¿Él O Yo?

Capítulo 20.

Después de que Héctor acompañó a Alan a salir de la casa, Susan se sintió un poco más tranquila. Héctor se acercó a ella y la abrazó suavemente.

"¿Estás bien?", preguntó de nuevo.

Susan asintió, aún llorando suavemente. "Sí, gracias a ti. No sé qué hubiera hecho si no estuvieras aquí".

Héctor sonrió y la abrazó más fuerte. "Siempre estaré aquí para ti, Susan. No importa lo que pase".

Susan se sintió agradecida por la presencia de Héctor en su vida. Él había sido un amigo verdadero en momentos difíciles.

Después de un rato, Susan se calmó un poco y se separó de Héctor. "Gracias de nuevo", dijo. "Creo que necesito un poco de tiempo para procesar todo lo que ha pasado".

Héctor asintió. "Claro, tómate todo el tiempo que necesites. Estaré aquí para ti cuando estés lista para hablar".

Susan sonrió débilmente y se dirigió a su habitación. Se acostó en la cama y se cubrió con las mantas, tratando de calmar su mente y su corazón.

Mientras tanto, Héctor se sentó en el sofá, pensando en lo que había pasado. Se preguntaba qué había llevado a Alan a regresar después de tanto tiempo y qué quería de Susan.

Después de un rato, Héctor se levantó y se dirigió a la cocina. Preparó un té caliente y se lo llevó a Susan a su habitación.

"¿Quieres un té?", preguntó suavemente.

Susan asintió y se sentó en la cama. Héctor le dio el té y se sentó a su lado.

"Gracias", dijo Susan. "Eres un verdadero amigo".

Héctor sonrió. "Siempre estaré aquí para ti, Susan".

Susan tomó un sorbo del té caliente y se sintió un poco más calmada. Héctor se sentó a su lado en silencio, dejándola disfrutar del momento.

Después de un rato, Susan se volvió hacia Héctor y le preguntó: "¿Qué crees que quería Alan?"

Héctor se encogió de hombros. "No lo sé, pero creo que tiene que ver con lo que pasó en ****, definitivamente paso algo que no me quieres contar pero no pasa nada, aquí estoy para escucharte y apoyarte cuando lo necesites".

Susan asintió. "Sí, creo que tienes razón. Pero no entiendo por qué regresó después de tanto tiempo".

Héctor se acercó un poco más a ella. "Creo que Alan se dio cuenta de que te ama de verdad y quiere recuperarte".

Susan se sorprendió. "¿Recuperarme? No entiendo".

Héctor se explicó. "Creo que Alan se arrepiente de lo que hizo en **** y quiere enmendar sus errores. Quiere demostrarte que te ama de verdad".

Susan se sintió confundida. ¿Podía ser cierto lo que Héctor decía? ¿Podía Alan haber cambiado de verdad? ¿Pudo haber dejado a Helen?

De repente, Susan se acordó de algo. "Héctor, ¿recuerdas cuando te dije que Alan me había dicho que estaba casado?"

Héctor asintió. "Sí, lo recuerdo".

Susan se levantó de la cama y se dirigió a su escritorio. Abrió un cajón y sacó una carta.

"¿Qué es esto?", preguntó Héctor.

Susan se sentó a su lado y le dio la carta. "Es una carta que recibí de Alan después de que nos separamos. Me decía que estaba casado y que no podía estar conmigo".

Héctor leyó la carta y se sorprendió. "Pero esto no es cierto", dijo. "Alan no está casado".

Susan se sintió confundida. ¿Por qué Alan le había mentido? ¿Qué había estado tramando?

Susan se sintió abrumada por la mentira de Alan. ¿Por qué le había dicho que estaba casado si no era cierto? ¿Qué había estado tratando de ocultar?¿porque cuando le pidió perdón por mentirle le volvió a mentir?

Héctor se dio cuenta de su confusión y le puso una mano en el hombro. "Susan, no te preocupes. Ya averiguaremos qué está pasando".

Susan asintió, pero su mente seguía girando con preguntas. ¿Qué había sido de la mujer, de Helen? ¿Había sido una mentira también?¿se volvieron a casar y también a divorciarse?

De repente, sonó el timbre de la puerta. Susan se levantó para abrir, pero Héctor la detuvo. "No, déjame a mí", dijo.

Héctor se dirigió a la puerta y la abrió. Era un mensajero con un paquete en la mano. "¿Susan?", preguntó.

Héctor asintió y firmó por el paquete. Luego se lo dio a Susan.

Susan abrió el paquete y encontró un pequeño diario dentro. Era el diario de Alan. ¿Por qué se lo había enviado?

Comenzó a leer y se dio cuenta de que el diario era más una confesión de Alan. Contaba todo sobre su pasado, sobre su relación con la mujer que le había dicho que era su esposa... y sobre su amor por Susan.

Susan leyó el diario de Alan con incredulidad. No podía creer lo que estaba leyendo.

"Al principio, estaba enamorado de Helen", escribió Alan. "Pero luego, ella murió. O al menos, eso creí. Me casé contigo, Susan, y pensé que había encontrado el amor verdadero. Pero cuando me enteré de que Helen estaba viva, no dudé en dejarlo todo por ella. te cambie por ella, Susan, y no me arrepiento de eso. Pero lo que no sabía era que Helen solo me utilizaba por mi dinero".

Susan se sintió conmocionada. ¿Cómo podía Alan haber sido tan ciego?

"Después de un tiempo, me di cuenta de que Helen me había engañado", continuó Alan. "Me enteré de que había fingido su muerte para poder estar con su amante, que era mucho más rico que yo, pero perdió su fortuna que al parecer había obtenido en una lotería nacional, cuando lo supe me sentí utilizado y engañado. Y peor aún, cuando regresé con ella, me daba repulsión acostarme con ella. Después de estar contigo, Susan, me acostumbré a tu cuerpo, a tu amor. Y no podía ignorar el hecho de que Helen era transexual".

Susan se sintió un poco mejor al saber que Alan había sentido lo mismo que ella.

"Pero a pesar de todo", escribió Alan, "mi amor por ti nunca murió, Susan. Siempre te he amado, desde el momento en que te conocí. Y ahora, quiero que sepas que deseo que tus hijos sean míos,quiero ser el padre de tus hijos, Susan. Quiero pasar el resto de mi vida contigo".

Susan se sintió conmovida por las palabras de Alan. ¿Podría perdonarlo y darle una segunda oportunidad?