¿Qué pasaría si una persona dulce y amable como Eiran se encontrara con Damon, un líder de banda de motociclistas brutal, escéptico y extremadamente frío?
Un incidente los une cuando Eiran, un joven médico omega, debe ayudar a Damon, un alfa herido de bala en medio de la calle tras un violento enfrentamiento entre pandillas en Madrid.
¿Cómo se desarrollará esta historia? ¿Podrá Eiran derribar las barreras de Damon y cambiar la brutalidad del líder, quien ya está al límite? Acompáñanos para descubrir esta intensa y emocionante historia en un mundo Omegaverse...
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📌 BL/Omegaverse (ChicoxChico)
📌Embarazo masculino
📌Doctor x Ceo (Gánster)
📌Omega fuerte x Alfa fuerte (Personalidad)
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Capítulo 10
Al llegar al hospital, Damon fue llevado de inmediato a la sala de urgencias, donde un equipo de médicos lo atendió sin perder un segundo. Sin embargo, Eiran, el prestigioso cirujano omega, no dejó la operación en manos de nadie más. Ordenó preparar el quirófano y, con su pulso firme y precisión impecable, procedió a extraer la bala que había perforado los órganos internos de Damon.
La noticia del tiroteo no tardó en llegar a los oídos de Alonso Ruiz, el poderoso padre de Damon. Sin dudarlo, Alonso ordenó a sus hombres rastrear al responsable, mientras él mismo se dirigía al hospital para asegurarse de que su hijo recibiera el mejor tratamiento posible.
El director del hospital, enterado de la magnitud del incidente y del renombre de la familia Ruiz, apareció personalmente para supervisar que todo estuviera en orden. En el estacionamiento, los amigos de Damon comenzaron a llegar, sus autos de lujo llenando el espacio en un espectáculo que hablaba de su influencia y estatus.
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Tres horas después...
La operación fue un éxito. Eiran logró extraer la bala y reparar los daños con una habilidad que dejó a todos impresionados. Damon fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos, donde permanecería bajo monitoreo constante hasta despertar de la anestesia.
Alonso Ruiz se dirigió a Eiran en cuanto este salió del quirófano. El alfa, de porte imponente, lo observó con expectación.
—¿Cómo está mi hijo? —preguntó con voz grave.
Eiran, a pesar de sentir la intensa presencia de Alonso, respondió con calma:
—La operación fue exitosa, pero la situación sigue siendo delicada. Damon necesitará tiempo y reposo, Señor.
Alonso asintió, visiblemente aliviado, pero no dejó el hospital. Se instaló cerca de la unidad de cuidados intensivos, decidido a esperar hasta que su hijo recobrara la conciencia.
Por su parte, Eiran tampoco abandonó el hospital. A pesar de que su turno había terminado, decidió quedarse en el área de descanso, listo para intervenir si era necesario. Como cirujano, sentía que Damon seguía siendo su responsabilidad, pero, en el fondo, había algo más que lo inquietaba sobre ese alfa en particular.
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Los ojos de Damon se abrieron lentamente, aún pesados por el efecto de los medicamentos. Parpadeó varias veces antes de enfocar la mirada en el rostro de su padre. Alonso se apresuró a tomar su mano.
—¿Cómo te sientes, hijo? —preguntó con preocupación.
Pero Damon apartó su mano de inmediato y desvió la mirada hacia Eiran, quien estaba junto a Alonso, revisando las constantes del paciente. Los ojos oscuros de Damon parecían querer decir algo, y Eiran, captando la tensión en el aire, se inclinó hacia él.
—¿Hay algo que quieras decirme? —preguntó Eiran en un tono suave, pero firme.
Damon susurró con voz ronca:
—Echa a ese hombre.
La petición dejó a Eiran desconcertado. Sabía perfectamente quién era Alonso Ruiz: un alfa de renombre, respetado y temido en todo el país y padre de Damon. Pero el odio en los ojos de Damon era inconfundible.
Eiran se enderezó, dirigiéndose al hombre mayor con un tono formal:
—Disculpe, señor Ruiz. Su hijo aún está muy inestable. ¿Podría salir por ahora? Le informaré cualquier cambio en su estado.
Alonso se mantuvo en silencio un momento, analizando la situación. Finalmente, asintió, aunque su expresión era tensa.
—Está bien. Sé que él no quiere verme. Avíseme cuando haya algún cambio —dijo antes de marcharse.
Una vez que Alonso salió de la habitación, Damon abrió los ojos de nuevo. Eiran, intrigado por la dinámica familiar, retomó su examen médico.
—¿Dónde están mis amigos? —preguntó Damon, su voz sonando más fuerte.
—Afuera. No pueden entrar hasta que te trasladen a una habitación normal. No es una fiesta, después de todo —respondió Eiran con calma.
Damon soltó una risa baja y amarga.
—¿Por qué me salvaste?
Eiran levantó la vista de los monitores, arqueando una ceja.
—Porque soy médico.
—Típico —murmuró Damon con sarcasmo—. No nos llevamos bien. Deberías haberme dejado morir allí.
Eiran bufó, apoyando las manos en su cintura.
—Qué trágico. Pareces despreciar la vida que te dieron, mientras otros la desean desesperadamente.
—No asumas nada, porque no sabes nada —replicó Damon con una dureza que apenas escondía su vulnerabilidad.
Eiran lo miró en silencio, pero Damon no parecía dispuesto a dejar el tema.
—Ya que me salvaste la vida, tendrás que quedarte conmigo siempre.
Eiran entrecerró los ojos, notando la intensidad en la mirada del alfa. Finalmente, sonrió con un deje de ironía.
—Tsk, tsk, tsk... Parece que estás empezando a obsesionarte conmigo con esa excusa. No sé por qué siempre buscas problemas conmigo, cuando yo nunca te he hecho nada.
Damon sonrió débilmente, pero su actitud seguía siendo altiva.
—¿Yo, obsesionado contigo? Claro que no.
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PDT: Diosito te pido un hombre como Damon 🫦, él es lo máximo 😏