La Venganza De Una Dama.

 La mañana nuevamente había llegado y como todas las mañanas me dirigí hacia el comedor y al ver a mi familia ya desayunado dije.

— Buenos días...— Saludé aún algo adormilada y mi abuelo al notarlo sonrió para luego decir

— Buenos días, hija... aún es muy temprano, deberías descansar un poco más...

— No abuelo, tengo que trabajar.

Veo como mi hermano frunce su rostro y dice.

— ¿Más Bella? Creí que luego del desfile podrías descansar un poco...

— No hermano, ahora es cuando el verdadero trabajo comienza. Debo reunirme con algunas boutiques, dejarles mi catálogo, tomar pedidos, dejar todo organizado para que cuando estos pasen a los talleres preparen los envíos correctos. Asegurarme de no quedarme sin stock ni cortes de telas. — Veo como Marco me mira sin entender ni una sola palabra de lo que digo y finalmente agregó — La lista es larga hermano.

— Vaya no creí que tu trabajo fuera tan complicado. — Veo como toma su celular y mirando algo en su pantalla dice— Anoche al ver que tú desfile fue un gran éxito, estuve investigando un poco más sobre esa industria, pero creo que tendré que aprender un poco más antes de poder ser de utilidad como tu socio.

Veo el rostro de mi hermano seriamente y contestó.

— ¿Socio?

— Sí hermana, quiero proponerte una sociedad. Sé que tú no quieres nuestra ayuda, pero esto no te lo digo como tu hermano, lo estuve pensado y creo que luego de las grandes criticas que tuviste anoche sería un tonto si no aprovecho ahora que aún eres un diamante en bruto.

Veo en dirección a mi abuelo y este negando con su cabeza dice.

— No tengo nada que ver con esto.

— Marco, gracias por tu propuesta, pero aún no cuento con el capital para una sociedad...

— Podrías aceptar un préstamo de mi parte y luego me lo devuelves. Bella esta propuesta es sería, te estoy hablando como empresario. Sé que nuestro rubro se dedica a otras industrias, pero el mercado siempre es el mismo. Tú tienes la experiencia que necesitas en moda, pero tal vez mi ayuda en los negocios podría hacerte posicionar mucho antes de lo que esperas en la industria.

Veo como mi abuelo sonríe y pronto Estéfano y Gian dicen.

— Sí es así yo también me apunto. — Gian bebió un sorbo de su jugo y luego de dejar su vaso sobre la mesa dijo.— Yo podría encargarme de las finanzas, de igual manera necesitaría de un profesional si quieres administrar bien tu empresa y quien mejor que yo para eso. También aportaría un pequeño capital para esta sociedad.

— Yo también quiero participar prima. Tal vez mi aporte sea más administrativo, pero podría organizar todo con respecto a los stocks, envíos, demandas, estoy familiarizado con todo eso y no creo tener problema en acoplarme a este nuevo rubro.

— Chicos, gracias por todo su apoyo, pero ustedes tiene sus trabajos, no quiero que descuiden sus asuntos por ayudarme con lo mío.

— Hermana no tienes de que preocuparte, tenemos eso cubierto, solo es cuestión de que aceptes nuestra sociedad y ya mismo nos ponemos a buscar un edificio para abrir tu empresa.

Sonreí emocionada por la propuesta que me estaban haciendo y el abuelo fue el último en hablar.

— Bella acepta la propuesta de tu familia, si tu sueño es tener tu marca bien posicionada, ellos te ayudarán a alcanzar tus objetivos. Estoy seguro de que si Marco te propuso esto es porque vio potencial en este negocio.

Mire a mi padre quien se había mantenido en silencio y este solo agregó.

– Es tu decisión cariño, pero concuerdo con tu abuelo. Además, la experiencia de ellos tres te ayudarán en tu futuro.

Al oír esas palabras asentí y extendiendo mi mano hacia Marco dije.

— Muy bien señor Mussicardi, acepto su propuesta, espero poder hacer buenos negocios con usted.

Vi como mi hermano sonrió y extendiendo su mano también cerró nuestro trato y mirando a mis primos dijo.

— Muy bien, nos encargaremos de todos los papeles y de la localización del edificio, en cuanto tengamos algunos lugares te informaremos para que nos des luz verde.

— Espera ¿y yo mientras tanto que voy a hacer?

— Tú puedes encargarte de tu trabajo como hasta ahora y luego de que encontremos la localización armaremos mejor nuestro cronograma.

Asentí al saber que no estaban intentando ocuparse de todo ellos solos y terminando de desayunar, me dirigí hacia el despacho que había en la finca para poder trabajar desde allí más tranquila.

***

Como Marco lo había dicho en un dos por tres había encontrado un edificio lo suficientemente amplio para tener un taller, una sala de producción, una ala administrativa y un pequeño hall donde se podría llevar a cabo exhibiciones. También habían conseguido un gran local donde me habían propuesto abrir un punto de venta donde, además de tener mi marca en las principales boutiques de Milán, también podría tener una tienda propia de mi marca.

Pronto la semana había pasado volando y el día que tanto había temido había llegado. Luego de responder el mensaje de Vladímir confirmando su propuesta de vernos, él me pidió que le indicará en donde me gustaría que fuera nuestra cita y enviándole la ubicación de uno de mis restaurantes favoritos le indique el horario y luego de eso no volví a escribirle. Me sentía nerviosa, no estaba segura de si estaba haciendo lo correcto al reunirme con él, pero, Marco tenía razón, él debía saber que la existencia de mis hijos.

Esa mañana me había levantado como todos los días y luego de desayunar me dirigí al despacho a trabajar y tomar los pedidos que me hacían. La verdad que no me podía quejar las ventas cada vez se incrementaban más y gracias a la propuesta de Gian de enviarle algunos de mis diseños agrandes figuras que pudieran promocionar mi marca, Sophon, se estaba convirtiendo en tendencia.

Al estar por llegar la hora de la cita mis nervios aumentaron aún más y fue entonces cuando Marco llegó al despacho y al verme tan nerviosa dijo.

— ¿Hermana te encuentras bien?

— No... — Dije mirando hacia el reloj y agregué — Hermano creo que no voy a poder ir. No me siento bien.

Veo como se alarma y acercándose rápidamente hacia mí dice.

— ¿Cómo? ¿Qué te duele? ¿Dónde te duele? ¿Puedes caminar? No importa vamos te llevaré a la clínica – Veo como intenta tomarme en sus brazos, rechazando ese acto digo.

— Tranquilo no son los bebes...— Veo como suspira y mirándome mal agregó — Estoy muy nerviosa, tengo miedo...

— Bella ya hablamos sobre esto. No tienes por sueño temer, yo no te dejaré sola. Estaré esperando por ti afuera del restaurante y si en algún momento me necesitas entraré por ti y te sacaré de ese lugar sin importar lo que esté pasando.

Miré algo dudosa a Marco, pero aun así asentí y tomando mi bolso camine junto con Marco hacia la salida...