Amores que se volvieron a encontrar, pero todo vuelve a cambiar cuando el Ejército de Benjamín Walton, la Medicina de Diana Santos, Sofía Sandoval y la Mafia que domina Arnaldo Benzema crucen sus límites y sus caminos y se vuelven uno para llegar a Legendaria, aquel cargamento que los hará derramar Sange, sudor y lágrimas que los hará renunciar a sus principios y a sus juramentos.
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CAPÍTULO 3
La cercanía de sus labios carnosos y la fragancia única que él poseía nublaba el pensamiento de Diana que por inercia se mordió el labio inferior, Benjamín siempre fue caracterizado no por ser el chico de la escuela, era conocido por su físico de atleta, puesto que ser Capitán del equipo de Voleibol de la Secundaria le daba ciertas ventajas - ¿No te atreves a callarme? - Volvió a expresar el hombre manteniendo el contacto visual con Diana.
— Eres muy arrogante— Susurró Diana tragando saliva— Aléjate de mí - en esas condiciones Diana era esclava de sus deseos y de sus recuerdos una parte de ella pedía a gritos volver a sentir las manos del hombre acariciándola, pero también sabía que aquello fue cosa de 6 años atrás, pero esta noche daba para que ambos se dieran indiscriminadamente y no era dar consejos, es caer en la tentación dar riendas sueltas a las pasiones que ella reprimía en su interior, puede amar a Martín, pero el hombre que tenía delante de ella era alguien a quien ella no pudo olvidar de una u otra manera ya quedaba a criterios de cada mujer olvidar o no a la persona con quien tuvo su primera experiencia sexual, muchas la tuvieron en contra de su voluntad, otras como ella solamente por curiosidad, ella recordaba que cuándo él la había tomado por primera ella se había realizado la pregunta— ¿Así se siente tener sexo? - Pero más allá de todo Diana lo tomo como una experiencia que no volvería a repetir ella muy en el fondo necesitaba una revancha.
— Tu boca quiere que me aleje, pero tu cuerpo pide a gritos esto.— Diana sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo cuando las manos de Benjamín se posaron en su cintura, pegando más el cuerpo de ella a el de él.
— ¿Qué estás haciendo? - La voz de la mujer tembló.
— Estoy tentado en caer en tentación, estoy tentado a tener sexo con la mujer que tengo ante mis ojos - Benjamín con cada palabra que expresaba se acercaba aún más a ella - No somos absolutamente nada como siempre, pero necesito hacerte absolutamente de todo y no quiero excusas la culpa es buena cuando no te quedas con las ganas - Aquello el Coronel lo expreso a voz baja en el oído de la mujer.
— Esto es - Pero antes de que Diana dijera una palabra más, Benjamín coloco un dedo encima de su labio.
— Shhh, las ganas sobran, Diana más allá de todo, de lo que te digan, de lo que te hagan creer, hay cosas que no cambian y tu cuerpo es el abismo en el cual no me importa perderme.
— Basta Benjamín - Diana dejó escapar un suspiro ella lo necesitaba, en el fondo ella lo deseaba, pero también la culpa la golpeaba.
— Te estás reprochando el hecho de desearme, pero también te reprochas amar a uno y desear a otro.— Benjamín dejo escapar una media sonrisa - Diana siempre fui yo y siempre seré yo.
— Deja la arrogancia atrás— Diana hizo el intento de alejarse, pero lo único que consiguió fue sentir más la cercanía del hombre y aquello detonó su nerviosismo al sentir el bulto que cargaba el hombre.
— Bien - Benjamín se alejó - Que tengas una linda noche— Benjamín como había llegado se marchó dejando a Diana confundida y a la vez excitada, lo único que le quedaba por hacer era cerrar los ojos y suspirar.
— ¿Te sientes bien? - La voz de una joven se escuchó a espaldas de ella.
— Oh, sí - Respondió Diana, aunque realmente no estaba bien, lo sucedido con Benjamín le había alborotado todo.
— Soy Romina— se notaba que la joven tenía una vibra superior, rápidamente se ganó la atención de Diana.
—Soy Diana - la Morena le dedicó una sonrisa.
— Es raro que él se acerque a una mujer cuándo a él se acercan todas las mujeres - El inesperado comentario de Romina hizo que Diana le prestará atención.
— ¿De qué estás hablando? - Diana no entendía definitivamente a que se refería.
— La vida del Coronel no es fácil.
— Niña me tienes enredada, ¿quién es el Coronel?— Preguntó Diana.
— El Coronel Benjamín Walton - Los ojos avellana de Diana se abrieron de par en par al escuchar aquello.
— ¿Benjamín es el Coronel? - No es que ella dudará de la Capacidad del hombre para ser Líder de un Ejército, pero su venida a la Milicia parece que ha logrado cambiarlo.
— Él lo es.— Romina respondió con una sonrisa triste - Después de ella eres la primera mujer a la cual veo que él se acerca, Benjamín no busca a nadie, siempre fue reservado satisfaciendo sus necesidades como todo hombre, pero él elegía de todas las que se acercaban a él.
— ¿Después de ella? - una mínima parte de Diana sintió celos al pensar en que Benjamín sí tuvo novia luego de decirle a ella que no quería ninguna relación.
— Ella era su novia en el Primer año de la Milicia, pero luego hubo un problema ella desapareció y él se convirtió en un hombre totalmente diferente, ella era considerada por el Coronel cómo su futura esposa no sabemos si ha muerto o que sucedió en realidad - Diana sentía que los latidos de su corazón estaban por desbordarse - Victoria Herrera definitivamente marcó un antes y un después en la vida de él además del secreto que el guarda— Diana se mantuvo en silencio, aunque una sonrisa triste se vislumbró en su rostro, pero también una parte de ella tenía cierta curiosidad acerca del Benjamín Walton después de los 17 años.
— Lo entiendo - Respondió Diana.
— Disculpen - una mujer se había tropezado sus ojos verdes, se había encontrado con los ojos avellana de Diana, ella continuo con su camino.
— Es la Cirujana Plástica, que vino a realizar una cirugía muy complicada, solo está de paso, su meta es llegar a las Fuerzas Armadas de Paraguay que va tras los pasos de Arnaldo Benzema, el Líder de la Mafia Americana, Sofía Sandoval es muy profesional.
Diana se mantuvo en silencio, la mujer de ojos verdes era hermosa, y sus curvas eran similar a la de ella, no pudo observarla bien, pero un cruce fugaz bastante raro para Diana.
— ¡Coronel! - había gritado uno de los guardias logrando detener los pasos de Benjamín— Esta mañana se produjo la llegada de un Agente Especial Informático enviado por la Universidad Sacramento, cuyo ingreso fue aprobado por El General de las FF. AA él será prácticamente un Campo Estratégico Secreto para desbaratar las Redes del Ejército Negro - Benjamín se mantuvo callado aquello le dejaba en claro al Guardia que al Coronel no le importaba la llegada de la nueva adquisición de personal de Inteligencia.
— ¡Coronel!.— el Sargento Santiago Abdo también había llegado.
— Una lechuga al cual metieron al Refrigerador hace una semana se ve más fresca que tú - Benjamín le había dedicado la primera sonrisa del día o quizás de la semana a su hermano del Alma.
— Amanecimos Brava, además nadie pidió tu jodida opinión.— Santiago seguía estando en postura Militar ante Benjamín - El recién llegado es bastante guapo, definitivamente las Cadetes y las Doctoras se sentirían atraídas por él, es más, incluso te daría competencia, Don Juan.
— Sigo sin entender por qué estás en la Milicia y no en un circo - Atacó Benjamín.
— Los guapos como yo a donde vamos resaltamos, en fin, ya elegiste a los miembros de Salud que van contigo a Haití durante un mes.
— Dejaré que el General escoja por esta vez.
— Porque siento que estás diferente y te hablo como amigo - Definitivamente Santiago sentía que algo ha cambiado en su amigo.
— Digamos que estoy intentando con todas mis fuerzas no sacar el arma y meterte 34 disparos.
— Wow, wow eso es intenso.— Santiago se burló mientras observaban a los Cadetes iniciar sus actividades cotidianas.
En el Tercer piso del Edificio Militar la mujer se encontraba prendiendo los botones de su Bata - Te ves perfecta definitivamente el uniforme Militar y por encima aquella Bata te queda a la perfección - La voz de Mariana Montenegro alagando a la morena se escuchó.
— Definitivamente, no pensé que tú también vendrías— Mariana era una amiga con la cual Diana compartía 3 materias.
— Solo fuimos dos más, aunque no sé quién será el otro que se suma a la Misión de Haití.
— ¿Haití? - Diana le prestó atención a su amiga - Yo aún no estoy enterada de absolutamente nada, apenas he llegado ayer y tú que llegaste hoy ya sabes más que yo.
— No, no es así antes de llegar a la Oficina de la Rectora he escuchado la conversación de que habrá una Misión en Haití y es la de salvar a 25 mujeres que se encuentran como prisioneras de un Capo de la Mafia además si lo atrapan a él, el Coronel Walton podrá empezar a desbaratar la Red de Traficantes de armas y mujeres más grandes del Mundo, es por eso que requieren de personas capaces como tú, como yo y el otro que no tengo la menor idea de quién se trata - Diana al escuchar el apellido de Benjamín no pudo evitar pensar en lo sucedido anoche.
— Doctora Santos, Doctora Montenegro, El General solicita de la Presencia de ambas en su Despacho— Informó un Cadete.
— Estamos en unos minutos— Expresaron al unísono ambas mujeres, segundos después una silueta femenina muy coqueta y una silueta con curvas bastante llamativas que con cada paso que daba ilustraba la seguridad que sentía cuando tenía aquel Uniforme Blanco ante aquello nadie podía una morena y una trigueña se dirigían al despacho del General ambas eran las futuras Doctoras de la Base de las FF.AA.
Al momento en que la puerta fue abierta, la figura masculina con canas y el Uniforme Militar habitual estaba sentado detrás del escritorio— Buenos días— Mariana y Diana tragaron saliva, no podían negar que el General tenía aproximadamente 45 años, pero tenía un complejo físico bastante llamativo.
— Tomen asiento— En su voz dejo en claro que no estaba allí para hacer amistades, un minuto después la puerta nuevamente fue abierta.
— General - Aquella voz para Diana era imposible de pasar por alto.
— Coronel Walton - Respondió el General - Tomé asiento - el despacho luego de la llegada de Benjamín pareció pareció encogerse - Coronel Walton háblame de la próxima misión encargada.
— Mi General - Benjamín posó sus manos por Encima del escritorio un gesto tan simple, pero viniendo de él es tan elegante— La Misión está en Haití la violencia de las pandillas nuevamente lo deja en el ojo de la tormenta, el país se encuentra sumergido en una nueva gran crisis debido a la violencia de las bandas criminales lo que respecta a una intervención Militar, otro de los puntos muy importantes es la situación hambruna por la cual está siendo sacudida de allí se origina una de las razones muy fuertes para que nuestro ejército fuera llamado para intervenir y es que las bandas Criminales son comandados por Capos que se aprovechan de la necesidad de sus habitantes de allí también nace el tráfico de armas y mujeres bajo engaños por la situación hambruna unas cuantas promesas donde la necesidad prácticamente los lleva al abismo y caen ante el engaño tenemos certezas avaladas por pruebas contundentes de que dos tipos de armas Militares muy poderosas se encuentran en poder de un Líder de la Mafia además ya tenemos la ubicación de 25 mujeres desaparecidas en los últimos 3 meses.
— ¿Tiene algún plan, Coronel? - Fue la pregunta realizada por el General.
— Por supuesto, mi General solamente falta que usted elija a los Soldados que me acompañan, a los Sargentos, el equipo médico y el equipo de Inteligencia Informático que se suman por órdenes suyas aparte de Reservas - Expresó Benjamín.
— Muy bien Coronel nunca dudaría de su capacidad intenté de no tener bajas importantes 1 mes de tiempo para lograr destruir a la Presa, por otro lado, tengo los Soldados que van con usted son los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta FTC - además 2 Médicos con suficiente experiencia y dos nuevas promesas de la Medicina La Doctora Santos y la Doctora Montenegro y, por otro lado, el Agente Especial de Inteligencia Informático de la Universidad de Sacramento que se encargará de debilitar las conexiones de Inteligencia - Luego de que el General expresará aquellas palabras la puerta del despacho nuevamente fue abierta y la figura masculina que se observó dejó sin aire los pulmones de Diana Santos además de que el rostro de Benjamín Walton se había vuelto colérico al ver de quien se trataba y es que no era otro que Martín Castillo el exnovio de Diana.