Jazmín La Amante Del CEO

Después de cenar con mis padres, nos vamos a la sala, me sirvo un trago de whisky y comenzamos a platicar, mis días aquí se han extendido un poco, me estoy haciendo cargo de algunas cosas de la empresa, pero lo mejor es estar allá, papá tiene una secretaria muy eficiente y por ahora no es urgente mi presencia en la compañía, al parecer mi padre dejó mucho trabajo adelantado, en un par de meses lanzaremos un nuevo perfume y eso si será algo agotador. Voy a disfrutar un poco mi estadía en este lugar y disfrutar de otra cosita que tiene nombre de florecita.

En cuanto a mi adorable esposa, es casi nula la comunicación, solo sé que no está en la mansión, sino en casa de sus padres.

_ ya tienen el nombre de la nueva fragancia?

_ no hijo, eso queremos dejártelo a ti.

_ apenas llegue a París, me pongo en eso. De pronto escuchamos unos gritos de ayuda y claro que conozco esa voz, pero está vez se le escucha muy alterada, mis padres se ponen en alerta y yo voy a abrir la puerta, me toma las manos veo sus lágrimas y me pide ayuda, me dio una sensación muy extraña en el pecho al verla así, tan vulnerable.

Rápidamente, voy por las llaves, y en poco tiempo ya estamos llegando al hospital, su madre y hermana no se separan, ella la veo tragarse sus lágrimas y hacerse la fuerte, recibo una llamada de la innombrable de mi esposa, y voy a contestar, cuando regreso escucho todo lo que el doctor dice y claro, ellas no tienen como pagar todo eso y si lo hubiera llevado a un hospital público quizás la historia fuese otra. Me hago responsable de pagar, así que voy a la caja y pago.

A lo lejos veo que las tres están sin abrigos y el lugar se siente muy frío, así que voy por algo de café para ellas.

_ creo que deben ir a casa, dejan un número de teléfono por alguna urgencia,yo creo que ya es todo por hoy. Les digo y les entrego el café.

_ usted cree que... Pregunta la señora,

_ si, yo dejaré mi número y el de la hacienda, usted deja el suyo, así cualquiera cosa tendrán donde contactarlas, mañana temprano vienen a ver cómo va, no es cómodo este lugar, ya los médicos se va a encargar, la enfermera que está en la sala, me dijo que está dormido, tengamos fe que todo va a salir bien, no deben desgastar sus fuerzas, ahora es que la van a necesitar.

 Ellas asienten, dejamos los números y salimos de la clínica, ya pasada la media noche.

_ Gracias señor René. Me dice la jovencita, y yo solo asiento,

_ le vamos a pagar cada centavo, gracias por todo. Me dice la señora, se baja y entra a la casa.

_ que tengo que hacer. Me dice ella con sus ojos algo triste, pero se nota que me está hablando en serio y que está dispuesta a lo que sea por su padre. No quiero perturbarla con nada, por ahora, tampoco es que sea un monstruo, sé que se siente tener a un papá en el hospital, ya pase eso y es algo que no le deseo a nadie y menos a esa diablilla, con cara de ángel y genio de avispa.

_ después hablamos, ve y descansa.

_ sé que me vas a pedir algo a cambio.

_ shhhh, tranquila y ve a descansar. Solo recuerda una cosa, el que manda y da órdenes soy yo y tú solo vas a obedecerme. ¿Estamos? Y es como que la activo en automático, a la niña

_ sí. Es lo que me dice, pero sin mirarme a la cara.

_ así me gusta. Veo que se baja, y entra a su casa, sí que a veces me porto como un desgraciado, pero esta niña, la quiero para mí, unos días nada más, solo eso, además, me voy a cobrar cada grosería que me hizo.

Voy a casa, pero muy temprano mi madre está tocando mi puerta.

_ Buenos días, madre

_ que tal hijo, cómo estuvo eso anoche.

_ pues nada fácil, deben hacerle quimioterapia, las traje a su casa y me imagino que ya estarán de regreso a la clínica.

_ y Jazmín,? Cómo la vez?

_ está fuerte, pero claro que todo se lo guarda.

Mi madre asiente y sale de mi habitación, yo bajo y entro al despacho, quiero hacer unas cosas temprano para tener la tarde libre. Aviso que solo me lleven café.

Después de un rato tocan a la puerta, y entran, yo sigo con la mirada en unos papeles, pero ese olor es inconfundible, así que levanto la mirada y allí está ella con cara de que no durmió muy bien.

_ Buenos días.

_ buen día, tu madre ya se fue?

_ si, muy temprano salió con mi hermana, yo le pido que me dé permiso para ir a mediodía a ver a mi papá. Maldición, verla así tan vulnerable, me provoca abrazarla, pero no, por ahora la dejaré tranquila porque sé que está en un momento difícil, pero no sé me olvida que me las debe y de gratis.

_ yo te llevaré, una de las camionetas, está disponible para tu madre y hermana. Ya envié a uno de los muchachos a qué este pendiente de ellas.

_ gracias, ahora me retiro, debo hacer mi trabajo rápido, para poder salir a tiempo.

_ tranquila, no tienes por qué apresurarte.

_ hoy si me va a decir que tengo que hacer para pagar esa deuda.

_ No, hoy no, hoy concéntrate en tu padre, pero si quiero que tengas presente que apenas él se encuentre bien, vas a comenzar a pagarme. Ella asiente y sale del despacho, me he imaginado a esa niña en todas las posiciones. Me gusta así calmada y obediente, pero me enloquece verla llevándome la contraria, así la domo a mi manera, si, a veces puedo ser algo digamos que diferente, pero me gusta y sé que cuando la tenga a ella también le va a gustar que yo sea así.