La Pasión del Agroboy

Augusto On

Estaba en la hacienda cuando me avisan que Melissa estaba viniendo a Río Verde. Tenía que verla lo más urgente posible. Di un plazo y fui para la ciudad, no dio otra, luego avisto la camioneta de ella en la gasolinera y me quedo esperando que ella salga, ya estaba loco con un muchacho que se sentó a su lado y sacó conversación.

💭Augusto, estás loco, amigo. De dónde se ha visto a Augusto Ferete corriendo detrás de una mujer.

Cuando ella entró en la camioneta para irse yo fui, paré a su lado ya hablando....

- ¿Estás perdida, Melzinha?

Ella suelta una sonrisa y yo desciendo de la camioneta. Él viene hasta mí y me abraza.

💭Qué nostalgia tenía del olor de esta chica. Necesito resolver esto luego, no soporto verla así tan linda y no ser mía.

La invité a ir conmigo y ella aceptó. Quería estar pegado a ella.

Comenzamos a conversar, estaba todo bien, de repente ella comienza con una conversación de esposa y yo entré en la pila.

Noté que su tono de voz cambió, más confiamos la conversación.

No demora y llegamos a la hacienda de Juliano y fue aquella fiesta.

Pero de esta noche no pasa. Iré a declararme para ella.

Ya tenemos casi dos meses que estamos hablándonos. Ella no me sale de la cabeza.

Estaba mirando a Melissa conversando con la prima y su sonrisa me deja hechizado.

De repente oigo a Juliano llamarme..

- Augusto, quédate a cenar con nosotros.

Él me mira y sonríe. Debe estar con la famosa cara de bobo que ellos hablan. Acepté quedarme pues necesito tomar coraje y hablar con mi melzinha hoy.

Cenamos y luego Tina y Juliano dijeron que irían a dormir. Pero ya sé que es para dejarnos solos. Nos despedimos de ellos y fuimos a sentarnos en el área externa de la casa.

Conversación va, conversación viene y no resistí a ella.

Ella estaba extremadamente linda con vestido corto y tacones. Me quedé mirando sus labios y ya estaba loco por besarla. Estaba todo bien y allá viene ella con aquel tema de esposa nuevamente.

- Augusto, ¿tu mujer no se enoja de que te quedes hasta tarde así fuera?

Esa pregunta quebró el clima. Tengo que resolver esto.

- Melissa, yo no tengo mujer. Hablé aquello bromeando. Yo estoy enamorado de una muchacha, ¿sabes?, pero ella parece no corresponderme o no percibió aún que quiero ser más que su amigo.

Ella para y me mira. Y qué mirada.

- ¿En serio eso, tú no tienes a nadie?

- No. Pero estoy loco por tener.

- ¿Esa muchacha es de aquí?

- Ahora sí. Y está en frente mío.

Ella queda toda sonrojadita y yo quedo loco. No resistí y pegué nuestros labios. Al comienzo ella resistió y después se entregó al beso. Fue el beso más sabroso que ya di. Paré el beso y mirando en sus ojos comencé a hablar.

- Melissa, yo estoy enamorado por ti desde el primer día que nos vimos. No te saco de la cabeza un solo momento, mujer.

Ella queda en silencio mirándome. Entonces yo continúo hablando o mejor declarándome.

- Cuando nos conocimos tu vida estaba un desastre. Respeté tu tiempo, quise alejarme pues sé que soy viejo para ti, pero no conseguí. Me enamoré perdidamente por ti, niña, sí, tú eres una niña para mí. Soy más viejo que tú, pero no puedo luchar contra mis sentimientos. Necesitaba decirte lo que siento, si tú no me quieres yo me alejo y dejo que sigas. Pero jamás dejaría de intentar conquistar tu amor. Nunca me enamoré por nadie como me enamoré por ti, Melissa. Te amé sin tocarte. Te amé antes de sentirte, antes de sentir tu beso. Me enamoré por la niña dulce y bruta. Este sentimiento es nuevo para mí y quiero vivirlo a tu lado.

Ella permanece callada. Ese silencio es angustiante