Seojun Kwog es un joven coreano de 23 años, proveniente de una familia de clase baja, que se encuentra en su último semestre de universidad. Ha conseguido una beca que le permite continuar sus estudios en Harvard, una de las instituciones más prestigiosas de Estados Unidos. Junto a su novia, Hae Kim, inicia esta nueva etapa. Al llegar a la universidad, Seojun conoce a Ariana Brown, conocida como la Princesa Brown, una figura popular y temida por todos en el campus. A partir de este encuentro, Seojun se verá atraído a un mundo donde el poder y el dinero son los valores predominantes.
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Capitulo 23 Tiempo pasado 1/2
Ariana Brown
2 años atrás
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-Me encuentro reunido con mis hermanos en la sala, conversando sobre temas triviales, cuando escucho la voz de Cristian que dice- Buenas noches, jóvenes. Señorita Ariana, necesito comentarle algo.
-Me levanto y me acerco a él. Juntos nos dirigimos hacia el exterior de la mansión. Le pregunto- ¿Qué es lo que tienes que decirme, Cristian?.
-Con un tono de preocupación, él me responde- Señorita, en este momento el señor Leonardo se encuentra en la mansión que él le regaló.
-Le contesto- ¿Qué está haciendo allí? La mansión aún no ha sido completamente amueblada.
-Él me responde- Está con la señorita Dayana; uno de mis hombres los vio besándose antes de entrar.
-Quedé en silencio. Me está traicionando con mi mejor amiga? No puede hacerme esto. Nos casaremos y él me obsequió esa mansión como regalo de bodas. No puede ser cierto. Siento cómo mis manos se sudan mientras mis piernas tiembla. Le respondo- ¿Estás seguro de lo que dices? Tal vez tus hombres se han equivocado, Andrés.
- el me responde - señorita es verdad mire
-el saca su telefono me lo muestra observo una imagen de el besando a dayana , aprieto el telefono le digo - llevame ahora mismo
- Él se retira y, un minuto después, llega el automóvil. Se baja y me abre la puerta. Al abordar, veo cómo mis hermanos, Félix y Nero, corren hacia mí. Me preguntan a dónde iré, por lo que les respondo- Iré a la mansión, debo ver algo por mí misma. ellos se sube al automóvil, y durante el trayecto, todos permanecemos en silencio.Mientras hago sonar mis uñas al tocar la ventana del auto, sintiendo la desesperación por llegar, me pregunto cómo pudo hacerme esto, cuando lo amo profundamente. Le entregué mi corazón y hice todo lo que él me pidió. Él me dejó en claro que es mucho para mí, que debo ser agradecida por haber fijado su atención en mí, especialmente considerando que nadie más lo haría, y menos al ver mis cicatrices. Cada vez que compartíamos momentos de intimidad, él me pedía que no me quitara la camisa, ya que al ver mis cicatrices se sentía repugnado y eso afectaba su deseo de estar conmigo. Aunque sus palabras me lastimaban, reconocía que, en cierto sentido, tenían un fundamento: me hacía dudar de si algún hombre querría estar a mi lado. Lo que más me duele es que se haya involucrado con mi mejor amiga, quien siempre he considerado como una hermana, y ella eligió estar con él a pesar de saber que era mi prometido y de lo que él representa para mí. Al llegar a la mansión, veo su coche y, al bajarme, les digo- Por favor, espérame aquí.
-Ellos asienten mientras yo entro con cuidado. A medida que subo las escaleras, escucho unas risas. A medida que me acerco, siento como si algo dentro de mí se estuviese desvaneciendo. La pequeña esperanza que tenía se disipó al llegar a la puerta y oír a mi mejor amiga decir- Leonardo, deja a la estúpida de Ariana. Cásate conmigo; tú solo me amas a mí, solo me deseas a mí.
-Él le responde- Mi amor, te he mencionado en varias ocasiones que solo me casaré con ella debido a que su familia es muy influyente y poderosa. Al unirme a ella, también obtendré ese poder. Lamentablemente, tu familia no goza de la misma influencia, pero debes saber que te amo y que mi único deseo eres tú. Cuando estoy con Ariana, lo único que siento es repulsión. Tú eres quien realmente posee mi corazón. Ahora, dejemos de lado a esa estupida y permitamos que disfrutemos juntos de este momento que tanto anhelo.
-Coloco mi mano sobre la boca para evitar hacer ruido mientras las lágrimas caen por mi rostro. No puedo creer lo ingenua que he sido todo este tiempo; esos despreciables me engañaron sin piedad, a pesar de que siempre actué con bondad hacia ellos. Es inútil ser una buena persona si solo se aprovechan de tu confianza. Me seco las lágrimas; les demostraré que no se debe jugar con Ariana Brown. Bajo las escaleras con cautela y me dirijo a la cocina. Enciendo la estufa, permitiendo que el gas comience a escapar. Busco un encendedor y reviso el lugar, pero no encuentro ningún trapo. No encuentro ningún objeto que pueda encender, así que decido desgarrar una parte de mi vestido y utilizar la tela para iniciar un incendio. Salgo rápidamente de la mansión y les indico a todos que no suban al vehículo. Nos alejamos un poco de la mansión y, minutos después, la casa se envuelve en llamas. Mientras mantengo una expresión seria, escucho a mis hermanos preguntándome qué he hecho, mientras yo solo contemplo el voraz fuego. Siento que mi corazón se desmorona y juro que no permitiré volver a enamorarme. No permitiré que nadie me trate mal. Soy Arianna Brown, la única hija de la familia Brown, y sé que tengo el potencial para destacarme. No permitiré que nadie me menosprecie ni que juegue con mis sentimientos. A partir de ahora, tomaré el control de mi vida, ya no seré la misma chica tímida y amable que anteponía a los demás; esa parte de mí ha quedado atrás. De aquí en adelante, mi prioridad seré yo, y solo yo. Siento que algo dentro de mí se quiebra definitivamente. Hasta que ya no siento nada. Minutos después, observo la llegada de los bomberos. Cristian recibe una llamada y, tras colgar, comenta- Señorita, el señor Leonardo y la señorita Dayana están vivos.
-Le respondo- Llévame al apartamento de Dayana.
