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No Soy Un CEO Despiadado

No Soy Un CEO Despiadado

Status: Terminada
Genre:Completas / Autosuperación / Malentendidos / Romance de oficina / La mimada del jefe / Apoyo mutuo / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:119.5k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Erica Catse

Fernanda Salas, es una joven llena de optimismo, amante de la lectura y de la vida. Para ella no hay problema que no tenga solución, incluso cuando las cosas van mal en su vida, ella siempre mantiene una sonrisa.

Sin embargo, cuando es despedida de cada uno de los trabajos a los que aplica, ella no puede seguir siendo optimista, más cuando llega a la conclusion que la razón detras de sus despidos es el extremadamente guapo y frío CEO Max Hidalgo.

Fernanda deduce que aquel hombre guapo y rico quiere mantener una relación de sumisión con ella, tal como la de esos CEOs despiadados de las novelas webs.

Pero, ¿ella estará en lo correcto?, ¿será que sus desafortunados encuentros se deben a algún plan malévolo o solo serán casualidades del destino?

NovelToon tiene autorización de Erica Catse para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Fernanda: Jefe, no me regañe

Una semana después…

Ya llevaba una semana trabajando como asistente del poderoso CEO Max Hidalgo. Decir que era excelente en mi trabajo era presumir y, ya que era una persona humilde, lo único que puedo decir es que no he ocasionado ningún accidente y todo marcha sobre ruedas. Tan bien como mi desordenada torpeza me lo permite.

— Otra vez, otra vez manchaste tu uniforme con pasta de dientes — me regaño Carlos mientras señalaba algún lugar de mi blusa —. Este es un truco tan barato… me enferma. Vaya, señorita a limpiar su blusa no ande indecente en este prestigioso lugar.

Miré con consternación la mancha en mi blusa sin poder evitar pensar que Carlos estaba siendo melodramático con el asunto. ¿Cómo una mancha de pasta de dientes podría ser tachada de indecente?

— Pero, creo que está siendo injusto conmigo, esto solo es un error de descuido. Además, es solo una mancha de pasta de dientes. No es nada del otro mundo a cualquiera le puede pasar — protesté.

— A cualquiera, sí, pero no a usted — la forma en la que dijo aquello me hizo sentir mal —. Su mente es demasiado profunda, cree que no sé lo que está tratando de hacer. Conozco a las de su tipo, ya no hablemos del tema, mejor vaya a limpiarse.

— Pero…

— Sin peros. No hagas que le reporte al jefe que está siendo desobediente.

Refunfuñe mientras le daba una mala mirada y me dirigía al baño de la compañía que estaba a unos cincuenta pasos de mi oficina. En el camino me topé con un par de compañeras de trabajo a las cuales saludé, sin embargo, ellas ni siquiera me miraron o hicieron amago de responder mi saludo.

— Buenos días.

Sí, mi voz fue lo único que se escuchó en el pasillo. Las chicas solo me dieron una mirada larga antes de ignorarme como si ni siquiera existiera. Sacudí la cabeza con desánimo, llevarme bien con mis compañeros de trabajo, me iba a costar, pensé mientras entraba al baño.

Aún no entendía del todo la razón por la que me estaban dando este tipo de trato frío. Sin embargo, tampoco era tonta, tenía una idea acerca de lo que estaba ocurriendo, pero me negaba a aceptar aquello. A pesar de que sabía que era algo inevitable, que se extiendan rumores a mi costa luego de la forma en la que me fui echada y ahora estaba dentro de la compañía de nuevo.

— Es una perra, escuché que se acostó con el jefe y no pasó ningún proceso de selección. Entró por la puerta trasera.

— Lo sé, viste la mancha que tenía en su ropa, quizás le dio una mamada hace un momento.

«¡Wow! Dios no puedo creer lo que escuché»

Quise salir y refutar sus acusaciones. Pero no pude hacerlo, ya que era verdad que había entrado por la puerta trasera. Aun así no por las razones que ellas pensaban. Para Max Hidalgo no era más que un caso de caridad, lo sabía muy bien dentro de mi corazón que la razón por la que estaba trabajando a su lado era por lástima. Se compadeció de mi situación, de la enfermedad de mi hermana y del enredo que pasó entre nosotros.

Por ende, había decidido en lo profundo de mi alma, ser buena con él, ya sea en mi trabajo o en algo que necesite porque le estaba sumamente agradecida por todo lo que había hecho por mí una simple desconocida que en un principio ni siquiera le agradaba.

Tengo orgullo, sabes, pude haber rechazado su ayuda y devolverle todo lo que me ha dado de manera desinteresada. Pude haber hecho un alboroto para mantener mi dignidad. Cielos, pero el orgullo no me iba a dar de comer, el orgullo no me iba a dar dinero, el orgullo no iba a salvar a mi hermana.

Solo el dinero lo haría.

Por ende baje la cabeza y me trague la sensación de impotencia que me invadió al escuchar ese tipo de palabras malintencionadas.

Sabes, a veces lo único que se necesita es respirar hondo, tragarte el orgullo y continuar con tu vida.

— Están celosas — susurré mientras salía del cubículo.

Limpie rápidamente la mancha de pasta de dientes en mi blusa. Después me dirigí hacia mi oficina. Deje de lado los malos sentimientos que me embargaron y me concentré en mi trabajo. Al confirmar la agenda del día de hoy, me dirigí hacia la oficina del jefe. Toqué la puerta, cuando escuché el “pase” de su parte entre.

— Buenos días, Fernanda.

— Buenos días, jefe, hoy luce espectacular — dije con una sonrisa.

En cuanto entré no pude evitar contener el aliento, la belleza de mi jefe estaba a un nivel superior. Al mirar su hermosa apariencia no pude evitar sentirme feliz dentro de mi corazón. Ya que Max no solo tenía la apariencia sino también el corazón. Ver a una persona hermosa siempre me hacía feliz.

No podía negar que tenía un pequeño flechazo con mi jefe. Uno pequeño, muy pequeño y controlable. Desde la primera vez que lo vi se me hizo guapo, luego con todo lo que hizo por mí y por mi hermana, a pesar de que sabía que lo hizo de manera desinteresada, no porque le gustará, sino por la bondad de su corazón, me fue imposible no sentir admiración por él.

Luego, con el pasar de los días, esos sentimientos evolucionaron hacia un gusto. Solo me gustaba, no estaba enamorada, definitivamente no lo amaba, ya que había alguien más en mi corazón. Mis sentimientos hacia Max eran muy distintos, eran del tipo de gusto que tienes por alguien que sabes que es un imposible porque eso era Max para mí un tipo inalcanzable como una estrella del cielo a la que puedes admirar de lejos. Así que podía ser un poco mezquina dentro de mi corazón y robar pequeños atisbos, nada más que eso.

No es como si planeara tener mi romance de oficina, como el de los libros que he leído. Aunque no me quejaba si sucediera. Pero el tipo era como una roca impenetrable, parecía un robot, no porque no tuviera sentimientos, sino porque era demasiado serio y lógico. No parecía ser alguien que creía en el amor o algo. Por lo que tenía muy bien puestos mis pies en la tierra.

— Usted luce desaliñada. Su blusa parece estar mojada. Ya sabe el código de vestimenta de nuestra compañía…

— Jefe, por favor no me regañe. Ya Carlos lo hizo y no fue bonito. Él parece creer muchas cosas de mí —. Le dije con hastío.

— Hablaré con él para que sea amable — dijo con aquella voz imperturbable que lo caracteriza.

— No, no lo haga — las cosas podrían empeorar si lo hacía, pensé — Yo fui la que cometí un error, así que está en su derecho de corregirme. Mejor levántese que ya es hora de que parta a la reunión que tiene con el señor Rosas.

— Está bien. Por cierto, Fernanda, pensé en pasar por el hospital en dónde se encuentra tu hermana más tarde. ¿Será un inconveniente para ti?

Abrí los ojos algo sorprendidos por sus palabras. Ya que pensé que él olvidó mi petición dado que es un hombre ocupado, pero aparentemente no lo ha hecho.

— No, me parece perfecto, Angélica ha estado preguntando por usted durante todo este tiempo — le dije con una sonrisa.

1
Adriana Padron De Parra
Bellísima historia de amor, sin desperdicio. Felicitaciones
Adriana Padron De Parra
Esa es una angustia incontrolable, lamentablemente hay sueños que son premoniciones, espero que el de Fernanda no lo sea y Angélica se pueda recuperar
Lourdes Adriana Macias Agraz
Excelente
Yolanda Rodriguez
.
Barbarasl73 🇨🇱
la mejor respuesta 💖💖💖.
Barbarasl73 🇨🇱
ajajajjajaja, no vayan a quedar como la película "Qué pasó ayer?", 😅😅😅.
Barbarasl73 🇨🇱
Max, estas hasta las patas de enamorado, ni cuenta te has dado (uy me salió verso 😅).
Barbarasl73 🇨🇱
😅😅😅😅😅😅 ella es todo lo que necesitas en tu vida.
Nilsa Ortiz
Excelente
Rossi
Me encantan tus historias
Xiomara Del Valle Garcia Carmona
Qué hermosa novela, excelente todo FELICITACIONES,👏👏👏👍🌹❤️🫂
Norelia Garcia
Bueno
Aleydah Jaime
Una novela muy tierna, relato muy fluido
Rossi
Ojalá y cuando salga de la cárcel no quiera arruinar la vida de Fer y Max
Rossi
Esa carta me hizo llorar 😭😭😭
Rossi
Fernanda es una 😈😈😈
yoliana
/Sob//Sob//Sob//Sob/ me hizo llorar este capítulo
yoliana
jajajaja pobre Fernanda
Rossi
A darse cariño 😉💥
Berkys Zabala
🤦🏼‍♀️ De nuevo! Estan destinados a estar juntos
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