El Vaivén De La Vida

Ya habían pasado un par de horas y nadie decía nada de lo que sucedía.

Katri, Romy y Gero estaban hechos una bola de nervios en la sala de espera del hospital. Ella no daba más, de a ratos lloraba, por otros se calmaba. Se acomodaba en la silla. No sabía bien que hacer. Mientras que su prima trataba de calmarla, pero la realidad que tanto Romy como Gero, también no podían más con los nervios. La realidad era que para ellos, Osvaldo era como un padre.

-¿Llamaste a mamá?- pregunto Romy.

-Si.- respondió Gero -Esta muy nerviosa, quería venir, pero le dije que así no maneje, le avisamos lo que...- y katri lo miro con los ojos llorosos

Luego puso sus manos en la cabeza.

Al fin salió uno de los médicos y todos se acercaron.

-Bueno, por ahora está estable, está en terapia intensiva. Aspiró mucho humo y tóxico. Tiene quemada una parte de las vías respiratorias.- les informo el médico.

-¿Lo podemos ver?- pregunto Romy.

-Entiendo lo que sienten así que dejaremos entrar a solo uno, estamos complicados con este suceso.- respondió el profesional de la salud.

Así que no estaba a discusión. Entraría katri, ayudada por su andador.

Entro a una habitación en donde había muchas camas, algunas con pacientes de este "Accidente" en el salón. No sabía si llamarlo así. La verdad, no sabía muy bien que pasó.

Se dirigió directo a la cama de su papá y le tomo la mano resistiéndose a llorar, porque tenía la loca teoría que si ella lloraba él lo podría sentir y podría empeorar... ¿Empeorar?... ¿Cómo podría estar peor de lo que se encontraba ahora?

Miro todo lo que lo rodeaba a su papá, tantas máquinas, cables y aparatos. La realidad es que había imaginado muchas veces una situación así, pero creyó que sería por su problema cardíaco.

Se acercó al oído de su "papi" y le susurro.

-Vamos papi, te necesito...-

Una enfermera se acercó despacio y le hablo bajo.

-Lo lamento mucho, pero...-

-Si, sí. Lo entiendo.- respondió. Beso la frente de su padre con ternura y se fue.

Katrina quería pasar la noche en el hospital, pero después de tanto tratar, sus primos lograron convencerla de que lo mejor era descansar y dormir en su casa, para poder estar temprano presente en el hospital, aunque solo pueda entrar a verlo dos veces al día, un rato en la mañana y otro en la tarde.

A la mañana siguiente, bien temprano, ya estaba ahí, está vez había ido con Romy y su tía, Elvira.

La idea de regresar a su casa era poder descansar, pero para katri había sido imposible, no pego un ojo ni en toda la noche.

Lo buena noticia es que su padre no había empeorado, la mala... Era que no había mejorado tampoco.

Las dejaron pasar a verlo al rededor de las 10 AM. El doctor daría el parte médico más o menos al medio día, así que quiso quedarse... En realidad, deseaba quedarse todo el día para verlo en la tarde también.

-Tía, si te tenés que ir, no hay problema.- le dijo a Elvira mientras esperaban.

-No, hija. Quiero saber cómo sigue mí hermano y después me voy...- respondió la mujer -Y pensar que yo también iba a ir...- continuo entre sollozos.

Romy la miro fijo y luego a katri.

-Mamá, por favor cálmate.- le dijo en lo bajo.

Romina cuidaba a su prima y la conocía bien. Sabía que trataba de ser fuerte, pero si veía a su madre decaer, posiblemente ella también lo haría.

Katrina miro por la ventana tratando de concentrarse, pero hubo algo que le llamo la atención de un auto que acababa de llegar... ¿Ese era Valentino?, se pregunto.

¡Si, era! Lo siguió con la mirada hasta que entró al edificio... ¿Estaría allí por ella?.

Katri no creía en las casualidades, le parecían muy ilógicas, pero... tal vez fue a ver a otra persona. Hasta que lo vio caminar por el pasillo hacia ella.

Cuando la tuvo en frente la abrazo.

-¿cómo estás?- dijo bajo, luego vio a Romy y a Elvira y las saludo.

-Yo.. Bueno... ¿Que haces acá?- pregunto.

-Me enteré y te quise dejar mí apoyo... ¿Que dijo el doctor?- respondió Valentino.

-Bueno, lo vimos igual, pero ahora nos darán el parte médico...- estaba diciendo, cuando se abrió una puerta y los llamaron.

El médico no dijo nada nuevo, que estaba estable, no había ninguna novedad, y que esperaban a las próximas horas para ver cómo evolucionaba. Era una situación que se podría agravar de un momento a otro por su padecimiento cardiológico.

Cuando salieron, Valentino seguía ahí, esperando. Algo que le llamo sumamente la atención. Su tía comenzó a llorar desconsoladamente.

-¿Querés ir y a la tarde volvemos?- pregunto.

-No, yo me quedo.- respondió.

-katri...- dijo Romy, pero suspiro -Yo tengo que llevar a mamá, voy a llamar a mí cuñada para no dejarla sola.-

katrina asintió con la cabeza.

-Pero la dejo y regreso.- Aclaro Romy.

-No te preocupes. Yo me quedo.- tercio Valentino -Podemos tomar un café ahí, en ese bar del hospital. Se ve claro por la ventana si sale el médico.-

Romina lo miro con un poco de desagrado y luego otra vez a su prima, como katri asintió, a ella no le quedó otro remedio que aceptar también.

Un rato más tarde estaban en la cafetería. Sentados esperando su café. Katrina veía el último mensaje que le había enviado a Maxi, el cual tampoco había respondido.

"Mi amor, ¿En dónde estás? Paso una desgracia y te necesito..."

-No sabes cómo lamento esto, sabe lo que apreciaba a tu papá...- comento Valentino.

-Aprecias, mí papá sigue vivo...- dijo ella con un mal semblante, natural por la situación.

-Si, pero quise decir de cuando estábamos juntos...- respondió él, pero Katrina se quedó mirando fijo el salero sobre la mesa -Quise enviarte flores en tu cumpleaños, pero no sabía si querrías...- continuo.

-Paso hace como 3 meses mí cumpleaños...- dijo katri con una sonrisa.

-Si, bueno... Soy lento para todo.- río Valentino -No tendría que decirlo en este momento, pero estás hermosa.-

Katrina comenzó a reír.

-Con estas ojeras lo dudo...-

-Quiero decir en general, estás cómo.. radiante... A pesar del momento en el que estás pasando.- continuo -Como me arrepiento de todo lo que hice.-

Katrina lo miro con el ceño fruncido. ¿De verdad estaba diciendo lo que creía? No supo qué responder.

-Estoy siendo sincero, jamás tendríamos que habernos separado...- agrego Valentino.

-No.- intercedió ella, no podía creer que esté pasando por esto, en este momento -Primero: yo no quiero volver con vos, segundo estás con tu mujer, la madre de tus hijos.-

-Y el error que cometí es tremendo ¿Cómo pude confundirme así? Si me das otra oportunidad...-

-No...- respondió rápido ella.

-Pero... ¿O hay otro?-

-A eso no te lo voy a responder y ya me voy...- respondió ella enojada parándose rápido, algo que a él le impresionó -Realmente no tengo tiempo para esto...-

-No, espera...- dijo él tomándola de la mano -Si, acabo de hacer una estupidez... perdón... Sentate.-

-valentino...- lo nombró ella dudando.

-De verdad, quiero hablarte de otro tema... seré el abogado de las víctimas del accidente y quiero hablarte de esto.- explico Valentino.

Katrina dudo por un segundo, pero despacio se volvió a sentar.