su espada aún en la mano y la mirada fija en Sacha.
—Llévala a su habitación. Que el médico la vea inmediatamente.
Leo no necesitaba órdenes. Corrió hacia el interior del palacio, su mente nublada por el miedo y la culpa.
En su habitación, el médico llegó en cuestión de minutos. Tras un examen rápido, dirigió su atención a Leo.
—Necesito espacio para tratarla. Además, será necesario quitarle parte de su ropa para limpiar la herida y vendarla.
Leo apretó los puños, odiando la idea de dejarla sola. Pero asintió, su rostro lleno de dolor.
—Haz lo que sea necesario. Por favor, sálvala.
Cuando la puerta se cerró tras él, Sacha se incorporó, quitándose la tela ensangrentada que cubría su pecho.
—Gracias por tu ayuda, doctor —dijo con una sonrisa triunfante.
El médico la miró con incredulidad, observando la placa metálica que había detenido la daga.
—Esto es un riesgo increíble, señorita. Si el filo hubiera sido más largo...
—Lo sabía, pero no podía dejar que él interviniera. —Sacha suspiró y tocó el lugar donde el golpe había dejado una marca, pero no una herida—. Ahora todo está bien.
El médico negó con la cabeza, pero comenzó a colocar vendas falsas alrededor de su "herida".
—Esto debería convencer a todos de que estás gravemente herida.
Sacha asintió, acomodándose en la cama y cerrando los ojos.
Sacha Lin
a su lado
Filen Ver (medico personal de la familia Lin). Actualmente confidente de Sacha Lin
—Es suficiente por ahora. Gracias.
Cuando Leo volvió a entrar, su rostro estaba lleno de alivio al ver que Sacha respiraba tranquila.
—Está fuera de peligro —anunció el médico—. Pero necesitará descanso.
Leo se sentó junto a la cama, tomando su mano entre las suyas.
—Nunca vuelvas a hacer algo así, Sacha. No puedo perderte.
Ella apretó su mano suavemente, una sonrisa tranquila en sus labios.
—Todo estará bien, Leo. Te lo prometo.
Mientras tanto, en el jardín, el emperador observaba el caos disiparse, su mente atrapada en los recuerdos de lo ocurrido. La imagen de Sacha interponiéndose entre él y la muerte lo perseguiría durante mucho tiempo.
Esa chica... ¿quién es realmente?
---