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El Omega Del Gobernante~

El Omega Del Gobernante~

Status: En proceso
Genre:CEO / ABO / Matrimonio arreglado / Fantasía LGBT / Chico Malo
Popularitas:12.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Abel Torres

El joven de sangre pura había sido encontrado por el gran gobernante, Theo. Noah Everhart nunca podría escapar de su destino.

Encerrado en la imponente presencia de Theo Langston, su cuerpo tembló involuntariamente cuando el aire se impregnó con el embriagador aroma de sus propias feromonas. El Alfa frente a él sonrió con satisfacción, sus ojos ámbar brillando con un peligroso fulgor depredador.

—No tiene sentido correr, Noah —murmuró Theo, su voz profunda y envolvente—. Ya eres mío.

Los latidos de Noah se aceleraron. No... no hay escapatoria.

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📌 BL / Omegaverse (Chico x Chico)
📌 Embarazo Masculino
📌 ¿Kitsunes?
📌 Fantasía BL

NovelToon tiene autorización de Abel Torres para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 20

Hera se llevó una mano al pecho, como si pudiera calmar el nudo que se le formaba ahí. Ni siquiera ella lograba comprender ese sentimiento que la carcomía por dentro.

—¿Por qué… por qué me duele así? —susurró para sí misma.

¿Cómo podía una Diosa, nacida del equilibrio cósmico, haberse enamorado de un espíritu de zorro, una criatura maldita por los cielos?

—Pero Theo realmente ha cambiado… Ha renunciado a su naturaleza demoníaca por cumplir su objetivo. Que sea el destino quien decida quién de los dos sobrevivirá —murmuró con la voz cargada de resignación, sabiendo que hablaba de Theo y Noah.

Aunque su divinidad debía mantenerse imparcial, en el fondo de su corazón, la balanza se inclinaba hacia Theo. Él había luchado, se había aferrado a la esperanza y ahora caminaba entre los humanos como uno de ellos.

Y sin embargo, Noah... ese Omega de sonrisa luminosa y mirada llena de ternura, también era digno. Tan puro, tan hermoso, tan valiente. Hera no podía ignorar su existencia, ni negar que su corazón titubeaba al verlo junto a Theo.

Durante los siguientes días, Hera permanecería en la Tierra, sin presentarse ante el Gran Dios, ni volver al cielo. Quería observar... y decidir.

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A la mañana siguiente, muy temprano, Noah se arreglaba frente al espejo. Su cabello suave estaba perfectamente peinado, y se abotonaba con esmero la camisa de lino blanco. Sus movimientos eran meticulosos, pero sus pensamientos estaban un poco agitados.

Iba a acompañar a su esposo, Theo, a la empresa. Ese día se reunirían con un importante colega extranjero y, según Theo, también estarían presentes su padre Black —un Alfa dominante y respetado— y su madre, Eiran —un Omega carismático y fuerte—. Noah respiró hondo, sabía que tenía que lucir impecable.

—¡Noah, por los dioses! —exclamó Theo al entrar a la habitación, quedándose de pie en el umbral, cautivado.

—¿Qué pasa, Theo? —preguntó Noah, girando la cabeza con curiosidad, mientras ajustaba su corbata frente al espejo.

—Estás… hermosísimo. Irresistible.

—¡Ugh! —Noah le lanzó el cepillo que tenía en la mano derecha, ligeramente avergonzado por el halago tan directo.

Theo lo atrapó con una sola mano y dejó escapar una risa grave, encantadora.

—Mi omega es demasiado perfecto —dijo, caminando hasta él y rodeándolo con los brazos desde atrás.

Ambos quedaron reflejados en el espejo: el Alfa elegante con su traje negro impecable y el Omega de rostro sonrosado, recibiendo su afecto. Theo apoyó su mentón en el hombro de Noah y lo besó en la mejilla.

—No necesitas más retoques, amor. Ya estás deslumbrante. Vámonos —susurró con voz baja y posesiva.

Noah bajó la mirada, sonriendo con timidez, y asintió.

Después de un desayuno tranquilo, ambos estaban listos para salir. Sin embargo, olvidaron un pequeño detalle.

—¡Yo voy con ustedes! —gritó una voz masculina desde la entrada. Era Rafael, que bajaba las escaleras con paso firme, con un traje oscuro similar al de Theo.

—Rafael… —Theo suspiró con fastidio—. Es un evento importante. Será en otra ocasión.

—No me pongas trabas, Theo. Cuanto antes encuentre mi propia Sangre sagrada, mejor, así podré dejar esta casa.

—No la encontrarás en mi empresa —respondió Theo, con un dejo de advertencia.

—¡Nunca se sabe!

Ante la discusión, Noah se aferró con más fuerza al brazo de su esposo. La noche anterior, Theo le había explicado que Rafael también era un espíritu de zorro, un Alfa condenado que anhelaba lo mismo que Theo había logrado: encontrar a su Sangre sagrada, su omega-alfa predestinado, aquel que pudiera romper la maldición.

Theo le había dicho que cada espíritu tenía su destino. Así como Noah lo fue para él, Rafael también tendría su oportunidad.

Esas palabras, dichas con calma y convicción, siempre lograban tranquilizar el corazón tembloroso de Noah. Por eso ahora, aunque su instinto le gritaba que se alejara de Rafael, decidió confiar.

—Baja la voz. Estás asustando a mi Omega —dijo Theo, abrazándolo por la cintura de forma protectora.

Los ojos de Rafael se posaron en Noah con intensidad y deseo. El aroma dulce y embriagador de su feromona era algo casi insoportable. Pero no era su Sangre sagrada. Lo sabía. Aunque también lo deseaba.

—¡Deja de mirarlo así! —gruñó Theo, dejando entrever sus colmillos. Su voz tenía un filo peligroso.

Finalmente, Rafael se unió a ellos. Aunque a regañadientes, Theo permitió que los acompañara. Iban vestidos casi igual, y aunque eran diferentes como el día y la noche, nadie sospechaba su verdadera naturaleza.

Al llegar a la empresa, Rafael fue presentado como un viejo amigo de Theo. La excusa funcionó, y nadie hizo demasiadas preguntas.

Noah apenas bajó del auto cuando fue recibido por su madre. Eiran, siempre lleno de energía, lo abrazó con fuerza.

—Mi niño precioso está hecho todo un hombrecito — Dijo acariciando su mejilla con dulzura. — Mi bebé se parece a su madre, osea yo — Habló orgulloso, dejando ver un sonrisa.

—Claro, mamá, me parezco al tío Celeste —respondió Noah, sonriendo pícaramente.

—¡Noah! —Eiran hizo un puchero, fingiendo estar ofendido.

Ambos se echaron a reír.

Black, que los observaba a unos pasos, sintió que el pecho se le llenaba de orgullo. Ver a su pareja y a su hijo así, tan felices, era un regalo que no cambiaría por nada en el mundo.

—¿Así que Rafael es un viejo amigo tuyo? —preguntó Black, mirando a Theo con desconfianza.

—Sí, papá. Se quedará con nosotros por una semana. Después regresará a Falaz.— Falaz era el reino vecino.

—Entonces pásate por mi casa, Rafael. Te presentaré a Daiki, mi hijo menor. Aún está en la universidad, pero seguro le agradará conocerte.

—Con gusto, señor Black. Haré lo posible por visitarlos.

La reunión previa fue breve. Todos se prepararon para la llegada del visitante extranjero. Los pasillos se llenaron de tensión elegante. Las feromonas de los Alfas se mantenían bajo control, pero no pasaban desapercibidas.

Durante todo el evento, Theo no soltó a Noah ni un instante. Lo presentó como su esposo, su omega, el centro de su vida.

Le acariciaba el cabello con cuidado. Lo abrazaba por la cintura. Le susurraba palabras dulces al oído, y de vez en cuando, lo besaba en la mejilla o en la sien. Todo con una delicadeza devota.

Noah, aunque un poco sonrojado, aceptaba cada muestra de afecto. Ya estaba acostumbrado a ser el objeto de adoración de su esposo. Y le encantaba.

Pero no todos compartían esa alegría.

Hera también estaba allí. Invisible, intangible para los ojos humanos, pero presente. Su corazón se encogía con cada mirada, con cada sonrisa compartida, con cada beso que se daban la pareja.

Levantó los ojos hacia el enorme candelabro que colgaba en el techo del salón principal. Sus pensamientos se volvieron oscuros.

De pronto… deseó que cayera. No sobre Theo… sino sobre Noah, sobre ese pequeño omega que se estaba llevando toda la atención del zorro.

El candelabro comenzó a crujir.

¡Creak… creak!

Las cadenas que lo sostenían vibraron con una fuerza invisible. Los cristales temblaban con cada segundo que pasaba, y de pronto... Se desprendió.

Eiran fue el primero en notarlo.

—¡¡¡NOAH!!! —gritó con todas sus fuerzas, su voz atravesando el salón como un trueno.

....

1
Nidia Mojica
Esa Hera quiere crear caos en Noah pero Theo le da alas. Gracias por el capitulo. Ahora Theo enamorado de Noah.
Ashley Alcántara
Bueno, parece que Theo se salvó... por ahora 👀
Ashley Alcántara
Pero que mentiroso 👁️👁️
Ashley Alcántara
Oh, oh, percibos problemas 🧍
Mateo
Bonita historia, estoy en la espera de más
Ashley
Gracias por las actualizaciones autor, estoy en la espera más ❤️ es muy bonita tu novela
Marídale
Me encanta, es muy entretenida e Interesante
Tu bebé 7w7
Excelente
Tu fan :)
1000/1000
Victoria black
Fenomenal, es muy original y buena
Victoria
Excelente
Nidia Mojica
Ay Theo haciendo las cosas mal, y Hera marco terreno. Empiezan los problemas.
Ashley Alcántara
Claro que sí, ahora mismo voy para allá 🫶🏻
Ashley Alcántara
Hasta aquí llegamos 🤦 Veamos cómo se la va a ingeniar Theo ahora 👺 (Aquí queremos drama 🤣)
Ashley Alcántara
Demasiadas emociones en unos segundos 🧍
Ashley Alcántara
....AHHHHH 🤡🤡🤡
Nidia Mojica
Cuando menos Theo ya cambio de parecer. Gracias por el capitulo.
Ashley Alcántara
Más capítulos, plis 😻, me encanta, ojalá esa Diosa deje de joder 🙄, por lo que veo Theo ya aceptó sus sentimientos, ojalá no ocurra nada más, y que sea sincero con Noah, ahorita la Diosa esa aparece frente a Noah y le cuenta todo para que se aleje de Theo, aunque la estúpida casi lo mata con la gema de Theo dentro de él todavía 👁️👁️
Milagros Juárez
Yo ya quiero que Noah sepa la verdad así se arme el verdadero drama. Y ver a Theo sufrir.
Nidia Mojica
Gracias por el capitulo.
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