El Legado De La Villana

***

Los días transcurrieron y finalmente llegó el tan esperado momento de la ceremonia.

Un evento que ha capturado la atención de todo el país, siendo transmitido en vivo para que todos puedan ser testigos de este inolvidable momento.

La música llena el aire.

Deslumbrante y elegante, avanza con gracia hacia el altar, acompañada del tierno brazo de su abuelo materno.

Su presencia irradia una belleza incomparable.

Los rostros de los invitados reflejan admiración, envidia y emoción, brillando con la expectación de presenciar esta unión tan esperada.

Cada detalle de la boda ha sido meticulosamente planificado, sin escatimar en gastos, mostrando la opulencia y el lujo que rodea el evento.

En el altar, Alexander espera a su amada con una mirada rebosante de ternura, emocionado por el momento en que unirá su vida a la de Casey.

Sus ojos brillan con emoción y gratitud al verla acercarse, sabiendo que están a punto de embarcarse en una nueva etapa juntos.

la ceremonia transcurre con elegancia y solemnidad, cada detalle cuidadosamente orquestado para crear un ambiente mágico y romántico.

...

En el altar, el sacerdote, con voz solemne y cálida, dirige sus palabras hacia Alexander y Casey, sellando así el compromiso eterno entre los enamorados.

Alexander con los ojos brillantes, toma la mano de su amada con ternura.

"Casey desde el primer momento en que te conocí, supe que eras mi destino. Prometo amarte, respetarte y apoyarte en todos los momentos de nuestras vidas. Eres mi amor, mi luz, mi fuerza"

"Prometo respetarte, amarte y cuidarte en todos los días que nos esperan"

Susurró suavemente.

Los invitados vestidos con sus mejores atuendos, observan con admiración y respeto el intercambio de votos y anillos, siendo testigos de un amor que trasciende fronteras y desafía las adversidades.

Al concluir la ceremonia, los recién casados son recibidos con una lluvia de pétalos de flores y aplausos, marcando el inicio de una nueva vida juntos.

La celebración continúa con un exquisito banquete y una fiesta llena de alegría y baile.

La boda se convierte en un evento legendario, que será recordado por su esplendor y elegancia, uniendo a dos almas destinadas a estar juntas que perdurará para siempre.

...

Llega el momento del brindis para honrar la unión de los recién casados.

El padre de Casey, con una copa en alto, dirige unas palabras llenas de amor y buenos deseos.

"Que su amor sea eterno y su camino esté lleno de bendiciones. Que su unión sea fuerte y duradera, y que juntos construyan un futuro lleno de amor y felicidad. ¡POR ALEXANDER Y CASEY!"

Todos levantan sus copas, brindando por la felicidad y el amor de los recién casados, llenando el ambiente con risas y aplausos.

Sin embargo, la alegría y la celebración se ven abruptamente interrumpidas por un suceso inesperado y aterrador.

Casi toda la familia paterna de Casey comienza a mostrar signos de malestar, con rostros pálidos y los ojos horrorizados.

En cuestión de segundos, algunos se desploman en las mesas, mientras que otros caen al suelo, todos mostrando síntomas alarmantes.

Los gritos confusos, de horror y pánico llenan el lugar, creando una atmósfera caótica.

El caos y la confusión se apoderan de la celebración, con los invitados gritando y corriendo en busca de ayuda.

Los rostros de los presentes reflejan el pánico y la desesperación ante la repentina tragedia que ha golpeado la boda.

La urgencia y la angustia se hacen presentes, los espectadores se ven sobrecogidos por la aterradora escena que se desarrolla ante sus ojos.

Algunos buscan desesperadamente una explicación de lo que está sucediendo y otros tratan de brindar ayuda a los afectados.

Las voces asustadas resuenan en el salón.

"¡Llamen a una ambulancia!"

"¡AYUDA, POR FAVOR!"

"¡¿Qué demonios está sucediendo?!"

En medio del caos, Casey se desploma en el suelo, mostrando signos de malestar y debilidad.

Un gorgoteo angustiante se escucha mientras vomita sangre oscura, manchando su hermoso vestido blanco y convirtiéndola en una novia trágica.

Alexander, con los ojos llenos de terror y angustia, corre hacia su esposa y la levanta en sus brazos con desesperación.

Al presenciar como su amada vomitaba sangre y sintiendo como su cuerpo parecía un témpano de hielo, un frío helado recorre su espalda, paralizando su respiración.

Su corazón late con fuerza en su pecho mientras sostiene a su amada, sintiendo el peso de la tragedia que ha golpeado su día de celebración.

El silencio cae sobre la multitud, con miradas de horror y conmoción dirigidas hacia la pareja recién casada.

La escena es desgarradora y surrealista, con el amor y la alegría de la boda transformados en miedo y desesperación en un instante.

El día más feliz de su vida se convirtió en una cruel pesadilla.

En medio del caos y la incertidumbre, Alexander sostiene a Casey con firmeza, buscando desesperadamente ayuda.

"¡Por favor, quédate conmigo!"

Exclama con voz temblorosa y desgarrada, rogando por la vida de su esposa.

Casey levanta débilmente la mirada, con los ojos llenos de amor.

Con una mano temblorosa y fría, acaricia el rostro de Alexander, dejándole una huella de sangre.

El sistema le advierte que termine la misión debido al peligro inminente que enfrenta su vida.

Sin embargo, Casey le responde que aún no es el momento, ya que desea completarlo apropiadamente.

...

Las lágrimas brotan sin control de mis ojos, y mi corazón se rompe en mil pedazos al ver a la persona que más amo sufrir de esa manera sin poder ayudarla.

Me siento tan patético.

...

Su mente es un caos, pero su corazón late con determinación, dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo por el bien de su amada.

Prometiéndole en silencio que hará todo lo posible por mantenerla a salvo.

En medio del ruido, Casey busca fuerzas para compartir una verdad que pesa.

"Cariño, mi muerte es inevitable"

Susurra con voz débil pero llena de resignación.

La revelación lo golpea como un rayo.

A pesar de la gravedad de su situación, Casey sonríe entre dientes, mostrando su mejor sonrisa.

"En estos pocos días que estuvimos juntos, fui feliz. Siempre te llevaré en mi corazón"

Alexander le responde con voz entrecortada.

"No te esfuerces mi amor, te llevaré al médico, todo saldrá bien"

Con cuidado y ternura, camina con Casey en brazos, llevándola hacia el auto con la determinación de buscar ayuda.

En medio del silencio tenso que envuelve el interior del auto, Casey susurra con dificultad.

"T-te... amo... d-emasiado"

Mientras se recuesta en el asiento, siente cómo la vida se escapa lentamente de su cuerpo.

Sus piernas se van congelando, perdiendo su movilidad, y sus sentidos comienzan a apagarse, sumiéndola en una oscuridad creciente que la separa del mundo que la rodea.

A pesar de su deterioro físico, decide guardar en silencio el avance de su condición.

...

En ese momento crítico, el pequeño sistema, en un arranque de enojo y preocupación, le reclama, instándola a abandonar este mundo de sufrimiento y dolor.

Casey le confiesa mentalmente que ha tomado medidas para protegerse a sí misma.

Revelándole que desde el principio se había inyectado una sustancia que inhibe la transmisión de señales de dolor en su sistema nervioso.

Su mirada temerosa se encuentra con la mirada interrogatoria del pequeño sistema.

[ ¿Por qué casi toda la familia paterna de la villana está agonizando? Te ves fatal ]

Se encontraba en un dilema, no sabía que decir.

Con la mirada baja y la voz temblorosa, se prepara mentalmente para responder, consciente de la consecuencia que su revelación podría causar.

Confiesa mentalmente que puso veneno en las copas de sus familiares, y luego los hipnotizó para que no hicieran ruido.

También explica que ha sobrecargado su cuerpo al hipnotizar a múltiples personas simultáneamente, por esa razón está en un estado tan crítico.

Tras la impactante confesión, el pequeño sistema se queda en silencio.

Atónito, luchando por encontrar las palabras adecuadas.

Después de unos minutos de silencio.

[ ¡¿Cómo pudiste hacer algo así?! Si algo te llegara a suceder yo moriría ]

Reclamó enojado, su voz llena de incredulidad y horror.

Esa revelación ha sacudido los cimientos mismos de la confianza y la comprensión que tenía sobre su anfitriona, dejándolo en un estado de confusión y desasosiego.

Casey lo observa con una expresión similar a la de un niño pequeño que no comprende por qué sus acciones son cuestionadas.

¿Qué hice mal? Eran malas personas y debían morir.

Responde Casey con un tono de raciocinio infantil, mostrando una lógica simplista y directa en su razonamiento.

La justificación de sus acciones refleja una visión del mundo distorsionada, donde la venganza se presenta como una respuesta justa ante lo que ella percibe como maldad.

El pequeño sistema suspira resignado.

Decidiendo poner fin a la conversación, se queda en silencio.

...

Regresa a la realidad, y observa borrosamente las gotas de sudor que recorren el rostro de su esposo mientras conduce.

Un impulso de ternura la embarga al querer secar el sudor de su esposo, pero al intentar mover sus manos, se da cuenta con tristeza y desánimo de que ya no puede moverlas.

Un suspiro escapa de sus labios, cargado de resignación y pesar, sintiendo la cruda realidad que la envuelve y la limita.

Alexander se voltea a verla por un momento, luego su mirada se mantiene fija en el volante.

"Tú eres mi propósito en esta vida, no permitiré que mueras... encontraré una solución"

Después de pronunciar esas palabras, sus manos aprietan el volante con fuerza creando fricción.

...

Pasaron los minutos y llegaron al hospital.

Alexander carga a su esposa como una princesa, llevándola con urgencia hacia la ayuda médica que tanto necesita.

En medio de la prisa, Casey solo puede ver borrosamente su alrededor.

Con cuidado, Alexander la recuesta en la camilla y se dirige hacia el médico en busca de claridad sobre la condición de su amada.

...

Transcurrió el tiempo, el doctor con el rostro sombrío niega con la cabeza. Seguido de explicaciones y malas noticias.

Incapaz de procesar la devastadora noticia.

En un arrebato de frustración, golpea la pared haciendo que sus manos se desgarren.

Lucha por aceptar la cruel realidad.

Casey llama débilmente a Alexander, quien se acerca a ella triste.

Con angustia y desesperación, se encuentra con una visión impactante, su amada esposa yace inmóvil, como una estatua, su piel parece casi translúcida.

"Mi vida se está desvaneciendo, te amo mucho. Por favor, vive por mí"

Susurra débilmente.

El dolor lo abruma, y se desploma junto a la cama, tomando la mano fría de su amada entre las suyas.

"Mi amor, no puedo imaginar una vida sin ti. No me dejes, por favor... Por favor. ¡QUÉDATE CONMIGO!"

Casey, ya inmóvil y silenciosa, escucha con calma el sufrimiento del protagonista.

Con su visión borrosa, solo pudo sentir un suave toque en sus labios, seguido de eso exhala su último aliento.

"No me dejes"

Un susurro tembloroso escapó de los labios de Alexander, cargado de anhelo y súplica.

Al presenciar la partida de su amada sintió como si su alma se desgarrara de su ser.

El amor y la esperanza que una vez brillaron en sus ojos ahora se desvanecen, dejando un vacío profundo en su interior.

La impotencia lo consume, la sensación de haber perdido lo más preciado en su vida lo sumerge en un abismo de desesperanza.

Cada fibra de su ser clama por un milagro, por un giro del destino que devuelva a su amada a sus brazos.

Pero la realidad es cruel, llevándose consigo la luz y la alegría que una vez iluminaron su existencia.

"¡AHHHHH! ¡AHHHHH!"

Un grito primal y desgarrador, escapa de su garganta, resonando en la habitación como el lamento de una bestia herida.

En medio del estallido de dolor y desesperación de Alexander.

Casey flotando como un fantasma observa con tranquilidad la escena, como si estuviera viendo una película trágica.

En contraste con su esposo que se ve consumido por la angustia y el dolor, ella permanece en un estado de paz interior.

En silencio se comunica con su pequeño sistema, solicitándole que le entregue las recompensas que le corresponden.

Con una sonrisa astuta, acepta las recompensas que le son ofrecidas, sabiendo que su misión ha sido completada y que pronto partirá hacia otro mundo.

Pasaban los minutos y el mundo seguía igual, sin mostrar cambios de rebobinar.

¿Por qué no se rebobina?

[ ¿Por qué debería rebobinarse? ]

La incredulidad se refleja en sus ojos al escuchar las palabras del pequeño sistema, indicándole que el mundo no se reiniciará y que abandonarán este lugar para siempre.

¿Por qué? No me lo dijiste antes.

[ Cada acción tiene una reacción, además recuerda todas las respuestas que me dijiste en el pasado. ]

Sonó la mecánica voz del sistema, recordándole la complejidad de las decisiones que ha tomado y las consecuencias que han surgido de ellas.

La voz de Casey se eleva ligeramente, mostrando su alteración ante esta nueva verdad.

¡DEBERÍAS DE HABERME DICHO ESA INFORMACIÓN! Tal vez todo sería diferente.

[ Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido. No existe el "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra"

No, lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para que aprendas la lección. ]

El pequeño sistema, imperturbable ante la inquietud de su anfitriona, responde con calma.

Visiblemente molesta, se toca el cabello en un gesto de frustración.

Con expresión disgustada, Casey pregunta sobre la posibilidad de materializarse para que el protagonista pueda verla y oírla.

[ Materializarte por 40 segundos cuestan alrededor de 20 puntos. ]

Acepta la condición del pequeño sistema y se materializa.

...

"Mi amor"

Lo llama suavemente, transmitiendo calma y consuelo a su esposo.

Con ternura, lo abraza por detrás, envolviéndolo en un abrazo reconfortante y cariñoso.

Él al principio creyó que alucinaba, pero sintió la calidez de su amada y se dejó llevar.

...

"Gracias por todo cariño. Te debo tanto, te quiero pedir perdón, nuestros caminos se separan hoy, no tengas miedo"

Expresa con cariño y aliento, animando a su esposo a seguir adelante.

Los labios temblorosos de Alexander se abren y las lágrimas brotan de sus ojos sin control.

"Llévame contigo al más allá, no quiero quedarme solo... ¡QUIERO ESTAR CONTIGO!"

"SHHH... Cariño no te desanimes. Mi cuerpo mortal murió, pero siempre te cuidaré. Vive bien por favor"

Después de abrazarlo, Casey se coloca frente a él y acaricia su rostro, transmitiendo amor y paz en un gesto de despedida silenciosa.

Alexander motivado por las palabras de su amada, se acerca a abrazarla con fuerza, buscando retenerla.

"¿Puedo encontrarte algún día?"

"Tal vez"

Respondió con suavidad, dejando un rayo de esperanza en Alexander.

Con un intercambio breve, el cuerpo de Casey comienza a desvanecerse lentamente, haciéndose invisible ante los ojos de Alexander.

"Adiós, amor"

Casey susurra con ternura, y Alexander intenta retenerla en vano.

Alexander se queda parado en medio de la habitación.

Las lágrimas siguen surcando sus mejillas.

Desesperado, extiende su mano hacia el lugar donde Casey se desvaneció, como si pudiera alcanzarla, como si pudiera detenerla en su partida.

Se queda en silencio, permitiendo que el amor y el dolor se entrelacen en su ser, honrando los recuerdos que compartieron y llevando consigo el legado de su amada en cada latido de su corazón.

***

Pasaron varios meses.

Vemos a Alexander, observando el cuerpo inerte y translúcido de su amada dentro de un ataúd de hielo.

El frío preserva su belleza, como si el tiempo se hubiera detenido, el brillo gélido envuelve su figura.

Con pasos lentos, Alexander se acerca al ataúd, tocando suavemente el cristal.

Sus ojos reflejan una mezcla de tristeza y paz al contemplar a su amada.

Ella parece tan pacífica, como si estuviera dormida.

En silencio, se sumerge en sus pensamientos, recordando los momentos compartidos, los besos robados y las risas.

Cada recuerdo es un eco de su amor y una herida en su corazón, recordándole la pérdida irreparable que sufrió.

..."En el hielo yace tu cuerpo, preservada en quietud y pureza. En cada brillo gélido, en cada suspiro, tu esencia perdurará en un eterno sueño"...

Su palabras fluyen con melancolía y dulzura, honrando la memoria de su amada.

Luego, un suave golpe en la puerta lo interrumpe, y el resto de personas entra para rendir homenaje.

Con tristeza y cariño, cada uno coloca flores en el ataúd.

Alexander sale del lugar con pasos firmes, sumido en sus pensamientos.

Mientras él se aleja, Casey observa todo con curiosidad desde un lugar etéreo y distante.

[ Anfitriona, ¿cuándo nos iremos? ]

"Estoy lista para partir"

Con una expresión serena, se levanta, sacude su vestido con gracia, y se aleja lentamente con pasos ligeros como un hada revoloteando.

Fufu, adiós mundo~

Su figura se desvanece en la nada al entrar por una misteriosa puerta.

...