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Duquesa Por Tiempo Limitado

Duquesa Por Tiempo Limitado

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Matrimonio arreglado / Hija rica en bancarrota / Amor-odio / Atracción entre enemigos
Popularitas:10.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Amunets

Eliza, una noble empobrecida, está desesperada por pagar sus deudas cuando recibe una oferta inesperada: convertirse en espía para Lady Marguerite en el ducado del Duque Richard. Sin embargo, su misión toma un giro inesperado cuando el duque, consciente de las amenazas que rodean a sus hijos, le propone un matrimonio por contrato para proteger a su familia. Eliza acepta, consciente de que su vida se complicará enormemente.

Tras la muerte del duque, Eliza se convierte en la tutora legal de Thomas y Anne, y asume el título de Duquesa de Gotha. Pero su posición es amenazada por Alexander, el hijo mayor del duque, un hombre frío y calculador respaldado por la poderosa familia de su difunta madre. Alexander de Ghota.

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Capitulo 3

Eliza tragó saliva, preparándose para lo que vendría.

—Mis hijos han pasado por muchas dificultades. No necesito recordarle que sus vidas han

estado marcadas por la tragedia y la pérdida. No puedo permitirme ningún error cuando se

trata de su bienestar. Usted ha pasado las pruebas, pero aún necesito asegurarme de su

verdadera lealtad.

Eliza se mantuvo firme, a pesar de la intensidad de las palabras del duque.

—Entiendo, su excelencia. Mi única intención es servir a su familia con honor y

dedicación.

El duque asintió lentamente, pero sus ojos no perdieron su desconfianza.

—Habrá ocasiones en las que sus lealtades serán puestas a prueba. Quiero que sepa que

siempre estaré observando. La seguridad y el bienestar de mis hijos dependen de ello.

—Lo entiendo perfectamente, su excelencia. No le fallaré.

El duque la estudió por un momento más, luego hizo un gesto para que se retirara.

—Puede irse. Y recuerde, Lady Eliza, la confianza se gana con el tiempo.

Eliza se levantó temprano al día siguiente, la inquietud de la noche anterior aún presente en

su mente. Mientras se vestía, recordaba las palabras del duque y su mirada penetrante.

¿Podría realmente jugar con alguien así? La duda la atormentaba, pero sabía que no tenía

otra opción. Su vida y su futuro dependían de este trabajo.

Los niños ya estaban despiertos cuando llegó a la sala de juegos. Thomas, con su cabello

oscuro y ojos inquisitivos, estaba sentado en silencio mirando un libro. Anne, con sus rizos

dorados y mirada soñadora, jugaba con una muñeca en el rincón.

—Buenos días, Thomas. Buenos días, Anne —saludó Eliza con una sonrisa, intentando

ocultar su nerviosismo.

—Buenos días, Lady Eliza —respondió Thomas educadamente, sin apartar la vista de su

libro.

Anne levantó la mirada por un momento y luego volvió a concentrarse en su muñeca.

Eliza se acercó a Thomas, notando la expresión concentrada en su rostro. —¿Qué estás

leyendo, Thomas?

—Es un libro sobre historia —respondió Thomas, su voz sin emoción—. Papá dice que es

importante conocer el pasado para entender el presente.

—Tiene razón —dijo Eliza, sentándose a su lado—. Pero también es importante disfrutar

del presente. ¿Te gusta la historia?

Thomas asintió ligeramente, pero no dijo nada más. Eliza sintió una punzada de tristeza al

ver lo retraído que estaba. Recordó a su hermano menor, que también había sido reservado

y serio antes de enfermar.

Mientras observaba a Thomas, Eliza notó que Anne la miraba con curiosidad. Decidió

acercarse a la pequeña.

—Hola, Anne. ¿Qué estás haciendo? —preguntó con suavidad.

—Jugando con mi muñeca —respondió Anne en voz baja, apenas levantando la vista.

—¿Cómo se llama tu muñeca? —preguntó Eliza, arrodillándose para estar a la altura de

Anne.

—Se llama Lila —dijo Anne, sosteniendo la muñeca con delicadeza—. Era de mamá.

Eliza sintió un nudo en la garganta al escuchar eso. La mención de su madre siempre

parecía traer un aire de melancolía a los niños.

—Es una muñeca muy bonita —dijo Eliza, sonriendo con ternura—. ¿Puedo jugar contigo

y Lila?

Anne asintió tímidamente, permitiendo que Eliza se uniera a su juego. Mientras jugaban,

Eliza observaba lo frágil que era Anne, tanto física como emocionalmente. La niña

necesitaba más que seguridad; necesitaba amor y cuidado, algo que parecía faltar en su

vida.

Durante el almuerzo, Eliza notó la ausencia del duque. Según Mrs. Thorn, él rara vez comía

con los niños. La mayoría de las veces, estaba ocupado con asuntos del ducado o

simplemente prefería estar solo.

—El duque es un hombre muy ocupado —dijo Mrs. Thorn, como si eso lo justificara

todo—. Pero siempre se asegura de que los niños estén bien cuidados.

Eliza no pudo evitar pensar en la frialdad de esa declaración. "Bien cuidados" no

significaba amados. Recordó a su propio hermano, cómo había cuidado de él durante su enfermedad,

tratando de brindarle no solo medicinas, sino también amor y consuelo. La

falta de afecto podía ser tan dañina como la falta de cuidados.

Esa tarde, mientras los niños tomaban su siesta, Eliza se permitió un momento de reflexión.

Se sentó junto a la ventana de su habitación, mirando el horizonte gris del ducado. La

tristeza de los niños le recordaba la suya propia, y la pérdida de su hermano. Una lágrima

solitaria rodó por su mejilla mientras pensaba en lo que había perdido.

De repente, el sonido de pasos pesados la sacó de sus pensamientos. Era el duque, de pie en

el umbral de la puerta, observándola con una expresión inescrutable.

—Lady Eliza —dijo, su voz tan fría como su mirada—. Quiero hablar con usted.

Eliza se levantó de un salto, limpiando rápidamente la lágrima de su rostro. —Sí, su

excelencia. ¿Qué desea discutir?

El duque entró en la habitación, cerrando la puerta detrás de él. La tensión en el aire era

palpable, y Eliza sintió que su corazón latía con fuerza.

—He observado cómo interactúa con mis hijos —comenzó el duque, sus ojos fijos en

ella—. Y aunque parecen aceptarla, debo recordarle que su seguridad es mi prioridad

absoluta.

—Lo entiendo perfectamente, su excelencia —respondió Eliza, tratando de mantener la

compostura.

—He contratado a un nuevo jefe de seguridad para asegurarme de que no haya fallos en la

protección de mis hijos —continuó el duque—. La señora Blackwood estará vigilándola de

cerca. Cualquier desliz, cualquier indicio de traición, y su estancia aquí terminará

abruptamente.Incluso podria ser su ultimo momento respirando.

Eliza asintió, sintiendo el peso de sus palabras. —Haré todo lo posible para cumplir con sus

expectativas, su excelencia. Mi única intención es servir a su familia con honor y

dedicación.

El duque la miró durante un largo momento antes de dar un paso atrás. —Espero que así

sea. Ahora, continúe con sus deberes.

Eliza hizo una reverencia mientras el duque salía de la habitación. Sus palabras resonaban

en su mente, un recordatorio constante de la delgada línea que caminaba. Sabía que no

podía permitirse un solo error.

Al volver con los niños, Eliza los encontró despiertos y jugando tranquilamente. Se sentó

junto a ellos, sintiendo una mezcla de preocupación y determinación. A pesar de la dureza

del duque, no podía evitar sentir empatía por Thomas y Anne. Eran niños necesitados de

amor y protección, y ella haría todo lo posible por brindarles ambas cosas.Mientras jugaban,

Eliza recordó los momentos felices que había pasado con su hermano

antes de su enfermedad. La risa y los juegos que habían compartido, y cómo había

intentado ser una fuente de consuelo y apoyo para él. La conexión emocional que sentía

hacia Thomas y Anne se profundizaba, y con ello, su determinación de protegerlos y

cuidarlos, sin importar los desafíos que enfrentara.

Sabía que el camino por delante no sería fácil. La presencia del duque era una constante

sombra sobre ella, y la vigilancia de la señora Blackwood añadía una capa extra de tensión.

Pero Eliza estaba decidida. No solo cumpliría su misión para Lady Marguerite, sino que

también encontraría una manera de llegar al corazón de estos niños y ofrecerles el amor que

tanto necesitaban.

Con esa determinación, Eliza continuó su día, más segura de su propósito que nunca. Sabía

que el verdadero desafío no era solo ganar la confianza del duque, sino también proteger y

amar a sus hijos en un entorno donde el amor parecía ser un lujo raro y esquivo.

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Yalani Díaz
muy buena trama tiene mucho trabajo para sacar a las aves de rapiña pro por amor a los niños lo va a lograr
birrahelada
Me fascina esta historia!!
Shaiellove: tu historia es hermosa, no te rindas.. ¡tu forma de escribir también es estupenda!
Amunets: 💕Me alegra, recibí más comentarios negativos que positivos sobre la historia, creí que si era mala, pero alegro que te guste
total 2 replies
Shaiellove
¡Me encantó! Esperare los siguientes capítulos
birrahelada
Me encanta la trama y lo bien relatada que está
Valeria Mendoza
Muy malo
Valeria Mendoza
Malo
Osiris Vanegas
Normal
Osiris Vanegas
Malo
Melancolik
Richard????
Lu Lar
Excelente
Melancolik
se llama igual que la condesa que secuestro a Thomas
Melancolik
no es Duquesa?
Amunets: si perdón, escribo de noche y suelo confundirme en nombres o titulos /Facepalm/
total 1 replies
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