Bruno Darcy es el abogado más prestigioso de Italia, pero es envuelto en un gran problema en donde conoce a Amalia, una mujer maltratada física y psicológicamente por su esposo, el decide ayudarla, pero traición y engaño, son lo que no esperaba de ese amor...
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¡Quiero defenderte!
— ¿Que te parece si te acompaño?... — Dijo Bruno sonriendo
— Está bien... señor... — Respondió Amalia tímida
Mientras tanto Aurora salió rápidamente...
— ¿Ya salió Bruno?...
— Si pero está con Amalia...
— Necesito hablar con él urgentemente...
Él salió pero obviamente con Amalia, así que Aurora se tuvo que esperar...
— Ahorita regreso Angelo, iré con Amalia a recoger las evidencias...
— Está muy bien señor...
Ellos salieron de la empresa y Anna salió de su oficina...
— ¿Y Bruno?...
— Se acaba de ir, fue con Amalia por las evidencias...
— ¿Juntos?...
— Si señorita Anna, pero enseguida regresan...
Anna no entendía a Bruno o por lo menos que intenciones tenía tanto con ella como con Amalia...
En el auto iban callados, sin embargo Bruno tenía música de volumen bajo, y Amalia la escucho, ella sonrió y comenzó a bailar adentro del auto, a ella le encantaba eso, Bruno lo notó la vez anterior y sonrió al verla tan espontánea y feliz...
— Me gusta verte feliz, eso quiere decir que estás bien con tu marido...
Dijo él desanimado
— A usted también lo veo feliz, salió con la señorita Anna... y además hoy fueron con el juez...
Dijo ella con recelo y él pudo notarlo...
— Tu misma me dijiste que Anna me quería y que era una buena mujer...
— Lo es, nunca lo he dudado...
— Cuando era más joven me gustaba bailar, ahora que me enfoqué en el trabajo y cuando mi padre murió dejé todo eso, con los únicos que me reúno a tomar algo es con Angelo y Aurora...
— Y la señorita Anna, ¿No?...
Dijo con recelo y Bruno sonrió
— Sí, también con ella, solo salgo con mi gente de confianza, solo me falta salir contigo...
Dijo él y la miró profundamente...
Ella se sonrojo y sonrió
— Señor, no me mire, va conduciendo y puede chocar...
Dijo apenas pudiendo hablar de lo nerviosa, Bruno sonrió y le obedeció...
Finalmente llegaron al ministerio por las evidencias y después platicaron un buen rato en el camino...
— Entonces... ¿Le gustaba bailar?, ya me extrañaba que no lo hicera, pero es tan serio qe no me lo imagino... _ Dijo riendo
— Claro Amalia, en algun momento fui más joven y me divertía, también cuando conocí a... - Dijo Bruno pausando la frase y Amalia pudo notarlo...
— ¿A su ex novia? - Preguntó Amalia curiosa
— Sí, ella era como tu... Alegre y... — Bruno se detuvo al ver la cara de Amalia, no le agrado para nada escuchar de su parecido con la ex de Bruno
— Bueno, no todo, no me malinterpretes, solo en eso, porque tu eres mucho mas hermosa y dulce... - Dijo el acercándose a ella y metió un mechón de cabello detras de su oreja, estaban tan cerca, a punto de darse un beso... Pero ambos se detuvieron, sin embargo en el camino se rieron e iban jugando...
Al llegar, inmediatamente a ambos se les veía felices y alegres...
— Gracias por calmarme Amalia, y hacer que no me peleara con mi primo... además he pasado un rato muy agradable con usted!
Amalia le sonrió y Angelo quien escuchó también se sonrió...
— No es nada señor, fue un gusto acompañarlo...
Bruno sonrió ante el comentario de Amalia y se metió a su oficina...
Bruno estaba de buenas y eso le motivaba en su trabajo, y Amalia fue por un vaso de agua, en esos momentos salió Aurora rápidamente...
— ¿Ya llegó el señor Bruno?...
— Sí, y aprovecha que anda de buenas...
— Esta noticia no le agradará...
Aurora se metió y Angelo se quedó muy preocupado, ¿Que será eso que Aurora quería decirle...
— Hola Aurora, ¿Que pasa?...
— Es... sobre Amalia...
— ¿Que pasa con ella?... — Preguntó Bruno borrando la sonrisa
— Ayer hablo conmigo, y me dijo algo que no te va a agradar...
— ¿Que?...
— Las marcas que traía... eran porque su marido la violo de nuevo...
Bruno golpeo en su escritorio, sentía ira en su corazón y quería partirle la cara a Simón
— No te puedo decir con exactitud que me dijo, pero debemos saber que es ese secreto que hace que se quede a lado de ese hombre...
— Y yo que la juzgué tan mal, voy a investigar que rayos pasa! hablaré con ella...
— De acuerdo, solo tranquilízate, te pones muy violento al saber esto... después hablaremos de otro tema, es importante... (Aurora se refería a los sentimientos de Bruno hacia Amalia)
— Esta bien...
Aurora salió, él se sintió tan mal de haberla juzgado, pero sus celos lo hacían perder la cabeza...
— El señor quiere que vayas a su oficina...
Dijo Angelo a Amalia sonriendo, Amalia fue y lo vio con un semblante diferente al de la tarde...
— ¿Se le ofrece algo señor?...
Amalia pudo notar licor en su escritorio y era muy raro, porque al ser abogado no tomaba, al menos que fuera en reuniones o eventos...
— Amalia, Aurora hablo conmigo...
Hande lo notó muy serio y sabía que se trataba de lo que ella le contó...
— Me contó que las marcas eran de tu marido...
— Yo...
— ¿Por qué me metiste?...
— Porque me da mucha vergüenza... — Dijo Amalia tapando su cara con sus manos
— ¿Dime por qué aun estás ahí?...
— Es algo muy personal...
— Perdón por juzgarte mal, pero no sé por qué me vuelvo loco cuando algo se trata de ti...
Dijo molesto y Amalia se sonrojo...
— ¿Por qué no quieres demandarlo?, yo te voy a ayudar a refundirlo en la cárcel! no puedo permitir que te siga maltratando!
Amalia no respondía nada, solo lloraba, no sabía que hacer o decir...
— ¿No lo vas a demandar?, bueno entonces yo hablo con él... — Bruno se paro del asiento molesto y Amalia lo detuvo
— No!, por favor... lo que si haré es tomar su ayuda... aceptaré su oferta de pagarme por trabajar...
— Está bien, pero no me parece que estés a su lado... el no te merece Amalia — Dijo tomándola del rostro — No quiero que estés con él...
Ambos se miraron cara a cara, Bruno no se resistió y la besó con pasión y deseo, tocó la cintura de Amalia y la apego a él, sus respiraciones eran agitadas y su beso tan pasional...
— Déjame cuidarte, ayudarte... yo te protegeré, te ayudaré!
Amalia lo miro con súplica, pero no respondió, solo lo abrazó con fuerza, a su lado se sentía protegida...
— No voy a ocultar más lo que siento, yo siento algo por tí, estoy confundido por tu presencia, por tu estancia aquí, no dejo de pensarte...
— Yo... yo tampoco... pero esto es imposible...
— No lo es si me dejas ayudarte, si me dejas hacer mi trabajo... he defendido a muchas mujeres asesinadas, y no quiero que tú seas parte de ellas, quiero verte bien, solo déjame ayudarte...
Amalia no respondió, pero si lo abrazó con fuerza y él la abrazó con ternura y dulzura...
