Luz O Oscuridad (Recuerdos Sombrios)
Han pasado dos meses desde el último encuentro entre Elizabeth y Losert. Él, incapaz de recordar gran parte de su primer año de preparatoria, se siente atrapado en un vacío desconcertante. Hay algo en esa chica de sonrisa encantadora y ojos escarlata que lo inquieta profundamente, aunque no logra entender por qué.
Mientras tanto, Elizabeth, nuestra querida vampira, está sumida en la tristeza. Su corazón inmortal añora al chico de cabello grisáceo y mirada perdida, el mismo que lloró al verla por última vez.
El destino, que parecía haberlos unido para siempre, ahora los mantiene separados. Pero las cosas rara vez suceden como uno las planea.
Mansión Vladich (12/03/2020)
La sala estaba envuelta en penumbra. Solo el brillo opaco de una luz sobrenatural iluminaba el trono donde Chernobog, el dios oscuro, descansaba con aire imponente.
Ryujin, su fiel servidor, se inclinó profundamente.
Ryujin: Mi señor Chernobog, no hay señales de que el chico recupere sus recuerdos.
El dios sonrió con calma, sus ojos oscuros reflejaban una paciencia infinita.
Chernobog: No hay prisa —dijo suavemente—. Todo a su debido tiempo. Estoy seguro de que ese chico superará a Vladich.
Ryujin se enderezó, haciendo una reverencia antes de retirarse.
Chernobog: Manténlo vigilado —añadió, su sonrisa apenas perceptible.
En alguna parte de Rumanía
Belial, el vampiro más poderoso después de Vladich, observaba detenidamente un informe sobre un reciente incidente en un pueblo cercano.
Belial: Así que Vladich ha reencarnado... —murmuró, su voz cargada de ambición.
Llamó con fuerza:
Belial: ¡Lisha!
Una figura femenina apareció entre las sombras, inclinándose con respeto.
Lisha: Dígame, mi señor.
Belial le entregó una foto.
Belial: Encuentra a este chico. Se llama Losert. Quiero que lo hagas desaparecer, pero ten cuidado.
Lisha: Como usted ordene —respondió antes de desvanecerse en el aire.
Belial sonrió con malicia.
Belial: Yo seré el futuro rey de los vampiros... —susurró mientras sus dedos golpeaban suavemente el escritorio.
Hogar de Losert
Losert desayunaba en silencio, sus pensamientos perdidos en recuerdos difusos.
Losert: Han pasado dos meses desde la última vez que vi a esa chica... —murmuró para sí mismo—. Elizabeth...
El simple sonido de su nombre le provocaba un rubor inesperado y una sensación de nostalgia que no lograba explicar.
Al terminar su desayuno, tomó sus cosas y se dirigió al colegio. El día avanzaba con monotonía, pero Losert no podía dejar de notar algo extraño: las miradas constantes de las chicas del salón, susurros que mencionaban a alguien llamado Elizabeth.
Losert: "¿Por qué todas la recuerdan y yo no?" pensó, frustrado.
La sensación de vacío lo atormentaba, llevándolo a recorrer el camino que solía tomar con ella, aunque sin saberlo. Al llegar al lugar donde creía encontrar respuestas, solo encontró el eco del viento.
De vuelta en casa, intentó concentrarse en sus tareas, pero su mente seguía atrapada en aquella incógnita. Finalmente, el agotamiento lo venció y se quedó dormido en el sofá.
El sueño llegó como una tormenta.
¿?: Solo contigo puedo dejar de fingir ser la chica perfecta...
Un rostro borroso flotaba en su mente.
Losert: ese caso, puedes venir cuando quieras, —respondió su voz en el sueño.
Despertó de golpe, el pecho agitado.
Losert: las 8 de la noche... —murmuró mientras se llevaba las manos a la cabeza—. ¿Quién eres? ¿Por qué siento tanta tristeza al recordarte?
Con el corazón pesado, salió a caminar para despejar su mente.
El viento susurraba entre los árboles mientras las farolas lanzaban sombras alargadas sobre el camino. Losert caminó sin rumbo hasta llegar al parque Estrella, donde una figura femenina corría con elegancia bajo la tenue luz de la luna.
Lleno de curiosidad, se acercó.
Losert: Ehm... disculpa —dijo con voz algo insegura.
La chica se detuvo, mirándolo con una sonrisa divertida.
¿?: ¿Qué hace un niño fuera de casa a estas horas?
Losert frunció el ceño.
Losert: ¿Niño? ¿A quién le dices niño? Y yo podría preguntar lo mismo: ¿qué hace una chica aquí a estas horas?
La joven rió suavemente.
¿?: Eres gracioso. Me llamo Elena —dijo extendiendo la mano.
Losert, sorprendido por su actitud directa, estrechó su mano mientras se sonrojaba ligeramente.
Losert: Yo soy Losert.
Elena: Mucho gusto, Losert —respondió ella con una sonrisa enigmática.
CONTINUARÁ...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 28 Episodes
Comments