toda mi vida vivi una vida donde fui despresiada y sola pero ahora que e renacido en la hija de un duque disfrutaré esta segunda oportunidad como hija mimada del duque William valtorian
NovelToon tiene autorización de aylustar para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 20 late por ti
La fiesta estaba bien: los nobles estaban felices, aunque mi padre estaba algo a la defensiva.
—Papá —digo con él detrás de mí—, no puedo caminar…
—Ten cuidado, hija. Esta gente es mala —gruñe.
—Papá, solo veo nobles jóvenes… ¿qué tiene de malo? —pregunto curiosa.
—Eso mismo… esos mocosos no están aptos para estar cerca tuyo —responde firme.
Papá era divertido, pero no sé por qué me siento incómoda.
—Hermanita… papá, ¿puedo llevarla con Anton? —sonríe Alexander.
—No lo sé —firme—. No me da buena espina.
—Papá, Anton tiene a su novia, no va a hacer nada. Ven, Astrix —me toma del brazo.
—En qué momento creció mi linda flor… —llora William.
—Ya, ya, William —lo calma Elena—, ella estará bien.
—Oh, William —sonríe el rey—. Tanto tiempo.
—¿Cómo estás, Bartolomeo? —dice mi padre serio—. Veo que viniste.
—Sí, ¿cómo me iba a perder la presentación de la hija de la sacerdotisa de la Diosa de los mundos? —sonríe.
William aprieta los puños con enojo. La mamá de Astrix fue una elegida, pero fue acusada de bruja por una vidente que desapareció hace doce años.
Mientras tanto, camino apenas por mi vestido. En eso, Alexander toca el hombro del chico.
—Anton, mira, ¿te acuerdas de Astrix? —sonríe Alexander.
El chico que había visto ya no era igual: sus ojos eran marrones y su pelo negro. ¿No era el Anton que me salvó? ¿Será que fue un sueño?
—Oh, Astrix, tanto tiempo —sonríe, con una copa de jugo en mano.
—Ah, cielo… ella es la pequeña Astrix. Mucho gusto, soy Lea Martis —hace una reverencia.
Ella era hermosa: ojos verdes, pelo ondulado rubio, labios rosas y un vestido elegante. Tenía un aura tan linda… toda una dama.
—¿Pequeña, pasa algo? —pregunta Lea, curiosa.
Sin darme cuenta, unas lágrimas caen por mis mejillas. Alexander saca un pañuelo.
—Disculpa, está emocionada porque hace muchísimo no ve a Anton —ríe—. ¿Sabes? Ella amaba a Anton. Imagínate que su primera palabra fue “Anton”.
El ambiente cambió. Lea parecía muy enojada. ¡Ay no! Yo solo tengo 12 años y una chica de 15 ya me odia…
—Sí… pero eso quedó en el pasado. ¿No, Anton? Ahora tienes a Lea —ríe nerviosa Astrix, jugando con su vestido.
En eso, Anton toma mi mano y le da un beso.
—¿Por qué dices esas cosas? —me dedica una sonrisa coqueta.
¿Por qué mi corazón late tanto? Ese calor… hace mucho no lo sentía.
[Recuerdo de Victoria]
Era una chica que nunca tuvo atención, pero un chico llamado Lían se sorprendió…
—¡Victoria! Sé mi novia —dice con una flor en mano mientras cierra los ojos.
—¿Q-qué? —me ruborizo—. ¿Por qué yo?
—Porque eres muy linda… porque eres única… hay mil palabras que quiero decirte —sonríe.
Él fue mi primer novio y mi único, pero el día que di mi último aliento… él no estaba.
[Fin del recuerdo]
Sin darme cuenta, solté la mano de Anton y tropecé. Caí en los brazos de alguien.
—Oye, ten cuidado, duquesita —dice con una mini sonrisa.
—Daniel… —suspiro sorprendida.
Ya no era el bebé que me molestaba en el cumpleaños de Alexander… ¿por qué está tan lindo?
—Perdón, joven príncipe —hago una reverencia.
—No hagas tanta reverencia. Tengo dos años más que tú —sonríe.
—Oh, veo que ya se vieron… —dice el rey sonriendo—. Joven duquesa, ¿no cree que él es más guapo que otros nobles?
—Señor… Rey… decir que su hijo es guapo es irrelevante. Todos son lindos como son —respondo seria.
—Así es, mi hija ya escuchó, señor —dice William firme.
¿Por qué siento la mirada de alguien clavada en mí? Me doy la vuelta y ahí estaba: Anton, serio y enojado.
—Cielo, ¿qué pasa? ¿Por qué estás así de enojado? —Lea no entiende.
—No es nada. ¿Sabes qué? Debo tomar aire —se va.
---
Pasó la hora y era el baile. La música sonaba y todos bailaban. Yo estaba cansada.
—¿Qué pasa, Astrix? ¿Estás cansada? —ríe Sophia.
—Sí estoy cansada, Sophia —seria—. ¿Por qué no vas a bailar con el príncipe?
—¿E-en serio? —curiosa— ¿Me lo vas a dejar?
—Sí… ¿por qué estaría con un chico como el príncipe? —digo seria.
[Piensa Astrix]
Vamos, Sophia, muerde el anzuelo… No caeré en desgracia… no caeré…
Sin darme cuenta, estaba en el balcón, lejos de la fiesta.
—Ah… como quiera una bebida fuerte —me estiro.
Por culpa del maldito vestido, resbalé… pero unas manos rodearon mi cintura.
—¡Anton! —sorprendida.
—El mismo —sonríe—. ¿Por qué odias tanto a Sophia?
—¿Yo odiarla? Yo… —río nerviosa—. Oye, ¿puedes soltarme? Es inapropiado que un chico de tu edad tenga así a una niña como yo.
—Oh, perdón… la costumbre —ríe nervioso.
—¿Costumbre? —lo miro fijamente—. Anton… ¿andas de mujeriego?
—Astrix… ¿crees eso de mí? —pone ojos brillosos.
—Hace mucho que no te veo… ya tienes 16 años… ¿qué puedo esperar de un hombre con novia? —seria.
—Ah… ¿estás celosa por Lea? —sonríe.
—¿Tú crees? ¡Jamás! —inflo los cachetes—. Yo no necesito un novio.
Sin darme cuenta, Anton tomó mi muñeca y me abrazó fuerte. Sentí su corazón latir.
—Escucha… late solo por ti —susurra.
—Por favor, Anton… tienes una novia ahí adentro —seria—. No soy una tonta.
[Pensamiento de Astrix]
Maldito mujeriego…
—Oye, cuida esos pensamientos —firme.
—¿E-espera… puedes escuchar mis pensamientos aún? —me asusto.
—Sorpresa… Astrix, aún puedo escuchar esa pequeña cabeza —me empuja la frente.
¿Qué pasa? ¿Por qué Anton puede escuchar mis pensamientos? Sin darme cuenta, la voz apareció:
> Desde aquí empieza el episodio que no podrás cambiar.
Ten cuidado.
—Oh, miren quiénes están aquí: Anton Thunder y Astrix Valtorian —dice una voz seria.
—Comandante Martis —Anton se pone firme.
Era el papá de Lea. Ese hombre odia a mi padre con todo su ser. Él fue quien planeó con el rey mi matrimonio con Daniel.
—Señorita, ¿qué hace aquí con un joven mayor que usted? —serio.
—Perdón, señor Martis, pero no es su incumbencia —digo seria.
Anton se coloca frente a mí, firme.
—Señor Martis, perdón, pero Astrix es mi amiga desde que es bebé y quería verla en privado —firme.
—¿Así que es eso? Niña, debes saber tu lugar —gruñe.
—Yo sé mi lugar… creo que un comandante no es más que una Duquesa —respondo fría.
—¡Tú, mocosa! —saca su espada.
—Ay qué miedo… una espada —saco mis guantes.
—Astrix, no, él no es un hombre malo —Anton preocupado intenta calmarme.
—Anton, tú no te metas —me pongo en posición de pelea—. Odio a los viejos metidos… ¡EN MI DUCADO! —grito.
De un golpe en el estómago, el comandante cae desmayado. Desde el secuestro, el duque me entrenó personalmente.
—Hermanita… ¿que paso? —dice Alexander ve al comandante en el piso—. Ah, mejor me callo.
—¿Alexander? ¿No vas a decir nada? —pregunta Anton curioso.
—¿Qué voy a decir? Si la molestan, se lo buscaron —sonríe—. Vamos, que lo dulce está por llegar.
—Vamos, Anton —tomo su mano.
El corazón de Anton latía a mil. ¿Por qué esta pequeña hacía todo eso?
🌸 Dato de hoy
Desde el secuestro, William le da clases de espada, pelea y magia. Por nada lo llaman el Duque tirano y sádico.
su padre es noble así que no se compara
llamarlo papá así el da ella da sería juntos para el pobre corazón
de William jajaja que adora a su hija aunque es divertido verlo celos pero ahora sí esa mustia no pudo que alaben a esa mustia igual a ella por lo menos alegro a su hermano