La historia puede cambiar al igual que el destino, losert ha perdido la memoria y su destino ha cambiado por completo.
pero ciertas circunstancias aran que losert corra un riego muy grande, ¿podrá losert recuperar sus recuerdos?.
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Una sombra se avecina
Las clases habían terminado. Ryujin y Losert caminaron hasta el lugar de la pelea, seguidos de una expectante multitud. Los seguidores de William estaban allí, mezclados con curiosos que no querían perderse el enfrentamiento.
William los esperaba en el centro, con una sonrisa confiada en el rostro.
William: (Mirando fijamente a Ryujin) ¿Estás listo para tu derrota?
Ryujin: (Sin dudar, avanza con paso firme y le hace frente) ¿Derrota? Jejeje… (Le susurra, con una mirada fría) No tienes idea de con quién te metes, cachorrito.
William: (Frunce el ceño, pero mantiene la compostura) Después de ti, seguirá Losert.
Sin más preámbulos, William se lanzó al ataque con una velocidad impresionante. Sus puños cortaban el aire con fuerza, pero Ryujin esquivaba cada golpe sin esfuerzo, con una tranquilidad casi burlona.
Losert y la multitud observaron con asombro. William era un luchador formidable, pero sus ataques parecían inútiles contra Ryujin.
En un instante, Ryujin extendió una mano y detuvo el puño de William en seco. Sus ojos se clavaron en los de su oponente, y un escalofrío recorrió el cuerpo del licántropo.
William: (Retrocede bruscamente, con el rostro desencajado) ¿Q-qué carajo…? Por un momento… vi la muerte en tus ojos.
Ryujin: (Sacudiéndose el polvo de la ropa con calma) ¿Qué pasa? ¿Ya te acobardaste?
William: (Aprieta los dientes, con el cuerpo tenso por la rabia) ¡Voy a acabar contigo!
Sus músculos se tensaron, su aura licántropa se desató y sus ojos brillaron con un fulgor amarillo salvaje.
William: ¡Voy a usar mi verdadera fuerza!
Ryujin: (Sonríe levemente, pero su tono es gélido) Usa lo que quieras… no hará ninguna diferencia.
William se lanzó de nuevo al ataque, con más rapidez y potencia. Esta vez sus movimientos eran más agresivos, cada golpe cargado de furia. Pero por más que atacaba, Ryujin seguía esquivándolo con la misma facilidad, como si todo fuera un simple juego.
El aliento de William se volvió errático. Su pecho subía y bajaba con dificultad.
William: (Jadeando, con incredulidad) ¿Qué carajos eres…?
Ryujin dejó escapar un suspiro, como si se estuviera cansando de la situación. Entonces, levantó la mirada y murmuró con voz grave:
Ryujin: Es hora de acabar con esto.
Levantó una mano y pronunció una sola palabra con una resonancia que sacudió el aire:
Ryujin: ¡¡DUERMAN!!
El poder de su voz se extendió como una ola invisible. De inmediato, la multitud entera se desplomó al suelo, inconsciente. Un pesado silencio envolvió el lugar.
Solo tres personas seguían en pie.
William: (Con los ojos muy abiertos, su voz temblorosa) ¿Qué… qué acaba de pasar?
Losert miraba la escena en absoluto asombro. Un sudor frío recorrió su espalda.
Ryujin: (Con los ojos brillando de emoción) Ahora solo estamos tú y yo.
Losert: (Atónito, susurra para sí mismo) Esto… esto es otra liga…
Ryujin sonrió con satisfacción y alzó la barbilla con orgullo.
Ryujin: Déjame presentarme. Yo soy el último de mi especie… Ryujin Dragronoctem.
William: (Pálido, retrocede un paso) ¿U-un dragón…?
Losert sintió un escalofrío. Algo en la forma en que Ryujin pronunció su nombre tenía un peso inmenso, como si esa palabra contuviera siglos de poder y orgullo.
Ryujin: Lástima por ti.
En un parpadeo, Ryujin se lanzó al ataque como un depredador.
William: (Una sonrisa feroz cruza su rostro) ¡Perfecto!
Pero esta vez, no se quedó atrás. Justo antes de que Ryujin lo alcanzara, William dejó escapar un rugido profundo. Su cuerpo comenzó a cambiar: su piel se cubrió de pelaje gris oscuro, sus músculos se expandieron y su rostro se alargó en un hocico bestial. En cuestión de segundos, ya no era un humano. Era un lobo colosal, con garras afiladas como dagas.
Ryujin: (Observa la transformación con interés) Jejeje… ahora sí te pones serio.
William: (Con una voz gutural, mostrando los colmillos) Si he de morir… lo haré con honor.
Los dos titanes se lanzaron el uno contra el otro. El choque fue inminente.
Un eco del pasado
Mientras la batalla entre Ryujin y William continuaba, Losert observaba en silencio. Sin embargo, su mente estaba sumida en el caos.
Losert: (Pensando para sí mismo) ¿Qué demonios pasa aquí? William se convirtió en un perrote gigante, y el apellido de Ryujin... a juzgar por cómo se mueve, dudo que sea solo un nombre llamativo. ¿Cómo terminé envuelto en esto?
De repente, una voz familiar resonó en su cabeza.
Voz misteriosa: Estás demasiado cerca de las criaturas que los humanos no deberían ver.
Losert: (Sobresaltado) Tú otra vez… ¿qué quieres decir con eso?
Voz misteriosa: Si sigues involucrándote, él regresará.
Losert: (Con frustración) ¿Él? ¡Estoy harto de que solo digas eso sin explicarme nada!
Voz misteriosa: No puedo decirte más… Ahora, despierta.
Un fuerte sacudón lo trajo de vuelta a la realidad.
Elena: (Sacudiéndolo) ¡Oye! ¡Reacciona!
Losert: (Aturdido) ¿Eh...? ¿Elena? ¿Qué haces aquí?
Elena: (Sonríe con diversión) Je, je… Sigues siendo igual. Vamos, salgamos de aquí.
Losert: (Mira la pelea intensa) ¿No te asusta todo esto?
Elena: (Encogiéndose de hombros) Creo que el único que sigue pensando así eres tú. Vamos a un lugar más seguro, necesito que me expliques qué está pasando aquí.
Elena lo tomó del brazo y juntos se alejaron a una zona menos expuesta.
Un diálogo entre sombras
Sentados en un rincón más tranquilo, Losert resumió lo sucedido.
Losert: …Y eso es todo lo que pasó.
Elena: (Cruza los brazos, pensativa) Ya veo… Y dime, ¿por qué no pareces sorprendido o asustado?
Losert: (Frunce el ceño, reflexionando) No lo sé… Es como si ya estuviera acostumbrado. No siento miedo… más bien, me invade una sensación de nostalgia.
Elena lo miró con seriedad, como si algo se confirmara en su mente.
Elena: Esto solo prueba que no olvidó todo... (Coloca una mano en su hombro) Es hora de que sepas algunas cosas.
Losert: (Levantando la mirada) ¿Qué tipo de cosas?
Elena: Te lo diré más tarde. Por ahora, esperemos…
Antes de que Losert pudiera insistir, Elena desvió la mirada hacia la batalla. Sus ojos se entrecerraron con desconfianza al notar la silueta de Ryujin.
Elena: (Con voz baja) Ese chico de cabello verde… ¿cómo se llama?
Losert: (Extrañado por la pregunta) Ryujin… Es mi amigo.
Elena apretó los labios. Algo en su expresión cambió al recordar la noche en la que Losert había cedido a la oscuridad.
Losert: (Notando su reacción) ¿Por qué preguntas?
Elena: (Disimula, apartando la mirada) No es nada…
La tensión quedó suspendida en el aire.
Continuará…