Emergiendo de la reencarnación, se encuentra Vivianne, una mujer morena cuya atracción y elegancia esconde la cicatriz de una traición profunda. Sus ojos, cautivadores y expresivos, reflejan la resolución ardiente de desentrañar la maraña de engaños que marcó su pasado.
Ataviada con la elegancia de una dama envenenada por el desengaño, trama su venganza con la gracia de una danza macabra. Cada movimiento suyo es un paso hacia la redención, mientras su atractiva presencia esconde el huracán de emociones en su interior.
En su búsqueda de justicia, el destino le tiende una paradoja: el surgimiento de una pasión desenfrenada entre ella y el mayor enemigo de su ex prometido. La intensidad del amor florece en el terreno fértil de una lucha desenfrenada, donde la línea entre adversarios se desvanece ante la atracción irrefrenable.
NovelToon tiene autorización de Perla Sofía García para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 20
Mis ojos se posaron en Lord Archibald, un hombre de porte imponente y elegancia natural. Su rostro, imperturbable como una máscara noble, parecía no revelar los secretos que pudiese albergar en su interior. Tomé asiento con gracia, mi mirada aún en él, intentando disimular la sorpresa que suscitó en mí su presencia.
Noté que la atmósfera estaba cargada de expectación. Isabelle y Serene, con expresiones serias, intercambiaron miradas significativas. En cambio, mis padres y hermanos, con sus gestos amables, daban la bienvenida a Lord Archibald como un distinguido visitante.
"Lord Archibald, es un placer verlo nuevamente en mi hogar. ¿A qué debo el honor de su visita?." pregunté, con una sonrisa sutil que buscaba transmitir calma y control.
El lord correspondió con una reverencia educada antes de responder, sus palabras resonando con la cadencia de la diplomacia.
Sus ojos, fijos en los míos, revelaban un secreto que aún no había salido a la luz. El silencio que siguió a sus palabras dejó una expectativa tensa en el aire.
"Mi lady, tengo un regalo muy costoso por parte de su prometido ." anunció con voz sosegada, extendiendo una pequeña caja de terciopelo que relucía bajo la luz de las lámparas.
Mis ojos centellearon con intriga. Aunque la noticia de un regalo no esperado de Luke me tomó por sorpresa, mantuve mi compostura ante la curiosidad de mi familia. La caja, delicadamente adornada, yacía en mis manos como un tesoro por descubrir.
"¿Puedo abrirlo, mi lord? " pregunté con gracia, deseando desvelar el misterio que se escondía dentro.
Lord Archibald asintió con una sonrisa leve, observando con atención mientras desataba el lazo que rodeaba la caja. Al abrir la tapa, una joya resplandeció, capturando la atención de todos en la habitación.
Un collar de perlas y diamantes, cuidadosamente entrelazado, reflejaba destellos de luz que danzaban en la mirada expectante de mi familia. Un susurro de admiración escapó de los labios de mi madre, mientras mis hermanos intercambiaban miradas llenas de asombro.
"Es una joya exquisita, ¿no lo creen? " comentó Lord Archibald, su tono reverente destacando la magnificencia de la pieza.
Asentí con gratitud, aunque mi mente ya maquinaba el significado detrás de este regalo inesperado. La política y las alianzas se entrelazaban de maneras intrincadas, y aquel collar era más que un adorno lujoso.
"Su prometido ha elegido con gran cuidado, milady. Este regalo es más que una muestra de afecto, es un lazo que une destinos." añadió Lord Archibald, su mirada penetrante insinuando más de lo que sus palabras revelaban.
El destello del collar aún danzaba en mis manos mientras la propuesta de Lord Archibald resonaba en la sala. Sus palabras, cargadas de intriga, dejaban entrever que había más en juego que la simple entrega de un regalo.
"Mi lady, quisiera dar un paseo para darle unas palabras y detalles que me pidió su prometido." anunció Lord Archibald con una confianza que sugería un conocimiento más profundo de los secretos que rodeaban mi compromiso.
Mis ojos encontraron los suyos, buscando respuestas en esa mirada penetrante. Asentí con gracia, ocultando la intriga que burbujeaba en mi interior.
"Sería un placer acompañarle, Lord Archibald." Mis palabras fueron pronunciadas con la elegancia que la situación requería, pero mi mente bullía con preguntas y anticipación.
A medida que nos adentrábamos en los jardines, una brisa suave acariciaba nuestros rostros. Lord Archibald, siempre sereno, rompió el silencio con un susurro de confidencias.
"Lady Vivianne, He venido en busca de una conversación que, estoy seguro, será de mutuo interés.". Dijo lord Archibald
Asentí con cortesía, manteniendo mi compostura ante la curiosidad que bullía en mi interior. Me centré en Lord Archibald, ansiosa por desentrañar el propósito de su visita.
"Mi lady, entiendo que este regalo ha traído consigo más preguntas que respuestas." Su tono revelaba una complicidad que sugería que estaba al tanto de las maquinaciones que se desplegaban.
"Lord Archibald, su confianza es apreciada. ¿Qué secretos esconde este collar?." pregunté, dejando entrever mi anhelo por comprender el juego que se desplegaba a mi alrededor.
"Este collar no solo es un adorno, es un símbolo de las alianzas que se tejen en la alta sociedad." Lord Archibald se adentró en los detalles
Sus palabras resonaban con una mezcla de advertencia y complicidad.
"Debo admitir, mi lady, que usted es una mujer muy astuta ." Lord Archibald continuó, su voz un hilo de confidencias que se entretejía
Mientras caminábamos por los senderos, absorbí cada palabra, consciente de que la comprensión de estos entresijos era esencial.
"Lord Archibald, ¿qué papel juega usted en esta trama?." inquirí, deseando descifrar el lugar que él ocupaba en este juego de alianzas.
"Soy un intermediario, un mensajero de palabras y acuerdos que se desarrollan en las sombras. Mi lealtad está con aquellos que confían plenamente en mis capacidades y además me aseguran victorias largas y duraderas." La respuesta de Lord Archibald dejó en claro que su papel era crucial en el delicado equilibrio de poder.
Sus palabras resonaron en el aire, y por un breve instante, mi mente calculó posibles respuestas. El lord sonrió con astucia, consciente de la danza verbal en la que nos sumergíamos.
Lord Archibald se expresó con una seguridad que resonaba en el aire . "Este collar viene de mi parte, es símbolo de una nueva alianza que se forma. Quería analizar y pensar las cosas durante quince días, pero su propuesta es algo que no se puede pasar desapercibida."
Mis ojos encontraron los suyos, reflejando una calma estudiada.
La gravedad de sus palabras se filtraba a través de la quietud de la noche.
"Lord Archibald, su gesto es apreciado. Aceptaré este símbolo de alianza con gratitud y la responsabilidad que conlleva." Mis palabras resonaron con determinación
Lord Archibald, con la serenidad que lo caracterizaba, formuló una pregunta que resonó en el aire." ¿Por qué ha elegido formar una alianza conmigo, cuando hay tantos nobles más que podrían asegurarle nuevas perspectivas y compromisos?
Mi mirada se encontró con la suya, y en ese instante, pude percibir la intensidad de sus ojos que indagaban en mis motivaciones. Con un tono reflexivo, respondí "Mi lord, las decisiones en estas cuestiones no solo se basan en la posición social o el renombre. Busco aliados no solo por su estatus, sino por la confianza y la visión compartida. Vuestra reputación y habilidades han llegado a mis oídos como un eco de lealtad y sabiduría. Así, he decidido forjar esta alianza con la certeza de que ambos podemos beneficiarnos mutuamente en los desafíos que nos aguardan."
La respuesta flotó en el aire, creando un puente de entendimiento entre nosotros.
"Lord Archibald, en estos tiempos turbulentos, adaptarse es una necesidad. No es secreto que las circunstancias pueden influir en nuestras decisiones. ¿Acaso no es eso lo que todos hacemos para salvaguardar nuestros intereses?" Dije
El lord asintió, reconociendo la verdad en mis palabras. La conversación continuó, cada uno de nosotros midiendo las palabras como jugadores en un tablero de ajedrez.
Al despedirse, Lord Archibald dejó una promesa flotando en el aire.
"Lady Vivianne, las alianzas son como piezas de ajedrez. A veces, uno debe moverse con cautela para alcanzar la victoria."
Lord Archibald se retiró con suma elegancia, dejándome sumida en una amalgama de pensamientos y decisiones. Mientras él se desvanecía con cada paso que daba, yo volví mi atención hacia la majestuosa mansión que se erguía con imponencia ante mí. Mi familia, expectante y ansiosa por respuestas, aguardaba la sala principal.
Con paso firme, me encaminé hacia ellos, esbozando una sonrisa que pretendía ocultar la complejidad de las maquinaciones que se gestaban. Mi madre, con ojos curiosos, preguntó con delicadeza, "Querida, ¿qué ha sucedido?".
Con una mezcla de gracia y seguridad, respondí, "Lord Archibald ha presentado un regalo en nombre de mi prometido. Parece que las cosas se están moviendo más rápido de lo que anticipé, pero estoy segura de que nuestro matrimonio será el mejor".
Mis palabras resonaron en el recibidor, donde la luz de las lámparas reflejaba la expectación en los rostros de mi familia.