Soy Elizabeth García tengo Veintiséis años, hacé cinco años me casé con Eduardo Jackson, mi esposo.
A quién debería amar pero.... En el fondo de mi corazón, lo odio por todo el daño y el maltrato qué me ha hecho a mí y a mi hijo Thomas.
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Me quedé callada.
Sequé mis lágrimas y me fui a la cama sin hacer ningún ruido, levanto las sábanas y me acomodo en posición fetal para poder sentirme un poco más aliviada de todo el dolor que sentía. Luego el cansancio me ganó y quedé profundamente dormida hasta el otro día.
(Ya de mañana, abrí mis ojos y de inmediato recuerdo lo que viví en la noche anterior).
Eduardo no estaba en nuestra habitación, me encontraba sola y aún muy adolorida.
En ese instante se abre la puerta y era él con una bandeja en sus manos.
""Buenos días, hermosa te traje el desayuno""
Yo solamente quedé mirando muy confundida por su comportamiento porque ahora volví a ver al antiguo Eduardo y no a la bestia que me destrozó el alma ayer.
Me siento en la cama y no dije nada, me quedé callada.
"" Eli, Disculpa por cómo me comporté anoche, solamente fue que bebí mucho alcohol en la boda y no recuerdo muy bien lo que pasó anoche""
Por mi cabeza pasaban tantas cosas en ese momento, tenía ganas de abofetear su rostro o comenzar a maldecir por todo el daño que me hizo.
Pero.... No, me quedé callada y no dije nada...
""Toma el desayuno y vístete, necesito que bajes a ayudar a mi madre con las labores de la casa por favor""ñ
Yo únicamente asentí con la cabeza y él salió de la habitación.
Únicamente probé la comida, no tenía hambre ni ganas de comer nada.
Me visto con ropa cómoda porque aún siento mucho dolor en todo mi cuerpo, y al rato bajo a la cocina.
""Veo que la princesa se dignó a bajar""dice Flavia la madre de Eduardo.
_ Buenos días, disculpe la hora.
""Yo no soy quien para decirte algo, pero debes ayudarme con los quehaceres de la casa porque no tenemos empleada y así me alivianas un poco el trabajo""
(Solamente bajé mi cabeza y me puse a limpiar)
Pasé todo el día limpiando la casa, parecía que al estar ocupada limpiado olvidaba a ratos lo que Eduardo me hizo vivir la noche anterior. A la hora de la cena llega Eduardo y nos sentamos a la mesa.
Flavia le cocinó la comida preferida y con su voz suave me dice:
"Espero que a ti también te guste mi comida, yo siempre cocino los platillos favoritos de mi hijo."
(Yo como siempre me quedé en silencio, no supe que responder a Flavia)
Al terminar de cenar, me levanto y recojo los platos, los llevo a la cocina a lavarlos al rato cuando dejé todo limpio y me voy a mi dormitorio.
Ahí estaba Eduardo acostado viendo su teléfono e ignorando mi presencia.
Saco mi pijama y voy al baño a cambiarme ( Eso lo hice solo por instinto, ¡No quería que él me viera desnuda!)
Al salir me acomodé en la cama mientras Eduardo me dice:
""Tendrás que dejar la universidad""
_ ¿Por qué Eduardo?
""Necesito que le ayudes a mi madre con los quehaceres de la casa, ella ha estado muy enferma y necesita más ayuda""
_ Pero Eduardo, ¿Tú me prometiste que me ibas a apoyar con mis estudios?
""Y qué crees que es lo que estoy haciendo tonta, si no fuera por mí estarías viviendo en la calle ahora""
_ ¡No puedo dejar de estudiar!...
""Ya dije mi última palabra Elizabeth o ¿Piensas vivir de arrimada en esta casa toda tu vida?""
_ No se trata de eso, es qué yo amo mi carrera y quiero terminarla para poder trabajar.
""Más amor deberías tener por mí y no cuestionar mis malditas decisiones""
""Qué te quede muy claro Eli... Ya no seguirás en la universidad te guste o no...""
Cuándo terminó de decir esas palabras me di vuelta y comencé a llorar en silencio sin qué él se diera cuenta.
¿En qué momento, mi vida se había vuelto un verdadero infierno?
¿Qué fue lo que le hice para que Eduardo me traté de esa manera?
¿Cómo será mi vida desde hoy en esta casa?
Perdida en mis pensamientos y de mi cansancio me quedé dormida.
Al despertar busqué mi teléfono para llamar a Lucas y contarle que ya no podré ir más a la universidad, pero... No lo encontré en la habitación, busque por cada rincón y nada. ¿Quizás quedó en algún lugar de la casa?
Eduardo estaba en la ducha, así que aproveche de vestirme rápido y bajar a preparar el desayuno.
Cuando Eduardo llega a la cocina, me saluda muy contento y me dice:
""Veo qué te quedó muy claro lo que tienes que hacer aquí mi amor""
_ Sí, ya lo entendí Eduardo.
""Así me gusta, así me tendrás contento y yo te podré hacer la mujer más feliz mi amor""
(Feliz, hacerme feliz... Qué mierda era todo eso, quién podría ser feliz solamente haciendo lo qué a él le gusta, ¿Y yo dónde quedó en todo esto? Dónde queda lo qué yo quiero)
Desayunamos únicamente los dos en la mesa, Flavia se quedó en su dormitorio, porque había amanecido un poco enferma y con poco ánimo.
Cuando Eduardo se fue a trabajar, hice todos los quehaceres de la casa y una vez estando todo listo salí a la universidad a ver a Lucas y hacer los trámites para congelar mi carrera por un tiempo.
Busque a Lucas por todas partes pero... No pude dar con el paradero de él, luego hice todos los trámites y volví a la casa o más bien a mi cárcel...
Al entrar siento un fuerte grito frente de mí.
"""""Dónde andabas""""""
Eduardo fui a la universidad.
""Quién te dio permiso para salir""
_ De que hablas Eduardo.
""Creo que no te quedó claro, te explico entonces a ver si tu pequeño cerebro lo logra entender de una vez""
""Tú eres mía, eres de mi propiedad y no puedes salir de mi casa sin mi autorización ¿Entendiste Elizabeth?""
_ ¿Cómo qué no puedo salir?
_ ¿Cuándo me convertí en tu prisionera?
así hubiese sabido qué.......
""Termina de decir lo que pensabas""
_ ¡¡Nunca me hubiese casado conmigo!!
leia los capitulos para ver cuando terminaria el sufrimiento de la proragonista ...
buenissssiiiiiima tu novela ...me encanto