Amor Prohibido

Estaba de vuelta en mi departamento, estaba muy molesta, como era posible que Gabriel me tratara así, no entendía nada de lo que pasaba y pensar que él tenía a mis padres en su poder, intente comunicarme con ellos y un hombre me contestó la llamada, confirmando lo que Gabriel me había dicho, también me envió una foto de ellos en una celda, me tenía en sus manos, no sabía ni que hacer, si pedía ayuda a los de mi clase se darían cuenta de quién soy y seguramente me lastimarían sin ayudarme a salvar a mi familia y, por otro lado, está Gabriel con sus ganas de no sé qué, estaba pensando en una solución cuando recibí un mensaje.

— Mañana te espero temprano en este lugar, llega a la hora que ahí se te indica y si decides faltar o llegar tarde, te enviaré una pequeña parte de tu querida madre. — El mensaje era de Gabriel.

No le respondí, estaba perdida, busque aquella dirección y me di cuenta de de que era un hotel y por lo que veo es muy lujoso, no quería ir, pero tampoco quería que lastimaran a mi mamá, ni a nadie de mi familia, pase toda la noche pensando en que hacer, y si es verdad tengo mucha fuerza y sé que Gabriel no podría someterme tan fácilmente, pero él tenía a mis padres y no quiero que les haga daño. No sé es que momento amaneció, me levanté de la cama de mala gana, busque una sudadera en mi clóset y me dirigí a aquella ubicación, cuando el portero me vio, me dijo que no podía pasar pues mi apariencia no era la mejor, justo cuando estaba por retirarme llegó Gabriel y lo supe por su olor, ya que aún no me daba la vuelta.

— Algún problema?. — Pregunto Gabriel molesto.

— Lo siento señor, la señorita quería entrar a este lugar. — Respondió el portero.

— La señorita viene conmigo.

Me agarró de la mano con fuerza y me llevo al elevador, una vez adentro me acorraló contra una de las esquinas del ascensor, estaba muy cerca de mí.

— Pensaste que al venir así vestida no me daría ganas de cxxxxxx?

— Lo miré con odio, yo estaba consciente de mi fuerza y sabía que lo podía destruir en un segundo, pero me tenía en sus manos, por ahora. — Cuando algo es importante para mí me visto de acuerdo a la ocasión, pero como esto que pasará aquí es cualquier cosa, no valía la pena mi tiempo para arreglarme.

— Haré que te arrepientas de esas palabras, hoy sentirás lo que nunca has sentido con ningún hombre antes, yo te haré tocar el cielo. — Me Susurro al oído.

— Sabes en algo tienes razón, me harás sentir como ningún otro hombre, me harás sentir asco, odio y repugnancia y no me llevarás al cielo, sino al mismísimo infierno y después de hoy te odiaré por el resto de mis días y te juro que me pagarás cada humillación que me hagas pasar, te juro que no saldrás libre de esto. — Gabriel me cayó con un beso, yo no le correspondí y aunque mi cuerpo lo pedía a gritos mi mente no sentía lo mismo, este se dio cuenta de mi comportamiento y me dejo en paz.

El ascensor se detuvo en el último piso, cuando íbamos saliendo nos encontramos con Dimitri, no podía creer mi mala suerte.

— Señor Lossada, que sorpresa verlo por aquí. — Saludo Dimitri a Gabriel.

— Señor Larsen, que hace en mi ciudad? — Dijo Gabriel molesto.

— Escuché que nos declaró la guerra, sabe que vine a parar la masacre a mi gente. — Dijo Dimitri desafiante.

Pensé que sería un buen aliado, necesitaba ayuda para rescatar a mis padres, él no me había visto pues me quedé detrás de Gabriel, pero mi intento por ocultarme fue en vano.

— Señorita Suvillan, un placer volverla a ver. — Dijo Dimitri acercándose a mí.

— Señor Larsen tiempo sin verlo, como ha estado? — Pregunté cortes.

— Muy bien señorita Suvillan, y sus padres cómo están?. — Pregunto Dimitri y a este punto quería llegar.

— Se podría decir que bien, recuerda la cena que dejamos pendiente? Pues es el momento de retomarla, sabe lo felices que estarán ellos de verlo. — Esperaba que él tomara mi indirecta ambos sabíamos que mis padres no lo querían cerca de mí y menos lo dejarían cenar a solas conmigo, vi en su mirada que había entendido lo que le pedí, después se despidió y siguió su camino, Gabriel me tomo fuerte del brazo y me arrastro a una habitación.

— Eres una desvergonzada, claro eres una asqueroso vampiro, que se podía esperar de alguien como tú, ve y lávate las manos que ese asqueroso tocó, aunque tendría que limpiarte con un abrazador fuerte, por qué quien sabe que otros lugares te ha tocado, que asco eres repugnante. — Sus palabras eran como millones de agujas atravesando mi piel, no entendía por qué me dolía tanto, pero me dolía el corazón.

De un momento a otro me tiró en la cama y empezó a besarme mientras tocaba todo mi cuerpo, me sentía sucia, solo quería que esté momento terminara, de repente él se detuvo.

— Eres hermosa, quiero lastimarte, quiero que te sientas mal, quiero que llores, pero algo me detiene, no sé qué es, solo sé que esto no lo quiero hacer así, quiero que nuestra primera vez sea perfecta. — Me sorprendió con sus palabras, realmente es bipolar, hace unos minutos me estaba maltratando, humillándome y ahora me trata tan bien.

— Déjame ir entonces, no me lastimes. — Le dije en un susurro.

— No puedo dejarte ir, sin ti mi mundo se vuelve un caos, pero cuando pienso en todo lo que has hecho me lleno de ira y quiero que sufras. — Gabriel volvió a cambiar, continúo besándome bruscamente, yo no hice nada por defenderme, me quedé quieta dejándolo hacer lo que él quería, llegó un momento donde se detuvo.

— Parece que estuviera con una estatua,.por lo menos defiéndete, golpéame has algo, pero no te quedes ahí inmóvil. — Dijo frustrado.

— No lo voy a hacer, si lo que quieres es mi cuerpo, entonces tómalo, pero nunca te daré mi dignidad. — Respondí con seguridad.

— Con Dimitri si lo hiciste a gusto, verdad?.— Pregunto de repente.

— Es mi vida personal y no te interesa con quién me haya acostado, termina de una vez con esto, quiero irme a mi casa. — Dije ya cansada.

— Gabriel se acostó a mi lado, por qué lo hiciste? — Pregunto él acostándose a mi lado.

— Que fue lo que se supone que hice? — Pregunté confundida.

— Ya no importa, así quiera odiarte no puedo, este vínculo es más fuerte de lo que pensaba. — Dijo Gabriel con tristeza.

No entendía lo que me quería decir, no sabía de qué vínculo estaba hablando, pero ahora solo quería que mi familia estuviera bien, así que me arme de valor, me subí encima de él y empecé a besarlo, nuestras miradas se encontraron por un momento y aquella electricidad que había sentido antes volvió, me perdí en el deseo, sentía que mi cuerpo pedía a gritos este momento, sentía que tenía siglos esperando por él, perdimos el control y dejamos que nuestros cuerpos hablaran, empecé a quitarle su camisa, era un poco torpe pues nunca antes lo había hecho en él empezó a deslizarse por debajo de mi sudadera hasta que empezó a quitármela, quedé en la parte de arriba solo en mi ropa interior, Gabriel recorría mi cuerpo de manera tan sensual y cada vez lo deseaba más, yo por mi parte acariciaba sus pectorales, bajando por su plano abdomen y llegando a su pantalón, empecé desabrochando el cinturón, mientras él seguí tocando mis pxxxxx, me ayudó quitándose el pantalón, luego de un golpe me dejó debajo de él y empezó a besarme suavemente, los despojados de lo último que teníamos de ropa.

— Sé amable por favor. — Le dije en un hilo de voz.

El me miró extrañado y de entro lentamente en mi, al principio fue algo doloroso, pero poco a poco mi cuerpo se había acostumbrado a él y seguimos en lo nuestro por todo el día, lo hicimos en la cama, en el baño, luego en un mueble que había en la habitación, después otra vez en el baño, en la cama, en fin perdí la cuenta de las veces que lo hicimos, estábamos cansados y nos quedamos dormidos abrazados, pasamos la noche en aquel cuarto de hotel. Desperté al día siguiente y Gabriel no estaba en la cama,me levanté como pude y lo busque por toda la habitación, no había rastro de él, se había ido y me había dejado sola en este lugar, no podía creer que me dejara llevar por mis instintos, pensé que los vampiros no sentíamos deseo,recogí mi ropa me cambié y salí de aquel hotel a toda prisa, ahora tenía que buscar a mis padres y desaparecer para siempre.