Arianna

Arianna: Me parece inadecuado tu comportamiento. Yo he causado este desorden, no verdad, pero ¿no estás viviendo aquí con tu novia? ¿Acaso ella no se encarga de estas tareas?

César: Ella no puede hacerlo, es mi novia; no debería estar asumiendo las labores del hogar.

Arianna lo mira con desagrado y le responde: Si viven juntos, solos y sin ayuda, si debería.

déjame aclararte algo muy importante: yo no soy la encargada de esta casa y no voy a aceptar esta situación.

César, molesto por las constantes reprimendas, le dice: Es mejor que te calles; si deseas, puedes limpiarlo tú o dormir en medio del desorden.

Arianna: No voy a aceptar que me envíes a callar, ni tampoco limpiaré tu desorden; que lo haga tu novia. Yo me iré a dormir a la otra habitación, donde están mis pertenencias. Tú ve qué harás.

César le grita: No puedes hacer eso. Mi abuelo se quedará allí solo mientras nosotros dormimos juntos.

Arianna responde: No lo creo. Entonces, ¿por qué al principio mandó a que colocaran mis cosas en esa habitación?

César: No fue él; fui yo quien las mandó a poner allí. Ahora tienes que traerlas aquí, ¿entendido?

Arianna: Hay más espacio en esta casa, ¿por qué tienes que quedarte en la mía?

César: No lo sé, pregúntaselo tú misma.

Arianna: ¿Acaso crees que no puedo hacerlo?

César: Sé que no lo harás; no querrás meterte en problemas. Ahora me voy a la sala, ya no puedo soportar tus reclamos absurdos.

Arianna lo observa haciendo muecas y, en un arrebato, cierra la puerta de golpe. Al escuchar el estruendo de la puerta, César se vuelve y se ríe antes de continuar bajando.

Arianna, quedándose frente al desorden, reflexiona: Me Resulta incomprensible cómo pueden descansar en medio de este desorden. No entiendo cómo generan tanto caos sin preocuparse por limpiar. ¿Cómo es posible que este en un lugar tan feo?

Ella tomó la iniciativa de bajar y recoger una bolsa de basura grande. Subió y comenzó a recoger todo lo que estaba esparcido, sin preocuparse por la procedencia de los objetos; simplemente los desechó. Pasó casi una hora limpiando, dejando todo en perfectas condiciones. Luego, organizó sus cosas en el armario y se metió a bañar, olvidando cerrar la puerta de la habitación.

El abuelo se comunicó con César para informarle que ya se dirigía a su casa. Ante esto, César corrió a buscar a Arianna. Al abrir la puerta, se encontró con que todo estaba en perfectas condiciones, pero no vio a Arianna. Al abrir el armario, observó sus pertenencias organizadas, pero se preguntó dónde estaban las cosas de Yuly. En ese momento, Arianna salió del baño y, al ver a César, le preguntó qué hacía allí. Él la miró fijamente, y ella, incómoda, le dijo que se fuera. César, entonces, le preguntó por el paradero de las cosas de Yuly, a lo que ella respondió que estaban en la basura, junto con todo lo que estaba desordenado.

César pregunta: ¿Votaste las pertenencias de mi novia?

Arianna responde: Sí, las descartó todas, estaban desordenadas y necesitaba espacio para mis cosas. Además, luego podrás comprarle cosas nuevas.

César comenta: Eres bastante abusiva.

Arianna responde con risa: ¿Abusiva? ¿Por qué dices eso? Esta será mi habitación durante una o dos semanas.

César observa: Tendrás que reembolsarle el costo de todas sus cosas.

Arianna añade: Por favor, sal, necesito vestirme.

César concluye: El abuelo ya casi llega, apúrate y ve a preparar algo. Luego sale de la habitación.