Susurros Del Más Alla | Ecos Del Pasado

El sol se había puesto, y la noche cubría la universidad con un manto de sombras. La habitación de Elliot estaba tranquila, pero él no podía descansar. La tensión acumulada desde la conversación con Chloe y el descubrimiento sobre la entidad guardiana seguía pesando en su mente. Sabía que el tiempo no estaba a su favor; cuanto más esperaran, más difícil sería resolver el misterio que los rodeaba.

Damián, que había pasado la tarde revisando sus notas y preparándose para lo que estaba por venir, estaba sentado en la mesa, su expresión concentrada. Elliot se acercó a él, el peso de la preocupación visible en sus ojos.

—Damián —dijo Elliot en voz baja—, ¿has encontrado algo nuevo?

Damián levantó la vista, sus ojos mostrando una mezcla de cansancio y determinación.

—He estado revisando los registros antiguos que Chloe nos mostró. Hay algo extraño en los patrones de aparición de la entidad que no encaja con la narrativa habitual —dijo Damián, señalando un conjunto de notas y diagramas—. Parece que hay ciertos lugares en la universidad que tienen una energía inusual. Algo relacionado con los eventos que estamos viviendo.

Elliot miró los papeles con interés. Había algo inquietante en los detalles, un patrón que se repetía en los lugares donde las apariciones habían sido más frecuentes.

—Entonces, ¿qué hacemos con esta información? —preguntó Elliot, sintiéndose más enfocado que nunca—. ¿Debemos investigar estos lugares?

Damián asintió, su expresión seria.

—Sí, pero necesitamos hacerlo con cuidado. No sabemos qué podríamos encontrar y si la entidad está realmente involucrada. Lo mejor sería explorar esos lugares y ver si podemos encontrar alguna pista.

Mientras planeaban su próximo movimiento, Lilith entró en la habitación con una expresión decidida.

—He escuchado lo que están planeando —dijo—. Quiero ir con ustedes. No voy a quedarme al margen mientras ustedes enfrentan esto.

Elliot y Damián se miraron. Sabían que Lilith tenía razón; necesitaban a todos sus amigos en el equipo. Con una breve discusión, acordaron que Lilith se uniría a ellos en la exploración nocturna.

Una vez que todo estuvo listo, el grupo se preparó para salir. Chloe había dado algunas recomendaciones sobre cómo manejar la situación, sugiriendo que llevaran herramientas básicas de investigación y grabadoras para capturar cualquier fenómeno paranormal.

La primera parada fue la antigua biblioteca, un lugar conocido por su historia y misterio. La universidad había estado construyendo una nueva ala, y la biblioteca había sido una de las áreas más afectadas por las perturbaciones. Al llegar, el grupo se dividió en dos equipos: Elliot y Damián se encargarían del sótano, mientras que Lilith y Chloe explorarían los niveles superiores.

El sótano de la biblioteca era oscuro y polvoriento, con estanterías viejas y documentos en desorden. Elliot encendió una linterna y miró a su alrededor, sintiendo la frialdad de la atmósfera.

—¿Listo para esto? —preguntó Elliot a Damián, tratando de ocultar su nerviosismo.

Damián asintió, su mirada fija en las sombras que parecían moverse en la penumbra.

—Siempre estoy listo —dijo Damián con una sonrisa torcida—. Solo asegúrate de no dejarme solo aquí.

Elliot sonrió ligeramente, apreciando la broma a pesar de la tensión. Comenzaron a explorar, revisando cada rincón del sótano en busca de pistas. A medida que avanzaban, notaron que la temperatura parecía descender aún más, y el aire se volvía cada vez más pesado.

De repente, un ruido sordo resonó a través del sótano, haciendo que ambos se detuvieran en seco.

—¿Lo oíste? —preguntó Elliot, su voz apenas un susurro.

Damián asintió, su rostro reflejando una concentración intensa.

—Sí. Vamos a ver qué fue.

Avanzaron hacia el origen del sonido, y encontraron una pequeña puerta oculta detrás de una estantería. Parecía que no había sido abierta en años. Damián la examinó cuidadosamente antes de abrirla, revelando un pequeño cuarto lleno de viejos documentos y artefactos.

—Esto no estaba en los planos —murmuró Damián, mientras Elliot examinaba los objetos.

Elliot comenzó a revisar los documentos esparcidos por el suelo. Muchos estaban deteriorados, pero algunos parecían legibles. Una página en particular captó su atención. Estaba llena de símbolos extraños y una serie de notas escritas en un lenguaje que no reconocía.

—Esto es interesante —dijo Elliot—. Tal vez estas notas puedan darnos alguna pista sobre la entidad o el propósito de este lugar.

Mientras tanto, en los niveles superiores, Lilith y Chloe estaban revisando antiguos archivos y libros de registro. La atmósfera era igual de tensa, con una sensación constante de que algo estaba a punto de suceder.

—¿Cómo vamos? —preguntó Lilith, buscando entre los documentos.

Chloe levantó la vista, mostrando una expresión pensativa.

—No estoy segura aún, pero estoy empezando a entender mejor el patrón de las apariciones. Parece que hay ciertos eventos que activan la presencia de la entidad.

Lilith asintió, mientras continuaban buscando más información. La conversación entre ellas se interrumpió cuando un estruendo fuerte resonó en el pasillo, seguido de un escalofriante grito que pareció venir del sótano.

—Eso no es bueno —dijo Lilith, mirando a Chloe con preocupación.

Ambas corrieron hacia el sótano, donde encontraron a Elliot y Damián en medio de una situación caótica. Los documentos estaban esparcidos por el suelo, y el ambiente estaba cargado de una energía inquietante.

—¿Qué pasó? —preguntó Chloe, mientras se acercaba.

Damián miró hacia arriba, su rostro mostrando una mezcla de confusión y alarma.

—Encontramos algo, pero algo se activó cuando abrimos esa puerta. No sé qué es, pero siento que algo está aquí con nosotros.

El aire se volvió aún más frío, y una presencia ominosa parecía llenar el cuarto. La luz de las linternas parpadeó y el suelo tembló levemente.

—¡Tenemos que salir de aquí! —exclamó Elliot, tratando de mantener la calma—. ¡No podemos quedarnos!

El grupo se apresuró a salir del sótano, dejando atrás los documentos y el cuarto oculto. Mientras subían las escaleras, el sentimiento de urgencia se apoderó de ellos. Sabían que habían desenterrado algo que no comprendían completamente, y que la entidad parecía estar más activa que nunca.

Una vez fuera de la biblioteca, se reunieron en un lugar más seguro. El grupo estaba exhausto pero decidido a continuar. Elliot, con el corazón acelerado, se volvió hacia sus amigos.

—Tenemos que encontrar una manera de entender lo que descubrimos y cómo enfrentarlo. No podemos dejar que esto nos detenga.

Damián, a su lado, asintió en acuerdo.

—Sí. Lo que sea que esté causando esto, debemos enfrentarlo juntos.

Chloe y Lilith intercambiaron miradas de determinación. La noche había traído más preguntas que respuestas, pero sabían que tenían que estar preparados para enfrentar lo que viniera.

El grupo se retiró a sus habitaciones, agotados pero decididos. La noche no había terminado, y el misterio aún estaba por resolverse. Con cada descubrimiento, la verdad parecía más cercana, pero también más aterradora. El camino por delante estaba lleno de incertidumbre, pero el grupo estaba listo para enfrentar los desafíos que les esperaban.

La noche avanzó rápidamente, y el grupo se encontró en sus respectivas habitaciones, cada uno lidiando con el peso de lo que habían descubierto. Elliot no pudo dejar de pensar en los documentos y en el misterioso cuarto que habían encontrado en la biblioteca. Los símbolos y las notas eran enigmáticos, y el silencio que siguió al estruendo resonaba en su mente.

A pesar del agotamiento, Elliot decidió revisar los documentos que había tomado del sótano. Se sentó en el borde de su cama, extendiendo los papeles sobre la mesa. La luz tenue de la lámpara le permitía ver con claridad, y cada símbolo parecía contar una historia que aún no comprendía completamente.

Las notas estaban llenas de referencias a un antiguo ritual, una ceremonia que aparentemente tenía el poder de invocar o apaciguar entidades. El lenguaje era arcano, y aunque algunos pasajes estaban ilegibles, una frase llamó su atención: "El equilibrio se rompe cuando la sombra toma forma."

Elliot frunció el ceño, sintiendo una creciente inquietud. ¿Qué significaba eso? ¿Cómo estaba relacionado con los eventos recientes? El enigma de la entidad y la biblioteca parecía cada vez más complejo.

Mientras tanto, en la habitación de Damián, él también estaba sumido en sus pensamientos. Había algo inquietante en la presencia que habían sentido en el sótano. La sensación de frío y la energía palpable no podían ser ignoradas. Se preguntaba si había algo más en los documentos que Elliot había encontrado, algo que él había pasado por alto.

Damián se levantó de la cama y se acercó a la ventana. Miró hacia el campus, que estaba envuelto en la oscuridad. El bosque cercano, con sus árboles altos y sombras interminables, parecía casi una extensión de la noche misma. Sabía que algo estaba ocurriendo, algo que superaba su comprensión. La entidad, los símbolos, el ritual... todo estaba conectado de alguna manera.

En el dormitorio de Lilith y Chloe, las dos amigas estaban igualmente preocupadas. Lilith revisaba sus notas y trataba de conectar los puntos, mientras Chloe se dedicaba a examinar los archivos antiguos que habían encontrado en la biblioteca. Había una energía en el aire, una sensación de que estaban al borde de descubrir algo significativo.

—¿Crees que lo que encontramos en el sótano tiene algo que ver con la entidad? —preguntó Lilith, su voz llena de preocupación.

Chloe asintió, su expresión pensativa.

—Es posible. Los patrones que he visto en los archivos sugieren que hay ciertos eventos que activan la presencia. Si lo que encontramos está relacionado con un antiguo ritual, podría ser una clave para entender cómo y por qué la entidad se manifiesta.

Lilith se quedó en silencio, contemplando la gravedad de la situación. Aunque estaba acostumbrada a la investigación y al misterio, esta vez sentía que estaban lidiando con algo más grande de lo que habían imaginado.

De vuelta en la habitación de Elliot, él decidió tomar una pausa y salir a dar una vuelta por el campus para despejar su mente. La noche estaba tranquila, pero había una sensación de expectación en el aire. Mientras caminaba, se encontró pensando en Blake, en cómo había sido una constante en su vida desde que apareciera. A pesar de las dificultades, su presencia había sido una fuente de consuelo y apoyo.

Elliot se detuvo cerca de un rincón del campus, un lugar tranquilo rodeado de árboles y sombras. Mientras contemplaba el paisaje, escuchó un suave crujido detrás de él. Se volvió, esperando ver algo o a alguien, pero solo encontró la oscuridad.

—No te preocupes, Elliot. Solo es la noche —se dijo a sí mismo, intentando calmar su inquietud.

Sin embargo, no pudo sacudirse la sensación de que algo estaba observándolo. Decidió regresar a su habitación, sintiendo que su paseo nocturno no había hecho mucho para aliviar su ansiedad.

Al llegar a su habitación, encontró a Damián esperándolo. Su rostro mostraba una expresión de preocupación, y Elliot pudo ver que no era el único que estaba inquieto.

—No he podido dormir —dijo Damián—. Hay algo que no me deja tranquilo. Es como si supiera que estamos cerca de algo, pero no puedo ponerle nombre.

Elliot asintió, compartiendo el sentimiento de su amigo.

—Lo siento, Damián. Siento que estamos al borde de algo grande, pero no sé cómo avanzar.

Damián se acercó a Elliot y le puso una mano en el hombro, mostrando una rara expresión de comprensión.

—No estamos solos en esto, Elliot. Lo enfrentaremos juntos, como siempre. Encontraremos las respuestas.

Elliot sonrió ligeramente, agradecido por el apoyo de Damián. Sabía que, a pesar de la oscuridad y el misterio que los rodeaba, no podía haber mejor compañía que la de sus amigos.

La noche avanzó y el grupo se preparó para enfrentar el nuevo día. Había un aire de determinación en el campus, una sensación de que el próximo paso en su investigación podría revelar verdades profundas y ocultas. Con cada nuevo descubrimiento, la sombra de la entidad se hacía más tangible, y la búsqueda de respuestas se volvía más urgente.

El capítulo 20 terminó con una mezcla de esperanza y

Elliot, Damián, Lilith y Chloe se reunieron al día siguiente en la biblioteca, decididos a enfrentar los enigmas que les había presentado la noche anterior. La luz del día brindaba un contraste bienvenido a la oscuridad que habían experimentado, y aunque el sol estaba alto en el cielo, una sensación de urgencia persistía en el aire.

Chloe estaba revisando los archivos antiguos, buscando cualquier mención de rituales y símbolos similares a los que habían encontrado. Lilith estaba a su lado, ayudando a organizar los documentos y hacer conexiones entre las notas. Mientras tanto, Elliot y Damián exploraban los mapas antiguos del campus, intentando encontrar alguna pista que pudiera ayudar a resolver el misterio.

—Miren esto —dijo Chloe, levantando un viejo pergamino con un símbolo familiar—. Este símbolo es el mismo que el que vimos en el sótano. En el archivo se menciona algo sobre un "Círculo de Protección". Parece que se utilizaba en rituales para mantener a las entidades a raya.

—¿Un círculo de protección? —preguntó Lilith—. ¿Eso significa que alguien intentó protegerse de algo?

Chloe asintió, examinando el pergamino más de cerca.

—Exactamente. Parece que el círculo estaba diseñado para bloquear la entrada de entidades no deseadas, pero también podría haber sido utilizado para sellar algo dentro. Si el ritual se realizó de manera incorrecta, podría haber causado un desequilibrio.

Elliot se acercó, mirando el símbolo con interés.

—¿Y qué pasa si el ritual fue alterado o interrumpido? ¿Podría eso explicar por qué la entidad está actuando de manera tan errática?

Chloe frunció el ceño, asintiendo lentamente.

—Es una posibilidad. Si el equilibrio fue roto, la entidad podría estar buscando una manera de restaurarlo, lo que explicaría sus recientes apariciones. Pero necesitamos más información para estar seguros.

Damián, que había estado en silencio, observó el mapa con una expresión pensativa.

—Estos mapas muestran que hay varias estructuras subterráneas debajo del campus. ¿Y si el círculo de protección estaba relacionado con una de estas estructuras? Podría ser que lo que estamos buscando esté escondido allí.

Lilith miró a Damián con curiosidad.

—¿Cómo sabes tanto sobre esto? ¿Has investigado antes sobre el campus?

Damián encogió los hombros, tratando de esconder su incomodidad.

—Solo he visto los mapas antes. Me parece que hay algo más, algo que no hemos descubierto aún.

Con un nuevo sentido de dirección, el grupo decidió dividirse para investigar las diferentes áreas subterráneas mencionadas en los mapas. Elliot y Damián se dirigieron a un antiguo edificio al borde del campus, conocido por su estructura laberíntica. Lilith y Chloe se quedaron en la biblioteca para seguir investigando los archivos y preparar cualquier equipo que pudieran necesitar.

Elliot y Damián se movieron por el edificio en silencio, sus pasos resonando en los pasillos vacíos. La atmósfera era densa, cargada con el polvo de años de abandono. A medida que avanzaban, encontraron una trampilla en el suelo, parcialmente oculta por escombros y telarañas.

—¿Crees que esto podría llevar a lo que estamos buscando? —preguntó Elliot, mirando a Damián.

Damián asintió, su expresión seria. Usaron una palanca para abrir la trampilla, revelando una escalera que descendía a la oscuridad.

—Vamos —dijo Damián—. No hay vuelta atrás.

Bajaron por la escalera con cautela, y al llegar al fondo, encontraron una sala amplia y fría. Las paredes estaban cubiertas de runas y símbolos, y en el centro había un altar desgastado. Elliot se acercó al altar, notando que las runas en las paredes parecían coincidir con algunas de las que habían visto en los documentos.

—Esto es increíble —murmuró Elliot—. Es como si hubiéramos encontrado el lugar donde se realizó el ritual.

Damián inspeccionó el altar, observando las marcas en su superficie.

—Sí, pero parece que algo ha sido removido. Las runas están desgastadas, como si alguien hubiera intentado borrar o cambiar algo.

Elliot frunció el ceño, su mente trabajando a toda velocidad.

—¿Y si la entidad que hemos visto es el resultado de un intento fallido de restaurar el equilibrio? Tal vez alguien intentó realizar un ritual para corregir el desequilibrio y terminó liberando a la entidad en lugar de sellarla.

Damián asintió, su rostro iluminado por una comprensión repentina.

—Eso podría explicar por qué la entidad ha sido tan agresiva. Está buscando desesperadamente restaurar el equilibrio, y cualquier cosa que pueda interferir con eso la hará más peligrosa.

El grupo se reunió nuevamente más tarde en la biblioteca, llevando consigo sus hallazgos. Chloe y Lilith estaban ansiosas por escuchar lo que habían descubierto.

—Encontramos una sala subterránea —les explicó Elliot—. Hay un altar y runas en las paredes. Creemos que lo que vimos en el sótano podría estar relacionado con un ritual que salió mal.

Chloe frunció el ceño, su expresión preocupada.

—Eso encaja con lo que encontré en los archivos. Hay registros de rituales que se realizaron en el pasado, pero algunos de ellos parecen haber tenido consecuencias desastrosas.

Lilith miró a los demás, sintiendo una mezcla de preocupación y determinación.

—Entonces, ¿qué hacemos ahora? ¿Cómo podemos resolver esto?

Elliot se pasó una mano por el cabello, considerando la situación.

—Creo que necesitamos encontrar más información sobre el ritual y cómo se puede revertir el desequilibrio. Si podemos encontrar una manera de completar o corregir el ritual, podríamos tener una oportunidad de poner fin a la amenaza de la entidad.

Damián asintió, su expresión decidida.

—Estamos más cerca de entender lo que está pasando. Solo necesitamos seguir investigando y ser cuidadosos.

La noche cayó sobre el campus mientras el grupo se preparaba para el siguiente paso en su búsqueda. La sensación de inminente revelación estaba en el aire, y aunque los secretos de la sombra aún estaban por descubrirse, el grupo estaba más unido y decidido que nunca. Con cada paso que daban, se acercaban a desentrañar la verdad y a enfrentar lo que les esperaba en la oscuridad.