Un Padre Para Mí Hijo.

_ Tenemos que casarnos! - dijo Clark mirando el cuerpo desnudo, perfecto y glorioso de Manuela.

_ Tu crees que sea necesario? - dijo Manuela poniéndose crema en las raspadas por la barba de Clark.

_ Tu padre vendrá esta tarde. Yo no podré venir a tu cama esta noche. No puedo imaginarme una noche sin ti. - dijo ronco viendo a su amigo totalmente desmayado.

¡Había trabajado entrando y saliendo de ese maravilloso cubículo tres veces esa mañana y no había Cristo que lo levante. Estaba tan cansado, si por lo menos pudiera dormir diez minutos!

.

Manuela se ponía una crema blanca en su entrepierna roja fuego. Le ardía como si se incendiara. No podía soplar.

Su novio intentó emitir un soplido e incluso su nuevo tótem adorado parecía que se erguia, pero terminó cayendo derrotado,tótem y dueño sobre la almohada.

_ Tienes que afeitarte Clark! dijo seriamente Manuela. -

_ mmm...dijo su amado y empezó a roncar.

Manuela intentó ponerse un jean, pero le ardía demasiado la entrepierna. Terminó colocándose una falda fruncida donde el aire entraba y le soplaba los glúteos.

Salió apresurada de su recámara y fue a ver qué pasaba con su hijo.

Tenía un hijo del que se había olvidado por completo, cosa que nunca le pasó en su vida.

 Era una madre horrorosa se dijo. Hasta que lo vio en el patio jugando a la pelota con

el chófer.

Su suegra le miraba con ojos penetrantes desde el corredor.

La maravillosa Doña Flor de un minuto a otro se había convertido en Suegra.

Que horror, pensó Manuela.

Se sentó callada a su lado. Doña flor tenía un vestido precioso turquesa y zapatos al tono.

Le miró seria con sus anteojos de carey Y le dijo:

_ Manuela, tienes que cortarte las uñas.- mirándola inquisitivanente- vi los arañazos en la espalda de mí hijo! -

Manuela estaba por decirle que su hijito entró como un salvaje y que ella hacía muchísimo tiempo que no tenía un tronco dentro.

Pero quedó callada.

Pensó que no conocía la ascendencia de Flor. Y si era árabe.?

Le encerrarian en un sótano.

Le darían solo pan y agua. No le dejarían ver la luz del sol. No podría ver a su maravilloso hijo Luis. Todos la odiarían y la maltratarían.

Sus amigas lo habían visto mil veces en telenovelas turcas.

Su madre incluso , cuando ella tenía 21 Años ya le advertía:

"Nunca te enamores de un árabe. Son jodidamente hermosos, pero vienen con trampa. Madres, abuelas y bisabuelas viviendo en tu casa, Unos suegros con unos rosarios chiquitos, mafiosos la mayoría, haciendo contratos de casamiento de tus hijas apenas los ven en la ecografía".

Sabía que su madre Elena era bastante exagerada, pero había acertado con su novio cuando le dijo: "Ese tío no sirve".

Así que Manuela dijo:

_ Me Cuidaré Madre -

_ Madre ? Puedes llamarme Flor , querida - y le sonrió.

Eso sin dudas tranquilizó a Manuela.La señora Flor sin dudas no era árabe.

_ Luis le causó muchos problemas Flor ? -

_ Luis es un amor. Se ha portado de diez. Y esto de no enviarlo hoy a la escuela a qué se debe? -

- Marcelo Gotti. Está empeñado en hacerle una prueba de paternidad. Su hijo me dijo que mandaremos a Luis con gorra. -

- Marcelo Gotti?- dijo Flor - Esa gente tiene dinero y conexiones. Deben acelerar el casamiento.-

_ Casarme?. Tengo que hablar con Luis y con mi padre. Será para ellos una sorpresa. - dijo cruzando los dedos.

_ Creo que ambos estarán felices - dijo Doña Flor

Es tiempo que los dos renuncien a su soltería. Piénsalo Manuela.-

Manuela jugo un poco con su hijo. Luego fueron a ayudar a la cocina.

Al mediodía apareció el bello durmiente sumamente cariñoso con la cocinera y totalmente rasurado.

Pero cuando vio a Luis se calmó y le dijo:

_ Luis, puedes venir. Quiero hablar contigo.

Los dos hombres hablaron un rato mientras Manuela hacía su famosa tarta de zapallitos .

_ Mamá, por favor no te cases con el señor Marcelo Gotti. Puedes casarte con Clark si quieres! - le dijo Luis. Clark es bueno. Me llevará a su cabaña y sacaremos fotos, observaremos animales y plantas. Incluso puedo redactar artículos.-

Bien. Manuela no sabía cómo Clark London lo había convencido , estaba realmente en buena relación con Clark. Y este hombre tenía una particular simpatía por su hijo desde que lo conoció y se presentó como su padre en la escuela.

A la tarde llegó su padre. Sus pocas cosas fueron fáciles de ubicar en las alcobas que le correspondían. Realmente estaba feliz de saber que tendría a su hija y nietos junto a él. La señora Flor sería una buena amiga de charlas.

Todo parecía querer acomodarse en sus vidas. Clark parecía haber renunciado sin mucho dolor a su soltería, sin dudas estaba feliz de tener mujer e hijos.

Pero Manuela tenía aún cierta reticencia. No estaba acostumbrada a depender de nadie. Su idea no fue enamorarse de Clark. Quería sacarse el fuego que sentía por el sin comprometerse emocionalmente.

. Cuando el fuego entre los dos amenguara ella solo podría alejarse sin problemas. Pagaría su alquiler religiosamente.

No quería maridos que comprometan su independencia. No quería a nadie diciéndole lo que debería o no hacer. No quería a nadie traicionándole otra vez. Y el era un hombre realmente espectacular. Ahora rasurado parecía con muchos menos.. Que mujer no querría un hombre como ese en su cama?

Demasiadas complicaciones en la vida de Manuela Rigatti. Ella no era una chica de complicaciones, se dijo.

Ni Marcelo, ni Clark. Trataría de escapar de esa encrucijada. Pero por ahora no. Los polvos que recibió su cuerpo parecían polvos de hadas. Le ardía un poco las piernas, pero se sentía como nunca.

Vital, alegre, maravillosa, incluso se veía más bonita. Había una bandada de mariposas que subían aleteando desde su vientre hasta la punta de los botones de sus pechos cada vez que veía a Clark.

Eso era demasiado bueno. Y se sentía muy rico. No podía perderlo todavía. Quería las mariposas un poco más. Solo un poco más, eso era todo. Luego podría soltar las mariposas y dejarlas volar libremente.