Para los que les gusta leer novelas de mucho erotismo, s*xo liberal.
Todo empieza cuando en un día con lluvia un rayo le quita la vida a la madre de Paola, desde ese día comienza su miedo a la lluvia.
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AMISTAD
Después de unos días, Daniel se acercó un poco a Paola, comenzaron una amistad muy buena, el le confesó que no tenía pareja fija, andaba con cualquier mujer para satisfacer sus necesidades, ella le contó el porque llegó hasta la puerta de su finca, pero no quiso hablar de lo sucedido con su madre, el le dijo que lo la iba a presionar, cuando ella quisiera le podia contar, el la trataba con cariño; pero Paola era inexperta en ese trato, ningun amigo la habia tratado con tanto cariño, se estaba enamorado por el trato que el le brindaba,a vecessentía que había confundido las cosas, pero aveces sentía que era correspondida.
Paola mantenía una confusión, ella aveces sentia que Daniel en algunas oportunidades queria besarla, pero nunca lo hacía, ella esperaba que sucediera, quería dar su primer beso.
Ella cuando escuchaba su voz grave le provoca algo en su estomago, ella siempre trataba de ocultar su interes por él. Daniel llegó a su casa y la vio limpiando unos cuadros y la saludo recostado en la pared, ella le respondo casi sin aliento y luego sacudio la cabeza, avergonzada y dijo.
PAOLA: hola, ¿como te fue hoy en tu trabajo?
Daniel se sienta en el sofá, se quita las botas y se examina el tobillo, se había doblado el pie mientras limpiaba las caballerizas, para su suerte, no está hinchado y ya se sentía mejor, era cuestión de quitarse las botas y descansar.
El le contó lo sucedido a Paola, ella se acercó para examinarlo y le dijo que no lo tenía hinchado, pero de igual forma le iba a poner comprensas de agua fría. Daniel pone los ojos en blanco y murmuro
DANIEL: Claro, lo que tú digas, tu eres la que manda.
PAOLA: ¿Soy mandona por tratar de ayudarte?
DANIEL: ja ja ja ja solo era una broma, enojona.
Ellos hablaron durante unos minutos, y justo cuando Paola se estaba sintiendo cómoda con él, empiezo a sentirse al límite, se he dicho así misma que no iba a volver a hacer pensar en lo que no debia, y ya había caído bajo su hechizo tan fácilmente. El sonido profundo y cálido de su voz es casi relajante para ella, y se asusta un poco. Antes de que pueda Daniel decir algo más, ella aparta sus manos del pie de él y dice.
PAOLA: Me tengo que ir, voy ayudar en la cocina.
Daniel no pareció sorprendido ni molesto, sonrió porque ella aveces actuaba como niña, el decidió ir a su habitación a darse una ducha, antes de levantarse confirmó que su pie ni siquiera está hinchado, pero que probablemente debería ponerse un poco de hielo.
Daniel le gustaba molestar a Paola, después de darse una buena ducha bajo para almorzar con ella, llegó hasta la cocina, se quedó en silencio mirándola, cuando ella se da la vuelta se asusta al verlo de pie cerca de ella observándola, ella lo enfrenta y le dice.
PAOLA: ¿Qué haces aquí?
DANIEL: ¿Cómo me puntas que hago aquí? ¿no está mi casa?
PAOLA: ¡Hay ya Daniel! estas muy chistoso.
El se acercó a ella riéndose a carcajada y la abrazó, Paola sonrió nerviosa y le pidió que la dejara en paz, el no hizo caso y continuo con su abrazo, en ese momento escucharon a dos empleada y el se apartó de Paola y salió de la cocina riéndose, ella quedó nerviosa, cada vez quedaba más confundida.
Pero ella pensó bien las cosas, pensó que podia divertirse, y solo por el poco tiempo que ella ha conocido de él, creo que podría ser así, podrían divertirse juntos; su corazón no tenía porque involucrarse, aunque si su corazón lo decide tenía que atenerse a las consecuencias.
Paola salió de la cocina para organizar la mesa, después sirvió la comida y se sentó, pero Daniel la quería cerca y la hizo levantar de donde estaba, ella lo hizo de mala gana y se sentó junto a él, Daniel le sonrió y comenzaron a comer en completo silencio, después de comer Paola intento recoger todo para llevarlo a la cocina, pero el la detuvo, apartó los platos, la agarró de la mano y la sostuvo entre las suyas, acariciando sus dedos en su
palma y luego uniendo sus dedos con los de ella, La sensación de ese agarre de manos le hace temblar los brazos, ese tacto lo es todo para ella y no puede apartar la vista de las manos entrelazadas.
El la toma de la mano con una, y con la otra le traza patrones en la muñeca, ella sentía su tacto suave pero firme. Los dos se quedaron callados, y lo único en lo que podia pensar Paola era en la sensación de tenerlo a su lado y en la forma protectora en que la
Sujetaba, en continuo con su caricia y dijo.
DANIEL: No quiero que te sientas obligada a nada, no tienes porque hacer oficios.
PAOLA: No me siento obligada, solo que no quiero estar aquí sin mover un dedo, quiero ayudar para distraerme un poco.
DANIEL: Puedes distraerte caminando los alrededores, no haciendo oficio, además, ¿no vienes cansada de estudiar?
PAOLA: Ya te dije mis motivos, todos los días no voy a salir a distraerme por los alrededores, me aburriría, y no vengo cansada de estudiar.
DANIEL: ¿Y no te aburres de hacer siempre los mismos oficios? es lo mismo que salir por los alrededores.
PAOLA: para mi no es lo mismo.
DANIEL: Bueno, no me gusta que hagas oficios, pero no voy a llevarte la contraria.
PAOLA: De acuerdo, suena bien, ni te preocupes por mí, yo sé hasta donde puedo con los oficios, ¡entiende que nadie me obliga! Yo hago porque quiero, pero para que estés más tranquilo, no lo voy a hacer todos los días, o… Bueno no me voy a exceder tanto.
DANIEL: Cómo tu quieras, ya te dije que no te voy a llevar la contraria porque nunca vamos a estar de acuerdo, llegará el día que llegues cansada.
PAOLA: Cuando llegue ese día no hago nada, así de fácil.