Esta pareja se separó por culpa de él. Todo lo malo que él le hizo vivir fue demasiado para ella y con el corazón roto salió de su vida para siempre...
Anya se casó por amor, Alex no. Él ya amaba a alguien más y fue obligado a separarse de ella; pensando que Anya era la culpable, le hizo la vida miserable.
Su esposa pensó que con el tiempo él podría enamorarse de ella; sin embargo, eso no pasó en todo el tiempo que estuvieron juntos.
Una noche, fue el comienzo del fin para que ella lograra salir del fondo del pozo donde estaba viviendo.
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20
Capítulo 20
Una semana después del día donde Alex encontró a Silvina en la cama con otro hombre, él se ha quedado en la casa con Anya y solo sale para ir al trabajo y vuelve rápidamente. Las cosas entre ellos han estado de lo más tranquilas, aunque aún queda rondando ese momento tan incómodo entre ellos, donde Alex le pidió a ella dormir con él y el momento donde ella lo rechazo.
En estos días no han hablado de lo que paso ese día, ni del porqué él estaba de esa manera, ni de lo que paso en la habitación de él. Han hecho como si nada pasó ese día, solo se ignoran esos sucesos como si nunca hubieran pasado y tal vez es lo mejor, porque le ha dado que pensar a ambos.
Obviamente que Silvina en estos días ha estado tratando de hablar con él, pero no ha podido por más que lo ha intentado y con muchas ganas, incluso se ha atrevido a ir a la oficina por él. Alex, cada vez que le dicen que ella está a las afuera de la oficina, pidiendo pasar o que él salga para poder hablar con ella, la manda a sacar de las instalaciones con mucha rapidez con los hombres de seguridad.
Por más que ha tratado de mantener este asunto lo más privado posible, los empleados de la empresa hablan de esos sucesos sin restricciones, por lo que el rumor de que Alex, aun estando casado, tiene o tuvo una amante ya circula por todos los rincones de la empresa.
Por supuesto que alguien muy cercano a los padres de Alex, ha escuchado dicho rumor, por lo que rápidamente fue a casa de ellos a hablar de este asunto con ellos, para que estén listos si se llegaba a hacer pública esa información.
Al llegar a la casa, este hombre, se sentó en la sala con ellos y sin el más mínimo filtro le contó a la pareja del rumor que circulaba en la empresa. También les contó que él personalmente ha visto la escena que hizo esa mujer de la que hablan, siendo llevada a las rastras de la empresa por los de seguridad, pidiendo ver a su hijo.
Obviamente, ellos se sorprenden mucho al saber esa noticia, no saben de qué se puede tratar este escándalo, pero muy pronto lo hablarían con su hijo. También debían poner en alerta a Anya, no podían permitir que esa mujer, o ese rumor, rompieran su matrimonio.
Sabiendo todo eso, esperaron hasta la hora donde su hijo, ya tendría que estar en la casa para ir directamente hacia allí, sin preguntar. Se subieron en el coche y fueron rumbo a la casa de ellos.
Al llegar se sorprendieron de la seguridad que su hijo había puesto en la mansión, ya que antes del casamiento de este con Anya, no la había. Al principio se preocuparon, pues pensaron que tal vez habían tenido algún hecho de inseguridad y por eso tantos hombres armados. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Esos hombres estaban ahí desde el primer día en que Anya se mudó y fueron los encargados de no permitir que ella saliera o se intentara escapar.
Al jefe de seguridad se le hizo muy extraño ver un auto que no era el de su jefe llegar a la casa, era el primer auto que veía desde que empezó a trabajar allí, aparte de la ambulancia que se llevó a Anya al hospital cuando se desmayó, hace más de un mes.
El hombre se acerca al auto para ver quien había llegado y le dice a la persona que venía conduciendo el vehículo.
-Buenas noches, ¿Qué necesitan?
-Buenas noches, ¿nos permite pasar? Mis patrones vienen a ver al señor Alex y a su esposa.
Dijo el chofer de la pareja, quienes estaban en silencio en la parte de atrás del vehículo.
-Sin autorización del señor Alex, no los puedo dejar entrar, lo siento.
Al escuchar esas palabras, la pareja se mira a la cara. Luego el padre de Alex habla.
-Soy el padre de Alex, no creo que yo tenga que tener autorización para pasar.
El jefe de seguridad, mira a Mauro, el padre de Alex y le dice después de pensarlo unos segundos.
-Espere que me comunico con él, a ver qué me dice.
Los padres de Alex no lo podían creer, ¿cómo se atrevía ese hombre a decirle que le iba a preguntar a su hijo si sus padres podían pasar a la propiedad? Tenía que haberlos dejado pasar de inmediato al enterarse de quienes eran.