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Solo Ella

Solo Ella

Status: Terminada
Genre:Viaje En El Tiempo / Completas / Amor a primera vista / Apoyo mutuo / Pareja destinada / Amor eterno / Reencarnación / Mundo de fantasía
Popularitas:5.3k
Nilai: 5
nombre de autor: El Narrador Escarlata

Arlo pasó la vida feliz al lado de su esposa, la única mujer con la que estuvo y la única mujer a la que amó. Pero siempre tuvo el deseo secreto de estar con otras mujeres. Tras una complicación respiratoria, muere y reencarna a sus 17 años de edad, una año antes de ponerse de novio con Ema, su esposa. En esta segunda vuelta planea, antes de emparejarse, estar con tantas mujeres como pueda. Pero una simple modificación en la historia provoca que su unión no se concrete.
Arlo deberá mover cielo y tierra antes de que sea demasiado tarde y se vea obligado a pasar el resto de su (segunda) vida sin su alma gemela.

NovelToon tiene autorización de El Narrador Escarlata para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El príncipe que no quiso ser rey

_ ¿En serio me estás diciendo abuelo?. Preguntó el nieto mayor.

Arlo intentó responder de buena forma, pero no pudo. Una hosca afirmación salió de él. De repente estaba molesto, con una sensación en el cuerpo que hacía años no tenía. Sabía lo que venía ahora: otros hombres pavoneándose y contándole lo que él, por decisión propia, no había experimentado. Nunca había entendido porque le molestaba tanto ese tipo de charla. Él no había estado con otras mujeres por el amor incondicional que tenía por su esposa, y no porque hubiese sido un perdedor o un solterón sin aptitudes para la seducción. Y aún así, una parte suya mostraba cierto arrepentimiento por no haber hecho lo que decidió no hacer, y ahí radicaba su molestia al hablar de sexo con otros hombres. No obstante, con personas mayores o de su generación se le hacía soportable, pero en ese momento, cuando sus propios nietos comenzaron a contarle sus crónicas con las mujeres, aquel sentimiento de arrepentimiento, aquel interrogante de : ¿Y que hubiera pasado si?, volvieron a darle vueltas a su cabeza como una mosca.

_ Pero abuelo, a ver, ¿antes de conocer a la abuela vos eras uno de estos puritanos que se quieren guardar para el matrimonio o algo así?_ Preguntó el más joven de sus encuestadores.

_ No bolu, si en mi casa no éramos religiosos ni en pedo_ Si bien seguía molesto, Arlo había conseguido amansar un poco más su tono. No era, claro estaba, la insistencia de su nieto la que lo ayudaba a calmarse.

_ ¿Eras muy feo? ¿La foto que nos mostraste es antes o después de conocerla?

_ De antes es esa. Yo desde los dieciséis me puse a laburar en construccion con mi viejo, y ahi empece a ponerme enorme._

_ Entonces no entiendo. Si yo, que soy bastante flaquito y debo pesar la mitad que vos en esa foto, estoy lleno de minas, ¿cómo es que vos no?

Esa pregunta hizo sentir incómodo a Arlo, o mejor dicho, más incómodo de lo que ya estaba. En su vida muchas personas le habían hecho esa misma observación

"Che, que lindo que eras, ¿como es que no tenías levante?".

Incluso cuando era chico se la hacían: "¡Ay que lindo que sos! Vos debes tener el re levante."

Y no, no era así. Y el porqué de esta respuesta venía dado por varios motivos que Arlo no tenía interés en explicar.

La inquietud debía haberse dibujado en su cara, porque Carlitos, emisor de la pregunta, cambió su expresión y entre ellos se formó un hilo de tensión. Por suerte, antes de que Arlo respondiera nuevamente de forma malhumorada, Matías intervino con un movimiento que sirvió de alivio cómico.

_ ¡Qué vas a estar lleno de minas! _ Exclamó mientras le revolvía el pelo a Carlitos, al tiempo que este intentaba zafarse, otra vez buscando ganarse el respeto y la credibilidad de sus mayores. A Arlo la situación le pareció divertidísima y se echó a reír. Para su desgracia, el momento cómico no duró mucho, porque nuevamente se volvía a tensar un hilo, pero esta vez entre Arlo y Matías, el nuevo interesado en saber más sobre el particular caso de su abuelo.

_ Che, y... nunca tuviste, digamos, ¿un desliz?

Arlo sabía exactamente a qué iba la pregunta, pero se hizo el desentendido para obligar a su nieto a seguir explicando.

_ Claro, un desliz. Por que, la verdad es que si lo pensas bien, estamos medio en la misma situación. Como vos, yo estoy de novio con menos de veinte años y quiero que sea para toda la vida. Pero bueno, yo ya estuve con algunas chicas antes. Entonces, se podría decir que "ya me saqué las ganas". En cambio vos capás que al ser la abuela la primera... ¿me seguís?

Arlo lo seguía perfectamente. Pero no pensaba darle el gusto. Matías se había metido en terreno complicado, y era hora de que se hiciera cargo y formulara la pregunta que quería hacer.

_ Que quizás en tantos años de matrimonio, alguna vez metiste la pata. Vos... ¿vos le fuiste infiel a la abuela alguna vez?

La reacción de Arlo fue completamente actuado, pues desde que Matías empezo a hablar había comprendido a dónde buscaba llegar. Sin embargo, puso un tono de voz triste, y habló como decepcionado por que su nieto pensara así de él.

_ Jamás en la vida hice algo que pudiese lastimar a su abuela. Le prometí que iba a estar con ella y nadie más, y eso hice. Cumplí mi promesa. Y si mi generación, la de mis hijos y ahora la suya fuese capaz de entender lo importante que es cumplir, no habría tantos problemas entre parejas. No es tan difícil muchachos, si les digo que estuve toda mi vida con una mujer, sin ceder siquiera una vez a la tentación, creanlo, y tomenlo de ejemplo.

Matías no pudo soportar el discurso de su abuelo y bajó la mirada. Solo alcanzó a pedirle disculpas en voz baja.

Carlitos, más joven y quizás por eso menos considerado que su hermano, tuvo el valor para hacer una última pregunta.

_ Está muy bien esto que decis, es muy noble. ¿Pero en serio me vas a decir que no tenes la curiosidad de saber que se siente estar con alguien más? ¿No te arrepentis de no haber aprovechado en nuestra edad?

El anciano sostuvo por unos instantes un silencio en el cual miró a su nieto menor, e intentó hacer contacto visual con el mayor, fracasando, debido a que por la vergüenza este aún miraba hacia abajo. Se tomó el tiempo suficiente no porque no supiera que decir, sino porque quería decirlo con las palabras adecuadas. Y eso hizo.

_ Pensar sobre lo que haría si retrocediera el tiempo, no hace más que quitarme el tiempo que me queda.

Sus nietos por primera vez se quedaron sin nada que decir. La sabiduría de su abuelo los había dejado sin posibilidades de retrucar. El silencio se rompió cuando sonó el celular de Matías.

Es el tío. Dice que en media hora pegan la vuelta para acá _

Esa era la excusa perfecta que Arlo necesitaba para escapar del living y de la charla. Un poco por el placer de que el interrogatorio había terminado, otro poco complementando el sentido de lo que iba a decir, comenzó a frotarse las manos.

_ Bue', vamos a preparar algo bien rico para la cena. Vayan yendo a la cocina y saquen todas las verduras que encuentren en la heladera. Ponganse a picar que yo ahora me sumo.

Los chicos se pararon y, con ritmo y obediencia militar fueron hasta la cocina. Parecía como si ese consejo de vida sobre el tiempo que les había dado Arlo les hubiese devuelto la admiración por él. Como si, luego de eso, lo vieran como un viejo sabio.

Arlo quedó solo en el living. Su consejo quizás hubiera sido útil, quizás les serviría a sus nietos para aplicarlo a lo largo de sus vidas. Pero él no podía decir que lo estuviera llevando a cabo. Una vez más, después de casi treinta años, se encontraba pensando en que hubiera pasado si en su momento sacaba jugo a todo su potencial con las mujeres.

El príncipe que no quiso ser rey sacudió su cabeza, como intentando sacarse ese pensamiento. Se levantó y fue hacia la cocina, esperando despejarse. La cocina solía ser ese ambiente feliz en donde lo único que preocupaba era lograr espectaculares olores y deliciosos sabores. No importaban los problemas del mundo. Pero no tenía ni idea que sería precisamente en la cocina donde, días después, recibiría una de las mayores sorpresas de su vida.

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Carla Quintana
por favor autor puedes hacer un capítulo donde salga su esposa Ema después de su muerte, me imagino que le afectó demasiado 🥲
TAMARA CRISTINA SAAVEDRA HUENUMAN
bueno creo que arlo en su primera vida si fue un hombre ahora da mucho que desear y no se merece para nada a ema... Creo que si ema ubiera sido la que reencarna las cosas ubieran sido distintas ella haria que arlo solo estuviera con ella y que arlo no estuviera con nadie mas que con ella creo que los hombres piensan distintos de las mujeres cuando aman..
TAMARA CRISTINA SAAVEDRA HUENUMAN
muy buena la novela aunque ojala arlo le cueste muchoooo ganarse a ema... Porque todo lo que uno hace en la vida tiene consecuencias y nuestro protagonista la cago es mas ojala se quede solo total ya supo lo que era el amor verdadero y por andar de suelto lo perdio....
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