los invito a leer la continuación de la primera parte de esta gran historia, le aseguro que la pasión, el amor y la lujuria están conectados en cada capítulo
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Capítulo 11 Un milagro
La levanto y la llevo al sillón, la recuesto con cuidado y antes de pedir ayuda acaricio su hermoso cabello, me acerco a su rostro quedando a tan solo milímetros de ella, puedo sentir su embriagante olor, me alejo al sentir pasos acercándose
- ¿Qué sucedió? – pregunta María acercándose para tomar al pequeño en sus brazos pues estaba a punto de comenzar a llorar
- Solo se sorprendió de ver a su tío muerto – respondo con indiferencia
- Traeré algo para despertarla – dice María
- ¿en realidad fue eso lo que sucedió? – pregunta Elena con atisbo de celos en su voz
- Así es – asiento sin levantarme del lado de Samanta y en ese instante ella comienza a despertar, abre sus ojos y me observa estupefacta, con miedo y podría jurar que con un poco de amor
- Alex ¿Cómo es posible que estés vivo? ¿otra vez estoy loca? Si es un sueño, no quiero despertar – dice Samanta levantándose como rayo y lanzándose a mis brazos – te extrañe tanto, esto es un milagro – continua con su euforia y llanto, en ese instante se acerca para darme un beso y yo la tomo de sus brazos y la aparto de mí, la observo con fastidio y ella lo nota, pero parece no importarle porque está pegada como pulpo a mi
- Umm, umm, hola Samanta – carraspea y saluda Elena, en ese instante la mirada de Samanta se posa sobre ella
- No entiendo – dice Samanta, debo estar volviéndome loca de seguro
- Samanta has despertado, mira toma esto – dice María que acaba de llegar con algo en su mano
- Mami – le saluda el niño y ella posa su mirada alternada entre su hijo y yo
- Si esto es real y no estoy soñando, necesito que hablemos, por favor Alex – me dice ella suplicante
- Alex por favor – habla Elena con una mirada juzgadora
- Vamos al estudio – le digo a samanta
- ¡Alex! – exclama molesta Elena
- No te preocupes – le calmo y Elena me mira decepcionada
- ¡Vamos! – le digo a samanta mientras me levanto y la dejo en el sillón, esperando que me siga, entro al estudio de papa y me paro a un costado de su escritorio, ella entra y cierra la puerta, sus ojos esta llorosos
- ¿Alex, como es que estés vivo? – me pregunta
- ¿me prefieres muerto? – le pregunto con indiferencia de su respuesta
- ¡No jamás! tú no sabes todo por lo que tuve que pasar – me dice ella llorando
- Tampoco me importa saber Samanta Jones – le hablo con altanería
- Alex, te extrañe tanto – me dice acercándose para abrazarme, cosa que logró esquivar, pero ella parece como loca y no le importa mi arrogancia, sigue hablando e ignorando mi actitud
- Quiero que te mantengas apartada de mi – le digo soltándome de su agarre y empujándola sin mucha fuerza, podre despreciarla pero jamás utilizaría la fuerza con una mujer
- Alex yo te amo, me destrozo saber que habías muer… – no la dejo terminar y la silencio
- ¡no me interesa Samanta! – grito molesto de su insistencia
- Alex tu y yo tenemos un hij… – insiste y vuelvo a callarla
- Elena es mi esposa y ambos tenemos una hija, espero entiendas y respetes eso – vocifero esperando que ella se calle
- ¿casado…, una hija…? ¿Cómo? – pregunta ella
- ¿quieres que te explique cómo se hacen los bebes? Ja, no seas tonta – le respondo con sarcasmo y un aire se superioridad
- Pero es que no entiendo nada, por favor explícame, todo esto es una jodida mierd@ - grita ella
- Y no eres nadie para saberlo, yo no le debo explicaciones a nadie y menos a ti – le hablo con enfado
- No me importa si estas enfadado conmigo o con el mundo, pero yo estoy feliz de verte de nuevo, no sabes cuánto rogué porque ocurriese un milagro como este, no sé qué ha pasado en estos años, si has cambiado o no, pero hoy soy la mujer más feliz del mundo – dice Samanta con llanto en sus ojos que por poco me convencen
- Si estas feliz o no, no es mi asunto ahora puedes retirarte, ya hablamos lo que teníamos que hablar – ordeno dándole la espalda y esperando que se fuera
- ¿eres feliz? – pregunta ella
- Somos muy felices, nos amamos además tenemos una hermosa bebe, ¿alguna otra pregunta? – escucho la voz de Elena en mi espalda dándole respuesta a la pregunta de Samanta, volteo instintivamente mientras Elena se acerca para abrazarme y no la rechazo
- Estoy feliz por ti Alex, de corazón me alegro que estés bien, solo quiero que sepas que ese día si iba a dejar todo por ti, pero cuando por fin tome mi decisión ya era tarde y todo se volvió un caos – dice samanta con llanto en sus ojos
- Fue lo mejor, porque él y yo ya estábamos juntos – le dice Elena y yo solo me quedo callado
- No, no fue lo mejor, ese día murió una parte de mí que hoy acaba de renacer – habla Samanta
- ¡Cállate!- vocifera Elena furiosa
- Samanta jones, lo nuestro fue la aberración más grande que pueda existir en el mundo, hoy ese pasado es una historia olvidada y enterrada, tengo una familia que amo y tú solo eres mi sobrina, espero que eso te quede bien claro – declaro con firmeza y obviamente falsedad en mis palabras
- Está bien, lo entiendo – responde ella con sus ojos llorosos y se retira
- Alex por favor no vuelvas a caer en sus manipulaciones – me dice Elena con sus ojos cristalizados
- Se lo que debo hacer, no necesito que nadie me diga cómo debo actuar – le digo molesto y retirándome del estudio
