La Villana Falló En Abandonar Al Protagonista

Griselda estaba agitada, a tal punto que no podía moverse. Por eso no podía vigilar a Elian, últimamente ella había tenido mucho dolor de cabeza, debido a que había pensado tanto, que muchas cosas molestas estaban girando en su cabeza, cómo si alguien por primera vez la hubiera puesto en su lugar, alguien la llamo por su nombre. Al escuchar una voz familiar Griselda se estremeció de inmediato. Pero no era la señorita Alexandra sino que era su niñera, Nina.

Nina se acercó a Griselda con una sonrisa en su rostro, se podía observar que la cara de Griselda estaba distorsionada, pero Nina fingió no saberlo.

Nina: Mi señorita me asigno varias cosas, pero no estoy familiarizada con la familia Prada, ya que cada familia tiene una forma diferente de administrar y la verdad no sé que debería hacer.

Al principio, Griselda, no tenía problema en aconsejar, ya que la otra niñera no sabía nada de la administración de la familia Prada.

Pero Nina la siguió molestando y no quería enseñarle a su manera. Nunca la dejaba sola y le pedía una serie de cosas para poder orientar o quizá ayudar.

Griselda: Haz por tu cuenta.

Griselda hablo con firmeza, pero Nina no se rindió y sonrió ante un rostro vacío.

Nina: Por favor ayúdame, incluso si es molesto. Por lo general, soy un poco lenta a la hora de aprender a trabajar. Pero una vez que agarro el ritmo, soy una persona eficaz y no causó ningún problema a nadie.

Ante sus palabras Griselda se estaba volviendo loca.

Se preguntaba de dónde había venido esa mujer extraña, no quería familiarizarse con la niñera de la señorita. Y así Nina la persiguió por todos lados.

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Griselda se había descuidado en vigilar a Elian todo el tiempo, mirándo su reloj, había perdido mucho tiempo. Después de deshacerse de Nina, Griselda se sintió feliz, pero de repente otros empleados se acercaron a ella como si estuviese esperando. A diferencia de Nina, quien se vio obligada ante ella a ser educada, los otros empleados nunca le hablaban respetuosamente y siempre la ignoraban y eso la hizo enojar aún más, además no podía deshacerse de ellos tan fácilmente.

Poco a poco, los empleados comenzaron a perseguirla obstinadamente, y una vez que la agarraban no la dejaban ir.

Empleado: Griselda eres la única en quien podemos confiar y preguntar.

Griselda no podía rehusarse, pero hacia mala cara. Habían pasado ya varios días y sus ojos se llenaron de irá. Era obvio que se trataba de una estrategia y la persona a cargo de todo esto era Alexandra.

Toc Toc

Tras unos golpes Griselda abrió la puerta, se trataba de Nina.

Ya estaba tan harta que sus ojos diseminaron rápidamente todo su cuerpo.

Nina: Mi señorita la está buscando.

Entonces eso le hizo pensar que Alexandra estaba dando el primer paso para encontrarse con ella. Y Griselda no se quedó atrás, fue inmediatamente hacia ella con sus ojos llameantes cómo si estuviera a punto de ir a la guerra.