Después de encontrar a su hermanastra junto a su prometido en la cama. Lina Connor huye despavorida y mete a una habitación prohibida que le cambiará la vida al ser devorada por un extraño ardiendo en deseo.
NovelToon tiene autorización de Thalita Lis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
conociendo al dios griego
Lina se dio la vuelta intentado escapar con desespero, pero el hombre no la dejó. Era más fuerte que cerró la puerta de un golpe.
— ¡No puedes encerrarme!—Gritó llena de horror—, mientras era arrastrada por el hombre.
El la empujo hacia la cama, la luz de la ventana dejaban ver sus perfectos dientes.
El sonrió de forma macabra, y acercándose poco a poco, le besó el cuello de forma brusca, parecía estar poseido, respiraba de forma agitada como si se estuviera controlando, su cercanía era tan extrema que incluso podía respirar su aliento, su cuerpo empezó a temblar, sintiendo miles de emociones.
—Tú te lo buscaste, niña tonta no puedo detenerme, me vuelves ¡loco!. — dijo excitado, mientras arrancaba el vestido de Lina con furia.
El hombre parecía un león hambriento, acechando a su presa.
—¡¡¡¡AUXILIO!!!!............... ¿Por qué me haces esto? — preguntó con su último aliento, la aprisionaba de tal forma que no podía respirar. — yo no hice nada malo, yo no tengo la culpa ¿Por qué quiere lastimarme?.
Ella luchaba por soltarse de su agarre, pero el hombre era más fuerte que ella, y la silenció con un beso apasionado.
Lina entró en shock, jamás había sentido los cálidos labios de un hombre moviéndose con desespero y eso la estaba encendiendo, todo le gustó y simplemente se dejó llevar.
*****
Cuando Lina Connor abrió los ojos, ya eran las 6 de la mañana. El hombre estaba tumbado a su lado con el rostro alejado de ella, pareciendo estar profundamente dormido.
Mirando su espalda desnuda, recordó lo que había sucedido hacía unas horas. Sólo pensar en cómo había tenido sexo 5 veces anoche hizo que sus mejillas se sonrojaran de vergüenza.
—Oh Dios que vergüenza, tuve sexo 5 veces con un desconocido, Wao….genial, ahora hasta caminar me dolerá —susurró para ella, mientras se ponía de pie.
En la habitación poco iluminada, los ojos del hombre se abrieron de golpe al oír su voz. Su cerebro estaba todavía un poco confuso por todo el alcohol que había ingerido anoche. A pesar de ello, recordaba haber inmovilizado a una mujer debajo de él. Esa mujer olía de maravilla, casi embriagadora, y su piel era increíblemente, como la de un bebé.
Lina se alejó en silencio de la cama mientras luchaba por soportar el dolor que la atravesaba. Apretando los dientes se apresuraba a vestirse. Su vestido rojo estaba rasgado pero no tuvo más remedio de arreglársela como sea. Estaba por marcharse , pero no se percató que el hombre se había levantado.
—Asumo la responsabilidad de lo que hice.
El profundo timbre de su voz resonó en la silenciosa habitación, sonando agradable. Lina se incorporó y toda prisa giró en dirección a la voz. Al verlo ella se quedó en shock, era un hombre joven y demasiado guapo, cada parte se su cuerpo era perfecto, era una obra de arte viviente.
— Y-o……
Estaba muy aturdida por la revelación, el hombre la deslumbró.
—Como pago por salvarme, te daré lo que quieras. Mientras Lina aún estaba procesando la identidad del hombre que tenía delante, Said ya se había levantado de la cama. Luego se dirigió al baño para cambiarse de ropa.
Cuando salió, su aspecto era meticulosamente ordenado y limpio. Se dirigió hacia Lina mientras ella seguía mirando con asombro a ese dios griego. Metiendo la mano en su chaqueta, sacó una brillante tarjeta con su nombre y se la entregó.
—Mi número de contacto y mi dirección figuran aquí.
Aquellos dos ojos hipnotizantes brillaban con fuerza mientras miraban un rostro bien definido. Su afilada nariz y sus gruesas cejas complementaban aún más sus ojos, con una mirada que parecía capaz de sacar el alma de una persona de su cuerpo en cualquier momento. Ahora, tenía una expresión indiferente mientras su chaqueta de traje estaba colgada en el hueco de su brazo.
Respirando con fuerza, una de las manos de Lina se aferraron a su vestido rojo y la otra se estiró para coger la tarjeta.
Pero antes de que pudiera hablar, él ya se había ido, como una brizna de humo.
Miró la tarjeta con su nombre mientras la conmoción brotaba como una fuente en su pecho. Ni en sus mejores sueños habría pensado que tendría la suerte de acostarse con un hombre tan atractivo.
De pronto se echó un vistazo y no evitó sentirse inferior.
—¡Ja!, pero que estoy pensando, un hombre así jamás se fijaría en alguien como yo, solo fue una noche loca, de seguro está acostumbrado a meter toda clase de chicas a su cama.
Arrojó la tarjeta al piso y salió.
No le produjo interés en llamar a ese hombre al fin y al cabo solo dijo lo que dijo para salir de la situación.
Muy triste salió del lujoso lugar, tomo un taxi y se dirigió a casa.
Al llegar a casa su madrastra la recibió enojada.
—¿ A caso no tienes ojos?, pequeña mocosa hoy te casas, mira la hora que es, por Dios eres un desastre—Gruñó Martha, mientras la sacudía.
Ella sin decir palabra alguna subió a su habitación, ignorando los gritos y maldiciones de su madrastra al fin y al cabo estaba acostumbrada a sus malos tratos. Desde que su padre falleció hace 5 años, su verdadero rostro satánico se reveló.
— ¡Que rayos haces! —Gritó Martha muy furiosa— al ver que su hijastra empacaba sus cosas.
—Me voy.
Los ojos de Martha se llenaron de rabia, que corrió a ella y le dio una bofetada.
—Ni se te ocurra huir, maldita malagradecida…. Tienes que ayudarnos a pagar la inmensa deuda que tu irresponsable padre nos dejó antes de morir.
Con la mejílla roja, Lina la miró con odio. Esta vez ella se reveló y le devolvió la bofetada.
—¡Maldita!, solo me quieres aquí para mantenerte, ¡trabaja floja!... todos estos años, te he dado el dinero cada mes, ¿acaso no es suficiente! —Explotó en ira, arrojando la ropa que sostenía con furia.
Martha sin dejar de sujetarse la mejílla, tembló, jamás pensó que la dulce y sumisa gordita se revelaría.
—T-ú…. te atreviste a pegarle a tu madre. —Susurró Martha indignada.
Lina soltó una risa irónica cargada de repugnancia.
—¿Tu mi madre?, por favor, estás muy lejos de serlo…. estos 12 años contigo fueron una tortura…..No me vuelvas a buscar el resto de tu miserable vida.
Su madre los había abandonado tras enterarse que su padre tenía una aventura con Martha.
La mujer era muy interesada, su padre poseía un pequeño imperio, pero Martha se encargó de consumirla en sus ambiciones y caprichos, llevando a su padre a la quiebra.
Lleno de impotencia éste decidió acabar con su vida, tras no aguantar las humillaciones de Martha, quien amenazaba con abandonarlo si no traía dinero.
Todos esos años Lina aguantó porque su padre dejó una carta pidiéndole que cuidara a su pequeña hermana Sara.